Capítulo 43: La información

3K 407 34
                                    

Llevaba en el despacho unos minutos esperando a que Aron colgara el teléfono. Una hora después de mi encuentro con Tania, Josh había aparecido para buscarme y llevarme allí. Aron había aceptado mi petición de verle. Durante esa hora antes de que me viniesen a buscar conseguí calmarme. El dolor no había desaparecido, ni la frustración, ni ninguno de mis sentimientos confusos. Simplemente lo dejé aparcado de forma temporal para centrarme en salir del lío en el que estaba metida y recuperar a Tony. Después pensaría en el engaño, el dolor intenso del pecho y en la traición.

Me volví a colocar recta en la silla intentando parecer lo más entera posible. Josh estaba junto a mí con los brazos a la espalda como un auténtico militar. Desde que me vino a buscar al cuarto donde estaba retenida no le había mirado. No podía. Si lo hacía sabía que me desmoronaría de nuevo y en aquel momento necesitaba estar firme. Aun así era consciente de cada gesto que hacía por mínimo que fuese.

Durante mi espera me dediqué a observar a Aron. Verle allí se me hacía raro. No por la habitación que transmitía su esencia, muebles de madera elegante con algún que otro aparato tecnológico puntual, incluso el libro que había a un lado de la mesa junto a un lector de chips, era una característica muy peculiar de Aron. Nada más ver el pequeño objeto de papel la tristeza me había embargado, aquella rareza de Aron por apreciar los libros —ya olvidados en el Sector 2— siempre me había gustado. Pero no era nada de aquello lo que me desorientaba, sino el verle al frente de aquella organización. Mientras le observaba escuchaba como iba dando ordenes a la persona del otro lado del teléfono, como si se tratase de un militar. Aquella actitud la había visto antes en Josh, no tenía ninguna duda de quién le había entrenado en su ingreso en La Organización, pero no la percibí durante mis entrenamientos o, quizá, simplemente no presté la suficiente atención.

Volví a observar el rostro tan familiar que llevaba sin ver cinco años. Apenas había cambiado, sus ojos azul intensos seguían transmitiendo la misma fuerza, su rostro apenas tenía más arrugas, incluso su forma de vestir tan rara en un sector tan elitista seguía siendo la misma. Todo aquello me hizo recordar la época de instrucción. Lo mucho que lo disfruté aunque hubiese sido duro y cómo, a pesar de las insistencia de Aron de que no era un amigo, su presencia se volvió tan importante para mí. Volvió la intensa tristeza que palié recordándome dónde estaba y en qué situación.

Por fin Aron dejó el teléfono y posó sus ojos en mí. Con sólo esa mirada ya me puse nerviosa.

—Me ha dicho Josh que querías verme.

—Sí... —contesté cada vez más inquieta. Era Aron, el que había sido cómo un padre para mí, pero ahora me trataba con una frialdad que me ponía los pelos de punta—. Sólo... bueno... quería... —Empecé a tartamudear. Vi un brillo de irritación en sus ojos. Hice un par de respiraciones para calmarme—. No entiendo qué está pasando —conseguí decir en un tono asustado. Aron levantó una ceja.

—¿Para eso querías hablar conmigo? ¿Para qué te dé explicaciones? —Abrí la boca por la sorpresa ante sus preguntas tan secas—. No tengo por qué darte ninguna explicación —finalizó, dándome a entender que no le estaba gustando mi actitud. Me quedé unos segundo pensando. Aquello no estaba marchando bien, si seguía así iba a terminar de nuevo en el cuarto igual que como había salido de él, sin ninguna respuesta. Entonces me di cuenta que la mirada de Aron no era como la recordaba, era más fría y con aquel toque de irritación que constante que no había visto antes. Mi forma de ser con Aron siempre había sido correcta, pero nunca me había sentido como una persona del cuarto sector frente a él. Ahora sí que lo sentí y era porque él me estaba tratando cómo tal y deseaba que me comportase cómo tal. Recordé las palabras que Josh me dijo en la fiesta de Gregory: "cada sector tiene sus reglas". Tenía que comportarme como ellos querían que lo hiciera.

Sector 0: El despertar (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora