Me desperté acurrucada junto a Tony. La habitación estaba iluminada por el sol de la mañana. Me quedé un rato observando cómo dormía, parecía tranquilo. Fruncí el ceño al ver el ligero morado debajo de sus ojos. Esta noche había vuelto a tener pesadillas, tardé dos horas en calmarle. Cada vez eran peores. Empezaba a sospechar que estos días que había estado tan abatida le habían afectado. Pensé en la conversación que había tenido con Jake la tarde anterior. Tenía razón, no podía seguir con esa actitud. No podía hacer nada por lo que le pasó a mi hermano, siempre me quedaría con ese dolor, pero todavía podía recuperar a Tony y, si seguía como hasta ahora, lo único que conseguiría sería perderlo. Era mi responsabilidad desde el día que convencí a Jake de que viniese con nosotros. Retiré el flequillo de su frente con un gesto cariñoso. "Además... se ha vuelto una parte muy importante de mi vida" pensé con una sonrisa en el rostro. Estaba decidido, las cosas iban a cambiar, mi siguiente reto sería conseguir que Tony sonriese de nuevo. Bueno... a parte de encontrar un sitio seguro donde poder vivir, resolver nuestra situación legal y, en definitiva, aclarar nuestras vidas. Un quejido salió de mi boca mientras me tumbaba de nuevo. ¿Por qué se había vuelto todo tan complicado? Y no tenía ni idea de por dónde empezar. Suspiré abatida, en realidad sí que sabía por dónde empezar, pero me daba tanto miedo que lo estuve posponiendo. El caso era que no podía seguir dejándolo pasar. Era hora de tener respuestas. Había aplazado demasiado la charla con Jake, tenía que saber a qué me enfrentaba.
Después de darle un beso en la cabeza a Tony, me levanté decidida a hacer frente a la situación. Escuché ruidos en la cocina y me dirigí hacia ella. La puerta estaba entornada. Mi mano ya estaba en el pomo dispuesta a abrir del todo la puerta, cuando me quedé quieta.
—Siento darte estas noticias. —Era la voz de Carlos—. Sobre todo porque sé lo importante que eres para él, pero necesitan algo. ¿Quieres que me encargue yo?
—No, es mi misión. Además, ella confía en mí. Es cuestión de tiempo que acabé contándomelo.
—Está bien. Me pondré en contacto cuanto antes con...
Escuché cómo se acercaban a la puerta. Me giré a toda prisa y salí disparada al salón. Al llegar tropecé con la alfombra dándome un buen golpe en la pierna con la esquina de la mesilla. Llegué hasta el sofá cojeando mientras maldecía en voz baja. Encendí la televisión y me intenté concentrar en lo que estaban poniendo. Lo único a lo que llegué en claro es que era un documental sobre granjas y vacas, pero mi cabeza estaba en la conversación que acababa de escuchar. Hablaban de mí y sobre lo que me contó Sussie. ¿Jake se portaba así conmigo para sacarme información? ¿Toda la charla de ayer era mentira? Un sentimiento de indignación creció dentro de mí. No pensaba tolerar que Jake jugara conmigo y con lo que sentía por mi hermano.
Pasarón sólo unos segundos antes de que aparecieran por el pasillo. Se despidieron junto a la puerta antes de que Carlos saliese por ella. Mientras Jake se acercaba hacia mí, no pude evitar lanzarle una mirada llena de reproches. Se metió las manos en los bolsillos de su vaquero y frunció el ceño sin dejar de observarme a mí y a la televisión. Aparté la vista intentando centrarme en las vacas.
—¿Qué ha pasado, Lena? —El tono autoritario me enfado más aún.
—Nada —contesté de forma seca fulminándole con la mirada. Tenía los ojos entrecerrados de forma amenazante. Me daba igual, no pensaba sacarme nada. De repente su mirada bajó a mi pierna, de ahí a la pata de la mesilla y a la alfombra. "No..." pensé, "es imposible que se dé cuenta". Hice el mismo recorrido que él con la mirada. Nada más posar los ojos en mi pierna me reprendí, tenía un corté y no me había dado cuenta. El pantalón estaba rasgado y ligeramente manchado de sangre. Luego pasé a la mesilla, se podía apreciar donde había estado colocada antes de ser desplazada por el golpe. Por último la esquina de la alfombra que se había doblado al tropezar con ella. Después del repaso levanté la vista y me encontré con la mirada de superioridad de Jake.
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Sector 0: El despertar (libro 1)
Ciencia FicciónLa vida de Lena se hunde cuando es arrestada y condenada a veinte años de cárcel tras un robo. Sin poder ayudar a las personas más importantes de su vida, su familia, se resigna a cumplir su condena. Pero el destino tiene otros planes para ella y su...