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La corta calma

Me sentía muy nerviosa de volver a la casa de Madara y Kaede, despues de todo lo que había ocurrido yo estaba feliz, sin embargo me sentía apenada por todo aunque Hinata y Sasuke intentaron convencerme de que Madara y Kaede no estaban enojados conmigo.

En lo que el mayordomo nos abrió la puerta, boté todo el aire que había venido conteniendo desde que bajamos del auto. Pero sólo di un paso hacia adentro, antes de escuchar a Hinata e Ino gritar mi nombre.

Ambas se me lanzaron encima para abrazarme.

—Cerezo, qué hermosa estás—dijo Ino—. Qué alegría que ya estés mejor.

—¡Sakura, estoy tan feliz por ti y mi primo!—dijo Hinata con emoción.

De un momento a otro, el resto de la familia y amigos estaban reunidos a nuestro alrededor. Madara y Kaede también, por supuesto. Cuando Ino y Hinata me soltaron Madara y Kaede se acercaron a mí y a Sasuke.

—Cerezo—dijo Madara, sonriendo amablemente—, como siempre hermosa.

—Qué alivio que ya estés mejor Sakura—suspiró Kaede, y me abrazó—. Felicidades por tu compromiso y tu bebé—me susurró al oído.

Sonreí un poco apenada cuando me soltó.

—Que bueno que estás mejor Sakura—mencionó Naruto—, ya nos tenía hartos Sasuke y sus lágrimas de dolor por ti.

—Dobe idiota, callate...

—Sólo estaba en su cama y lloraba y lloraba, era muy molesto—Naruto se echó a reír con los demás.

—No se alejaba mucho de la realidad—murmuró Sai.

¿Eso había sido un broma de parte de Sai? Las cosas sí habían cambiado por aquí.

Me reuní en la sala para hablar con las chicas.

—¿Cómo te ha ido con ya sabes quien? —susurró Ino con una mueca de fastidio.

Sonreí con timidez.

—Bien...supongo—murmuré.

—¿Cómo que supones? —replicó Temari.

Las tres se me quedaron mirando con espectación. Suspiré antes de contestar:
—Estamos muy bien, en realidad todo esto parece un sueño—admití.

Sus expreciones cambiaron.

—Estoy muy feliz por ti y agradecida con Hinata—mencionó Ino, cruzandose de brazos con una expresión satisfecha.

—¿Por qué con Hinata? —inquirió Temari.

—¿No lo saben? —Ino sonrió con malicia.

—No, Ino no tienes que decirlo—intervino Hinata sonrojada.

—Hinata le dio una cachetada a Sasuke cuando se enteró que él nos mentía—se mofó Ino.

Enseguida Temari e Ino se echaron a reír. No pude evitar tragarme una carcajada de incredulidad mientras imaginé a la pequeña Hinata cacheteando a Sasuke.

—¿Hinata es cierto? —pregunté estupefacta.

—Sí...es que me molestó mucho que te usara de esa forma—contestó Hinata en voz baja—. Antes de darme cuenta ya lo había golpeado en la cara. Creo que me arrepiento de...

—¿¡Arrepentirse de qué!? ¿¡Estás loca!? —exclamó Temari—. Sasuke se merece eso y más, Ino y yo hubieramos querido hacer eso hace mucho tiempo.

—Cada momento de nuestra vida, para ser exactas—Ino rodó los ojos.

Me reí.

—Pero, estamos felices de que Sasuke decida hacer las cosas bien—dijo Temari.