La promesa en su mirada

7.2K 318 21
                                    

Mis decisiones todo tenían qué ver con mis padres, yo los amaba y quería lo mejor para ellos, y si lo mejor para ellos era quedarme en casa, yo lo hubiera hecho. Pero no, casi dos meses después de mi graduación en educación, mis padres me dieron la repentina noticia de que me enviarían a Tokio a trabajar en una escuela primaria, lo que era para mí como un sueño hecho realidad, pero no si mis padres no podían estar conmigo. Ellos me intentaron convencer con que habían ahorrado por mucho para este importante momento en mi vida, "cuando dejara el nido".
No me dejaron opción, me persuadieron diciéndome que ya habían comprado el boleto de viaje en avión. Me aseguraron que todo estaría bien, que la diosa de nuestro pueblo había visto lo buena que yo era y que cuidaría de mí porque ellos se lo habían pedido así. Pero yo dudaba de eso en realidad, mi familia siempre fue pobre y vivimos durante mucho tiempo en las peores condiciones.
Para el viernes por la mañana me despedí de mis padres en el aeropuerto que quedaba en la ciudad más cercana a mi pueblo natal. Fue un gran viaje, mis padres se encargaron de gastar lo suficiente como para que yo por los primeros días no tuviera muchas necesidades. Ellos realmente eran mi única bendición.
El taxi me dejó en la calle de un pintoresco vecindario, no era ostentoso pero tampoco un barrio. Las casas eran bonitas y hogareñas, casi todas tenían jardines con muchas flores y fuentes. La casa de la tía Shizune era una de las más lindas entre todas, era de color amarillo con pórtico. Toqué el timbre luego de pensármelo más de 5 minutos.
Unos pasos arrastrados se fueron acercando, y cuando él abrió la puerta quedé boca abierta.
—Disculpe... ¿Esta es la casa de una mujer llamada...?
—Shizune... —suspiró, interrumpiendome.
Se revolvió su cabello gris y rebelde cuando bostezó. Él era alto, se veía mayor que yo pero igualmente atractivo. Una máscara cubría la mitad de su cara y toda su boca, no llevaba camiseta, solo pantalones de dormir y estaba descalzo.
—¿Podría...?
—¿Sakura? ¿Ya llegó? —la voz de la tía me sorprendió, era ronca, como si apenas estuviera levantada.
Él se hizo a un lado y entonces la tía Shizune apareció. Me sonrió soñolienta y caminó hacia mí para abrazarme. Me invitó a pasar luego, el hombre se fue por otro pasillo de la casa. Miré de vuelta a la tía, estábamos sentadas ahora en la sala, ella me hizo una taza de café.
—¿Y él era?
Se sonrojó por mi pregunta.
—Pues... Es mi novio, lo somos hace un año—me confesó sin mucho rodeo.Le sonreí. 

—Eso es genial tía —dije, pero luego pensé en lo más importante —. ¿Pero cómo viviremos todos aquí? 

—No te preocupes Sakura, Kakashi no vive aquí —me tranquilizó. Y funcionó —. Cuéntame, ¿cómo estuvo el viaje? 

—Estuvo bien, cómodo, aunque no sabría explicarlo pues jamás había viajado en avión —admití sincera.
La tía se tapó la boca, intentado no reírse. Esa reacción me era familiar, mis compañeros en la universidad la utilizaban mucho para dirigirse a mí. La chica que vive en un pueblo y posiblemente todo lo demás.
—No te preocupes, aquí estaré yo siempre para cuidarte, ya tienes trabajo que es lo más difícil de conseguir.
—Tienes razón —sonreí asintiendo.
El lunes por la mañana fuimos a la escuela, la primaria era hermosa, un gran edificio organizado y pintoresco también. La directora era la mejor amiga de la tía Shizune, Kurenai, una mujer alta y de cabello oscuro, con cuerpo despampanante y carácter fuerte. Ella me informó sobre el salón en que daría clase, de ahora en adelante sería maestra de sexto grado.
De camino al salón los nervios incluso me molestaban en mi forma de caminar, reacomodaba mis lentes a cada momento. Cuando abrí la puerta un grupo de niños hablaban y otros reían y otras niñas pintaban en la pizarra. Carraspeé para llamar su atención.
Todos me miraron y se quedaron en silencio.
—Hola niños —dije, sonriendoles—. ¿Pueden sentarse?
Todos asintieron y los que estaban de pie se sentaron. En menos de un minuto guardé en mi memoria fotográfica el rostro de cada niño y niña en el salón.
Me presenté, luego todos me dijeron sus nombres. Entonces me sorprendí de la linea familiar en la mayoría de los niños. La mayoría eran hijos, sobrinos o incluso parientes cercanos de personas públicamente conocidas en todo el país y tal vez fuera también.
Sin embargo no eran niños problemáticos, bueno, a excepción de uno.

You Already have ✿ (Sasusaku)  SSficsAwards ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora