Capítulo 6.

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Pasó tres semanas de total estudio y esfuerzo. A pesar de que mi voz estuviera dolida seguía forzándola. Tenía una audición dentro de poco, nunca había mostrado al mundo mi voz delante de tanta multitud. Mis padres se presentaron allí cosa que no esperaba, pero cosa que agradecí. Clavé mis ojos en los espectadores, ojeé a todos un poco. Tímidamente sujeté el micrófono. Percibí como miradas se posaban en mí, yo no hacía otra cosa que enrojecer hasta parecer un tomate. "Tu puedes" me decía segura una y otra vez a mí misma. Procuré realizar la audición lo mejor posible, no terminé como yo esperaba. No estaba satisfecha del todo, no lo hice lo bastante bien como para recompensar mi trabajo elaborado, no tenía otra nada más que asumir lo hecho. Quizás no ensayé lo bastante. Examiné el público, me encontré con la mirada de mis padres que con tan sólo ver sus caras confirmaban que lo había hecho bien. Me dirigí al vestíbulo directamente, mis padres se limitaron a acompañarme hasta donde yo me encontraba.

—Lo has hecho espléndido, tranquila —dijeron mis padres.

—Gracias —y sonreí—. Agradezco que hayáis acudido, si no realmente estaría angustiada e inquieta. Vosotros siempre conseguís calmarme. Después de tanto ensayo no lo he hecho ni la mitad de bien que pensaba hacerlo. Pero, me conformo —acaricié la mano a mi madre.

Mis padres se encaminaron hacía su coche y comenzaron a alegarse cada vez más, se despedían de mí, y yo de ellos.

Regresé a mi habitación, posé mi torso en la cama. Comenzé a adormecerme, di comienzo a mis sueños sin sentido alguno.

Dormí durante una hora. Alzé mi cuerpo y observé la puerta, estaban presionando el fuerce. Me acobardé. Tenía que ser Amy, quién si no.

—Hola cariño —dijo Amy esbozando una sonrisa.

—¡Cielo! —exclamé.

Mi obligación en este momento sería abrazarla pero soy muy perezosa por lo que le dicté un "te quiero" con mis ojos. Aporrearon la puerta, quién iba a ser si no Mike (Michael).

—¿A qué no sabes quién me ha pedido acompañarle al baile? —preguntó.

—Mm. Sólo os conozco a vosotros.. y a mm.. Rose. ¿Ha sido ella? —pregunté sin malicia.

—Exacto. ¿Cómo lo has sabido?

—Intuición, sólo, no más. En efecto, no sé ni de que baile me hablas.

—¿Aún no te ha invitado nadie? —preguntó interesado.

—No, en absoluto. No es que tengamos muy buena relación con ella —opiné—. Tan sólo la conocemos de hace unas semanas..

—Sim embargo, me cae muy bien —intervino él.

—Me satisface eso.

—Exclusivamente y únicamente es un baile —y me abrazó.

Cogí su mano y la sujeté, probablemente yo no asistiera a ese baile y mucho menos si nadie me invita. Mike forzó el manillar de la puerta y salió dirigiéndome una sonrisa convincente, le imité. Doy gracias al mundo por poseer un amigo tan inexplicable que apesar de que por un momento parezca estar cabreada, él, ante todo, me sonríe. Es un chico del que cualquier chica pudiera enamorarse fácilmente, ya que es encantador. Salí de la habitación y descendí las escaleras. Atenazé una bolsa de gusanitos del mini-bar. Parece que estoy hambrienta, pensé. Mis pensamientos invadían mi cabeza que daba vueltas como una noria. Me coloqué en un asiento que se encontraba en el comedor y admití que era imbécil por decirle lo que realmente pensaba a Mike ya que por mi opinión no renovaría la suya hacia ella. 

Observé a Niall que desgraciadamente se encontraba con una chica. Decidí ir a dirigirle la palabra, aunque sólo fuera eso. Me acerqué a él.

—Hola —le sonreí.

Se despedió de aquella chica que me echaba una ojeada de arriba abajo con cara de malvada.

—Hola —me sonrió.

Ambos fuimos caminando hacia los asientos.

—¿Quieres gusanitos? —le ofrecí.

—No me apetece, pero, gracias. Llevo observandote desde hace unos cuantos días, exactamente desde que comencemos la Universidad, tenía ansia de preguntarte si querías venir conmigo al baile pero soy muy tímido. Y, ya que tú me saludaste aprovecho para preguntartelo. ¿Quieres venir conmigo al baile? —sonrió.

—Tendría que pensarlo. Dame un día para pensármelo. Hazme el favor —me estremecí.

—Totalmente, sí quieres más días para pensártelo adelante, no tengo prisa ya que el baile es dentro de cuatro semanas.

Elevé mi cuerpo y me despedí de Niall regalándole una sonrisa. Mis gusanitos se consumieron y arrojé la bolsa a la basura. Accedí al ascensor y entré de nuevo a mi habitación en la que se encontraba Amy  sonriéndome.

—¿Sabes quién es Niall, Niall Horan? Es un chico rubio y apuesto —le dije—.

—Toda la Universidad le conoce, la mitad de las chicas están enamoradas de él. No me incluyo.

—Sí, pues ese mismo me ha pedido que le acompañe al baile. No sé que responderle —comenté.

—¿De veras? Es muy fuerte. ¿Te gustas de él? —preguntó a la vez que se le ponían los ojos de platos.

—Sinceramente, es muy simpático y su belleza es algo sobrenatural. Probablemente me esté comenzando a gustar. Pero, le conozco desde hace muy poco.

—Aún queda mucho para el baile, tienes el tiempo suficiente cómo para conocerle.

—Sí, decidido. Le voy a decir que sí, es más, ahora mismo, en este momento.

START | Niall Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora