Capítulo XXVII

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Se levantó después de dormir toda la noche en la alfombra pequeña del baño y parte del piso, cuando se sentó una sinfonía de huesos tronando se escuchó, movió el cuello sintiendo un dolor muscular terrible en muchas zonas de su cuerpo. Se recargo en la pared mirando hacia el techo, de seguro tendría un aspecto horrible con unos ojos hinchados y todo el rostro sucio.

Con trabajo se levantó del lugar, cada paso era una tortura para ella y se prometió no volver a dormir de nuevo en un piso frío, abrió la puerta y acto seguido el cuerpo de Draco cayó ante ella medio dormido, cuando golpeo el piso él se incorporó asustado pelando los ojos mirando a todos lados, _______ soltó una risita y se agachó al nivel de él, Draco la miro con los ojos medio dormidos.

— ¿Estas bien, Draco? —susurro _______.

— Uhm, sí, sí, sí... solo esperaba —bostezó— a que salieras del baño desde ayer...

— Pero no deje cerrado, ni con magia ni con pestillo —______ vió como Draco se sobaba la nuca.

— _______, no se como diablos le hiciste para cerrar con magia sin una varita, busque un montón de hechizos pero no sirvieron —se quejo Draco con una mueca de dolor.

— ¿Estas bien? —______ se acercó más tomándolo de las mejillas analizando.

Cuando se trataba sobre Draco, ______ podía ser un poco mimosa y ligeramente paternal, pero era más como un simple reflejo por el amor que le tenía a su novio. A pesar de los malos días que habían ocurrido al cruzar sus ojos con los de él, _______ se concedió una sonrisita que le provoco un sentimiento inexplicable que la hizo aplastar las mejillas de Draco haciendo que sus labios estuvieran fruncidos para estampar sus labios contra los de Draco en un tierno beso, el se quejó con sorpresa disfrutando la iniciativa de su novia.

— Siento causarte problemas, en serio... —susurro _______ una vez que su beso se rompió.

— El señor Tenebroso quiere verte, será mejor que te arregles —le cortó en ese instante—. Mamá te ha dejado ropa, esperó que te quede.

Ella asintió, la ropa estaba en la cama, dió unos pasos hacia la vestimentas viéndolas de reojo sin interés, lo más probable es que le quedara flojo pues mayormente todo la ropa solía calzarle mas grande de lo debido terminando arreglando eso con magia, y si llegaba necesitar ajustar la ropa pues no podría porque no tiene varita, pensó amargamente. La ropa es envejecida alentando poco a _______, volvió a estar encerrada en ese baño. Por fin, agradecida por la bondad de Merlín, tomaría un baño.

No tenía ninguna prisa, espero a que la tina se llenará con el calor del agua mientras buscaba en un pequeño cajón jabones, champú, toallas y un estropajo, absolutamente todo encontró ahí y muchas cosas más, algunas pociones de Lady Margarita, una bruja bastante famosa por crear un montón de productos para la belleza de muchas brujas. Ella sonrió burlonamente, pues Selyus derrochaba la mitad de sus galeones en esas cosas. Decidido usar una se esas enigmáticas pociones, solo por que le recordaba a su hermano el medio narcisista, el título en ese frasquito estaba hecho a mano en una pequeña hojita: Permanencia de Cacao.

Destapó el frasquito y el olor se impregnó por toda la habitación, era una loción que te aseguraba permanecer en la piel durante tres días siendo inclusive contra el agua o otro tipo de percance dejando también una piel suave por propiedades misteriosas (según lo que decía la notita) que hacían única a Lady Margarita.

"Debe de ponerse —leyó en su mente las instrucciones— después de finalizar la ducha, poniendo un par de gotas en cualquier parte del cuerpo y la magia de la belleza hará lo demás.
Nota: Si quiere que el olor de Permanencia de Cacao duré, puede encontrar en Lady Margarita's Perfumery con contraesquina del Banco Grynggots en el reconocido Callejón Diagon, se le ofrece la línea de Permanencia de Cacao que le otorga un jabón de cacao, champú de Fresas Salvajes –que le da un toque más dulzón junto al cacao–, crema del mismo olor ¡que hasta las mismisimas abejas querrán polinizarla!"

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