Capítulo 21.

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¿Por qué he venido a esta maldita fiesta? Huele a tabaco, su humo se extiende por la gran sala, el alcohol poco a poco se está apoderando de mi pero intento evitarlo. La gente se agrupa entorno a la pista, bailan, gritan, al ritmo de la música. Menos yo, soy la chica buena que nunca en su vida ha roto un plato y deseo con todas mis fuerzas cambiar esa imagen que los demás tienen de mi pero en este momento no, no creo estar preparada. Tan solo quiero que Amy termine de hablar y besar a ese chico en la pista y que venda inmediato aquí o optaré por irme sola.

¿La llamo o me voy sola? Me decanto por la segunda opción y me dirigo a la entrada, observo el reloj y compruebo que son las dos de la madrugada, las calles aún están repletas de personas, la fría y oscura noche cala mis huesos, me siento rara al ir a estas altas horas de la noche por la calle pero no me queda otra.

(...)

Ya en mi habitación cierro la puerta cuando me encuentro a dentro y tiro los tacones a cualquier sitio, me desmaquillo porque sino me saldrán poros y dejo mi cara limpia, me hago una coleta y me desnudo, me pongo el pijama y me arropo.

Me meto en la cama y me acurruco, este momento del día me encanta. Qué paz. Que agusto se está.

Niall P.O.V

Salgo del coche y me encamino hacia donde se encuentra el subnormal. Qué idiota. Está como si nada, esperando mi llegada. Estamos muy cerca, el viento acaricia mi rostro. La noche oscura y fría hace que me sienta vacío y así recordar la mierda de vida que tengo. Me limito a pensar en algún ataque que le pueda dejar totalmente en el suelo, pero el se adelanta y sin previo aviso ni nada, me da un puñetazo en el labio, éste sangra. Me toco la herida y compruebo que de ella brota sangre, mis manos están completamente sucias por lo que provocó el imbécil, y escupo al suelo. Mis manos se cierran haciéndose puños e intento controlar mi rabia de una forma u otra. Pienso en lo mucho que me gustaría que éste idiota acabara en el suelo, expulsando sangre de cualquier parte de su cuerpo. Me encantaría ver eso, ya que él provocó eso en mi tan solo hace unas semanas y no se la devolví, pero ahora es la hora para devolvérsela.

De mis ojos salen unas diminutas lágrimas de impotencia.

—Sabes que conmigo no puedes así que no intentes enfadarme o te la acabarás ganando —¿de qué va éste imbécil? Me ha ganado una batalla, pero no la guerra y sabe por adelantado que nunca dejo que nadie me gane porque es una de las cosas que más rabia me da en esta vida. —¿No puedes hablar, Niall?

No abro la boca y le respondo de otra manera, le doy un puñetazo en la barriga, él cae al suelo, el fuerte puñetazo le ha provocado náuseas, e incluso ha escupido sangre. Se retuerce de dolor. Nadie sabe cuánto he deseado que éste momento llegara y que el fuera el que sufriera, no los demás que no tenemos culpa de su estupidez.

—Te callas la puta boca, y olvídame, no me vuelvas a buscar ni a llamar porque juro que haré una locura —él gime y yo me giro, me despido con paso elegante y me dirigo a un árbol que se encuentra detrás del coche, me desahogo pegándole patadas a lo loco sin control. Paro de esta absurdez y me dirigo de nuevo al coche. 

Sarah P.O.V

Mis ojos se abren por el sonido brusco que emiten al forzar el manillar de la puerta del exterior, es Amy. Acompañada del chico de esta noche que estaba con ella. Están besándose sin pausa y yo me asqueo de eso, opto por cerrar los ojos para no tener que observar esa escena. ¿No les da vergüenza? Pienso que Amy va demasiado ciega por el alcohol y no sabe lo que está haciendo, va dando tumbos y el chico solo se quiere aprovechar de ella. Es la conclusión que he sacado de todo esto.

—¿Está dormida? —pregunta el chico a la vez que sonríe pícaro, Amy frunce el ceño y el labio.

—¿Quién? —dice ella inocente, pienso que va a pegársela y no quiero interrumpir eso porque a lo mejor ella es consciente de esto.

—Esa chica que está dormida en la otra cama —responde.

Amy gira la cabeza y se topa conmigo, yo me hago la dormida, pienso que es lo más adecuado. Me pasa la mano por la cara y comprueba que lo estoy, entre comillas.

—Oye, que sino no pasa nada, dónde caben dos caben tres. Contra más mejor. ¿No crees? —dice el idiota animado. Si Niall estuviera en este momento aquí le rompería la cara a ese.

Amy ríe como respuesta a todo y creo que casi puedo confirmar que si está ebria y que el efecto del alcohol le hizo efecto hace un poco.

Como Amy sea capaz de eso creo que me mudaré de habitación, ¿o estoy exagerando? Ella es digna de hacer lo que quiera y yo no soy nadie para impedirle nada. Es más, probablemente incluso sea consciente de que estoy delante de ellos dos pero le dé igual, y como sea así, a perdido parte de mi respeto hacia ella.

Cierro mis ojos con fuerza e intento que el sueño acabe venciéndome la batalla. Ha sido un día bastante largo y pesado, no debería de haber aceptado ir a esa fiesta, pero ya es demasiado tarde. Ya ha pasado lo malo y ahora debo descansar.

(...)

Abro los ojos, los rayos de luz penetran a través de mis largas pestañas. Observo como en la cama de Amy solo está ella. ¿Dónde habrá ido el chico? Me lo pregunto una y otra vez pero no encuentro una respuesta coherente a todo esto. Opto por pegarle con la almohada, y así lo hago. Se despierta dando un salto del susto y grita.

—¡QUÉ PASA! —exclama Amy con el corazón en un puño.

—¿Que qué pasa? ¿Quién era el chico de la noche pasada y por qué coño te lo trajiste aquí? ¿Qué hicísteis? —suelto varias preguntas de sopetón.

—No me acuerdo —admite sin problema.

—¿Cómo que no te acuerdas? —creo que de un momento a otro los ojos se me van a salir de la órbita y que mi corazón de su sitio.

—¡Que no me acuerdo! —grita histérica.

—Eres una sinverguenza, descarada, caradura y una granuja. No me esperaba esto de ti, Amy —las palabras salen de mi boca, intento morderme la lengua pero creo que es demasiado tarde—. Probablemente te haya echado algo en la bebida o te haya hecho algo para que no recuerdes nada, Amy. Esto es muy raro, debes de contactar con alguien que te ayude. Yo haría eso si estuviera en tu lugar.

—No, no, no —niega con la cabeza, parece haber perdido el control de la situación—. ¡No me puede estar pasando esto a mi! —la rodeo con mis brazos y la intento calmar de todas las maneras posibles.

—Pero si estabas despierta... ¿Por qué no hiciste parar aquella situación? —es una pregunta interesante y acepto que por un momento me he quedado sin respuesta alguna pero también tengo mis motivos.

—Porque yo creía que eso era lo que querías hacer, y también pensaba que estabas disfrutándolo. Con esos pensamientos acerca de todo eso lo más coherente es que no te fuese parado, que es lo que hice —Amy asiente y nos levantamos de la cama mutuamente.

Holi bby's, deciros que muchísimas gracias por leer mi novela, por todos mis lectores. Y que sois una de mis inspiraciones y motivaciones. Contra más me votéis y más leídos tenga más ganas tendré aún de escribir cap. Espero que disfrutéis de mi novela como yo disfruto escribiéndola ♡. Besos y abrazos.

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