Capitulo 18

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- ¡Iré sola! – empacaba con furia mis pertenencias

- ¡No iras ni a la esquina! – Simba tomo mis manos deteniéndome, le observe y bufé

- ¡Iré a la esquina, pero contigo no! – le empuje y cerré rápidamente la maleta

- ¡¿Por qué quieres irte de viaje?! - me tomo de la cintura aprisionándome, para luego con la mano derecha tomo mi mentón para que le mirara- Tienes a mi cachorro en tu vientre, no quiero que te pase nada, mi luciérnaga

- ¿Luciérnaga? – deposite un beso en su mentón, y el junto nuestras frentes

- Si, tan pequeña y delicada; pero llegaste iluminando mi vida, dándole ese toque único que tienes. – aquello enterneció mi corazón, pero aun así le aleje de mi

Camine hacia la puerta con la maleta en mi mano y él con sus ojos acuosos

- Necesito ir con la Diosa Ceres, ¿Quieres acompañarme? Dejare a cargo a Hunter – gire levemente mi cuerpo para observarle como se le iluminaba la carita

(...)

- Solamente había accedido a que vinieras tu... - le susurre con algo de furia a Simba, a lo que se encogió de hombros con una sonrisa burlona, tomándome la mano- ... ¿Qué diablos hacen ellos aquí?

Ya había pasado el tiempo en que Eider tomaba el control de mi cuerpo, volvía a ser yo, pero preñada. ¡No vuelvo a dejar a esta cachorra calenturienta tomar al 100% el control de mi cuerpo! Al momento en que ella toma el control de mi cuerpo, me quedo muy enterrada en su subconsciente, al igual que ella en el mío, me quedo dormida por ratos por así decirlo. Recuerdo muy vagamente lo que ella hacía, un poco de Sam, el regreso de la manada, Hunter siendo el mate de Cristy... cosas vagas.

Estábamos en mi avión privado, en camino hacia Tailandia, para ver a la Diosa Ceres y me regale un poco de su elixir de vida. Un pateo en mi asiento me hizo que toda la paciencia se esfumara, me levante del asiento para ver el responsable. Arnie y Dean, que casualidad

- Si no quieren que les ponga un paracaídas y los aviente a dónde diablos sea que caigan, quédense quietos –les susurre rechinando los dientes, Simba soltó una ligera carcajada para ver por encima del asiento a los chicos que me asentían con efusividad.

Al final se nos habían pegado todos los Blake's, Damon, Esteban y Jay. Hunter, Liam y Cristy se habían quedado cuidando la manada, este viaje era solamente para que me diera el elixir y largarme, pero no. Los chicos de metiches se quisieron ir con nosotros.

- ¿Para qué iremos a hablar con la Diosa Ceres? – me pregunto Elena, a lo que puse los ojos en blanco y reí irónica

- En primera; iremos, me suena a manada, solo iré yo a hablar con ella, ustedes se quedaran en el hotel. Y segunda; necesito un elixir de vida, unas hectáreas de algodón en México se pudieron por una extraña razón, así que necesito que vuelvan a ser fértil la tierra – todos al unisonó bufaron con lo primer dicho, hasta Simba me hacia cosquillas en el brazo para que lo dejara ir conmigo

- ¿Puedo ir? – me empezó a dejar besos en la oreja, haciendo que me removiera incomoda. Quería dormir antes de llegar, así que negué con la cabeza- Por favor –me siguió besando bajando por mi cuello y regresar a mi cachete

- Amor, un no, es un no – abrí uno de mis ojos para observarle, tenía un puchero en sus carnosos y rosados labios, haciendo que le besara de improvisto

Nuestro beso demostraba todo lo que sentíamos por el otro. Amaba a este hombre. Acaricio mi vientre y suspiro, me aleje de él y le acaricie la mejilla

Agatha. La Alpha SupremaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora