Capítulo XXIX

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Volvieron a Malfoy Manor, con la reciente muerte de Albus Dumbledore en su mente Draco dejó a una cansada _______ sobre su cama, se hinco a la orilla de la cama frente a ella viendo su rostro descansar con las mejillas sonrojadas, la frente arrugada levemente como si estuviera soñando, ella había crecido tanto. Ya no tenía facciones de niña pequeña, había adelgazado un poco esos cachetes dandole un poco mas de gracia a su rostro, los ojos tenían esas pestañas rizadas que la hacían ver ojos más grandes que a veces lo miraban con desaprobación, las pecas que de niña se espacian como vómito habían desaparecido de poco en poco... Aún seguia siendo bella para él, pensó.

Metió su mano a su bolsillo de su chaqueta, había una pequeña cajita que sostuvo en su palma, la abrió dejando entre ver un anillo poco común. Reliquia de un Malfoy, era claro, era un anillo de color bastante curioso pues si se te quedabas viendo lo suficiente aquel objeto podías ver una noche estrellada y despejada, le pertenecía a Draco de parte de un regalo de su abuelo al cual nunca conoció. Ahora, viéndolo acompañado de una piedra rojo transparente con forma de cuadrado, deslizo el anillo en el dedo anular de _______.

— Es una promesa, _______, de que estaré a tu lado por siempre si tú lo estarás para mí también, ¿qué dices?

Sonrió Draco, obviamente _______ no contestaría. Se coló con ella en la cama para poder dormir abrazado de ella, a su lado todo mejoraba a pesar de aquella nochecita en esa desdichada torre.

Tenían que volver a Hogwarts por órdenes directas de Lord Voldemort, con esa nueva administración que no auguraba nada bueno se encontraban en la estación del Expresso Hogwarts, de nuevo, _______ estaba agotada, pues tendía a estar al lado del señor Oscuro otorgándole avistamientos del futuro, claramente ella solo decía verdades a media, y cuando Lord Voldemort se enteraba era torturada por la mismísima Bellatrix Lestrange frente a los ojos de Draco Malfoy para mala suerte de ambos. Al menos, se estarían alejando de ese infierno, aunque claro entrarían a otro pero menos doloroso.

— ¿Estas lista? —la tomo de la mano y miro aquel anillo en la mano izquierda de _______.

Ella se había despertado mirando el anillo conmocionada, él la beso esa mañana y le dijo que la amaba. Draco frotó su nariz contra la mejilla de _______, al principio lo miró sonrojada y sin creerlo.

— ¿Qué tratas de decirme con esto, Draco? —dijo ella ese día, observando el anillo.

— Bueno... —se sonrojó Draco mostrando que estaba nervioso— Nada en realidad, solo es... un anillo que quise regalarte.

— Oh, entiendo.

Encontraron una cabina solitaria en todo ese tren, no les sorprendió ver algunos mortífagos vagabundear por los pasillos como si fuesen reyes de aquel lugar. ______ miro entristecida el lugar, llevando un libro entre sus manos que comenzó a leer cuando el tren empezó a avanzar agarrando velocidad hacia el nuevo Hogwarts. No puso mucha atención a lo que hacía Draco, estaba ensimismada en las páginas del libro que no se dió cuenta en el momento en que él se sentó a su lado y se inclinaba para poder ver lo que ella estaba leyendo.

— ¿Qué haces, conejita?

— Leyendo, Draco —dijo distraída buscando una página en particular.

— Bueno, cambio de pregunta: ¿qué estas leyendo, cariño? —rodó los ojos Draco.

El término de la magia antigua.

— ¿Y eso para qué?

— Haces muchas preguntas, Draco, ¿estas aburrido, verdad? —mencionó _______ mirándolo a los ojos—. Hace tiempo mi hermano, Arwen, me dijo que leyera la página de un libro. Nunca lo hice, se me olvidó hasta ahora...

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