Carta XVIII

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Estas embarazada...

No sé qué hacer o cómo reaccionar ante eso, tuve que llevarte al médico, estabas muy mal, y el miedo me invadió, no soy médico, soy abogado. Y mi instinto es tomar acciones, y sin embargo a tu lado no puedo, tu estas sobre la camilla, con un suero pasándote gota por gota, siento una maldita eternidad eso, estabas deshidratada, a causa de tanto vómito, el medico dice que es una enfermedad del mismo embarazo; Hiperémesis Gravídica.

¡Ay amor! Te amo, joder que te amo. Pero esto va más allá de mi pensamiento, no sé cómo actuar, yo te quiero a ti y a mi hijo, tú no has despertado desde que te desmayaste, no sabes aunque en tu vientre tienes a un hijo de tu esposo...

Y me duele tanto el corazón, ni siquiera sé cómo darte la noticia.

Pero sé, y porque te conozco temo lo peor, te iras, querrás darle un hogar a ese ser, y mil ilusiones a tu lado en estos instantes están en el abismo, quisiera ofrecerte mi hogar para siempre, y a ese niño, pero tú no, tu huiras, te aferraras a tu infierno al lado de él, y de paso acarrearas a mi hijo.

Un confundido, devastado y triste, Daniel.

Después del Adiós. (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora