Capítulo XVIII

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Habían pasado tres meses, largos y exhaustos para _______. Por más que había intentado moviendo tierra y mar para solucionar el gordo problema de la muerte de su madre con Draco, éste le dejo claramente con todas sus acciones que no tenía ni la más remota intención de volver tan siquiera a verla de reojo. Fue un gran golpe para ella y esa sensación la frustraba porque era nueva, casi no dormía y no solo por Draco si no que era cada vez más vivido la muerte de su madre en sus sueños, se negaba a pensar que podría llegar a odiar a la familia Malfoy porque aunque lo intentará seria un fracaso. También sus pesadillas se mezclaban con una gran casa tétrica que le daba mal augurio, a veces hasta soñaba estar adentro de esta y escuchar un leve silbido y algo moverse entre sus piernas.

Gritaba también por las noches o cuando tomaba una siesta por el día, una vez ayudando a Harry a estudiar pociones terminó recostada en el regazo de su primo descansando de los terribles insomios  pero su grito desgarrador mientras dormía asusto a todo alumno que estuviera cerca de ahí. Potter al escucharla gritar de aquella manera se puso pálido y trato de despertarla. Pero cuando abría los ojos y despertaba echa a puro sudor no recordaba nada. Su salud también estaba por los suelos, se sentía débil y había adelgazado bastante que sus amigos tenían miedo de que se rompiera como una ramita flacucha.

Todos sus problemas los asociaba con Draco, o eso creía, porque sus amigos pensaban que era otra cosa más aparte de "romper con tu novio de unos cuantos días". Ahora, retomando su lamentoso sufrir, cada vez era más difícil ignorar las burlas hacía ella, cada vez la empujaban mas por los pasillos, le perdían sus pergamino, libros, plumas y tinteros. Ella mantenía el silencio de su constante acosamiento de compañeros, ahorita mismo estaba el ambiente del último torneo y en cuanto mas se acercaba más enfermiza se le veía, no quería opacar los problemas de su amigo Harry con los suyos.

En ese momento estaba en un bloque del castillo escondida cerca de la puerta hacía el Gran Comedor, respiró varias veces, entrar a ese gran lugar era cada vez mas difícil, tenía que fingir que todo se encontraba bien y no echarse a llorar ahí mismo, sonreír y de vez en cuando reírse, evadir los comentarios hacia su persona: "Estás más delgada que hace unos días", "¿estas bien?", "Últimamente te veo decaída", "Te vez pálida, bueno, mas de lo normal", "¿Dormiste? Porque no parece", "Ah, ya veo, volviste a tener pesadillas". 

Salio de su escondite, camino con sus pasos resbalando en el suelo de piedra y por fin entro al caluroso lugar, sus amigos que los ubico con rapidez estaban riéndose y platicando como siempre se les veía: alegres. Sus manos estaban en sus bolsillos con un leve temblor, últimamente vivía con la cordura al borde de un precipicio y con el miedo de que alguien le hiciera una broma pesada, llego hasta con sus amigos que levantaron la mirada.

— Hola —dijeron al unisono.

— Hola, chicos —sonrió bajito sentándose al lado de Harry.

— ¿Te encuentras mejor, _______? —sonrió Hermione dándole ánimos.

— Hoy desperté a todas mis compañeros con mis gritos, me tiraron... —empezó a bajar su voz, iba a decir que le tiraron agua fría para despertarla...

— ¿Te qué? —medio grito Ron con su perfecta boca llena de comida.

— Nada... —murmuró tomando un pedazo de carne y comiendo esté al instante.

— ¿Segura?

______ solo asintió.

— Últimamente te notamos muy, muy, muy mal... y tu nunca estas mal. Siempre estas neutra.

______ sonrió negando con la cabeza.

— Tengo Pociones con Slytherin. —Se quejó Hartland, se recostó en el hombro de su primo y cerró los ojos un poco—. Y sigo sin poder dormir...

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