Capitulo 9

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De mi espalda recorrían unas líneas, si no es una telaraña de sangre. Todo mi cuerpo escocía. Mi pómulo derecho estaba inflamado, de mi ojo izquierdo no podía ver ni una palomilla pasar, en mis brazos se encontraban unos cortes. Mentira, en todo mi cuerpo tenia cortes.

Me habían conducido a una habitación que las paredes eran tipo espejo, haciendo que pudiéramos ver la deprimente imagen que daba nuestro cuerpo. Mis brazos estaban alzados hacia los lados por unas cadenas, me habían puesto un collar que abarcaba todo mi cuello haciendo que respirara entrecortadamente, todo aquello hecho de plata, estaba tan cansada que estaba hincada. Solo me habían dejado con mi ropa interior a petición de mi "mate"

Mi castigo me lo había dado personalmente el rey, con el pretexto de la humillación. Puede que en parte sea verdad pero si veo el otro lado de la moneda; no quiere que sea su nuera. Y no lo seria...

<< Primero salgamos de aquí y luego arreglaremos nuestros problemas amorosos >>

<< ¡No me digas! No lo había pensado >>

Varias veces había visto asomarse Simba, con el pretexto de que yo al ser un Alpha tenía más fuerza y podría romper las cadenas. Nadie le creía esa patética escusa, siempre que venía parecía que crecía su odio hacia su padre.

¿¡Y cómo no!? Si al hijo de perra no más le falta violarme para acabar con todos los castigos que el ser humano o cualquier criatura sobre natural hayan imaginado o creado. Eh soportado cada espasmo de dolor que recorre mi cuerpo para no dañar a Damon.

Dia y noche venían a golpearme con un látigo bañado en acónito, otras veces me golpeaban un bat entre otras cosas, pero mi cuerpo ya pedía a gritos que lo dejaran recuperarse. O al menos unos días u horas de descanso

- ¡Lista para tu castigo! - me grito un guardia abriendo la puerta ni me digne a verle, no podía; estaba sin energía

- Haz lo que tengas que hacer, y lárgate - conteste y con la poca energía que me quedaba empecé a levantarme y mirarlo retadoramente

- La lobita todavía quiere jugar, ¿eh? - empezó a caminar hacia mí para darme unas cuantas vueltas y darme una nalgada en mi mallugado trasero

Empecé a gruñirle al ver sus intenciones, si no era el rey, sería uno de sus perros falderos. Esto ya tenía que acabar

- Tienes razón - empecé a ronronear, haciendo que se desconcertara- Vamos a jugar querido - eleve una de mis piernas de lado, formando un triangulo, mostrando mi parte intima, a lo que se le oscureció la mirada

Se acerco a mí y empezó a pasear sus asquerosas manos por mi cintura y piernas, para besarme bruscamente, le correspondí el beso a regañadientes si es que quería salir de aquí tenía que hacerlo. El sabor metálico inundo nuestras bocas y al parecer a él le excito mucho más aquel gesto. Que depravado era este hombre

- Cariño, si me sueltas - me acerque como pude a su oído y mordí duramente su lóbulo sacándole sangre- Podremos jugar mejor

Al parecer aquello le gusto mas y saco de su bolsillo el manojo de llaves, quitándome primero el collar, y después los brazos. Cayendo así al triste suelo. Pero no tardo nada en subirse a mi demacrado cuerpo el chico a medio desvestir

- Ahora cúmpleme, perra - empezó a asfixiarme y como pude levante mi pierna hacia su entrepierna pero él fue más listo y las entrelazo con las de él de tal manera que no pudiera moverme - No, hermosa. Así no se juega

Empezaba a oscurecerse mi vista, me iba a quedar inconsciente en cualquier momento y esté me violaría. Una puerta abriéndose y alguien entrando apresuradamente entro a la habitación, quitándome de una patada al hijo de perra que estaba por violarme o matarme

Agatha. La Alpha SupremaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora