Capítulo XVII

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Se fundó los guantes, pero ni siquiera eso servía para borrar el frío que sentía de aquella mañana, llevaba un vestido de terciopelo sobre la rodilla color azulado eléctrico y para cubrirse de la brisa congelada tenía unas calcetas largas de colores vivos que le calentaban las piernas, llevaba unas botas que previamente habían sido hechizadas para poder caminar sobre la nieve, llevaba un suéter gris y sobre de éste una chaqueta larga para no morir de hipotermia, tenía un gorro y su cabello molestaba su rostro, tenía una bufanda de igual colores primaverales que rodeaba su cuello como una serpiente inmóvil, parecía un puntito muy extraño bajo toda la tela de nieve que cubría la zona.

"¡Excelente día para que estuviera nevando! Todos éstos últimos días soleados y bonitos, y justamente hoy cae nieve"

Jugó con la punta de su bota haciendo líneas sobre la nieve, tenía sus manos hundidas en los bolsillos, no sentía su rostro y de seguro su nariz debería de estar roja por el constante frío. Hasta había probabilidad de amanecer congestionada mañana, esperaba y no. Tenía ahí mas de media hora anticipadamente esperando a que se hicieran las tres de la tarde, había decido sentarse en la banca que daba hacía el frente del reloj, se arrepintió enseguida cuando su trasero ardió por el frío de aquella banca de cemento, terminó caminando alrededor de una estatua para estimular su calor corporal. Se le hacía extrañamente extraña esa nevada, por la mañana cuando se levanto para ir a desayunar todo parecía ir en el día normal, hasta que ¡pum! Observó nieve caer.

Miro hacia el cielo azul con las esponjosas nubes dejando caer copos de nieve inundando el suelo de un casi blanco perfecto porque aún había pequeños retazos de tierra verde y cafe. Draco había tenido razón, ni un alma en pena se había asomado por aquí, todos debían de estar en la segunda competencia de los Tres –o bueno, cuatro– Magos esperando el furor de saber quien ganaría. Suspiró haciendo un pequeño vaho volar sobre de ella por su aliento, su amigo Harry le había implorado que lo acompañara a la prueba, pero ella ya había hecho planes y no podía cancelarlos porque simplemente se vería mal y porque, si era sincera, quería estar con Draco.

Y como si hubiera sido invocado, Draco apareció doblando la esquina de uno de los pasillos que conectaban a la entrada de Hogwarts, estaba vestido con la sencillez del color negro, también llevaba un rubor por el frío y cojeaba por la dificultad de la nieve que aún no endurecía, Draco no llevaba su gorro dejando ver su despeinado cabello volar por el viento que le azotaba, su chaqueta parecía muy caliente lo cual venía perfecto a la ocasión, su camisa oscura perfectamente planchada estaba fajada por su pantalón del mismo tono, tenía en su cuello la bufanda de los colores de su casa. Draco sonrió al verla ahí parada y temblando un poco por el frío.

— ¿Llego tarde? —quedó frente a ella con los labios fruncidos, había salido temprano para poder llegar diez minutos antes de lo acordado, pero parece que _______ le había ganado.

— No, yo ya tenía buen rato... —susurro aceptando su exagerada puntualidad.

Pero no era su culpa sentirse nerviosa por la primera cita formal que tendría, ella sonrió un poco, ¡que más da! Tarde o temprano, ella de alguna manera iba a llegar hacía él. Estiro sus brazos para calentarlos y con sus manos froto sus brazos en un intento de calentarse a si misma, si funcionó pero lo hizo porque Malfoy se había acercado a ella para abrazarla con fuerza y dando su calor corporal como un pequeño escondrijo perfecto para ella. Ella se recostó en su pecho y froto su mejilla en su la camisa de él, quería impregnarse del aroma de su novio.

— Perdón por hacerte esperar entonces... —susurro en el oído de _______—. Trataré de llegar más temprano.

— ¡N-no es necesario, Draco! —se alarmo la chica— Es mi culpa, simplemente estaba muy emocionada que no pude evitar estar aquí... Esperándote.

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