Capitulo 10

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Son las 12 en mi país y dentro de unas horas tengo que ir a la escuela... Amenme.

...

Jordan empezó a alistarse para dormir, sacó su pijama que se encontraba debajo de su almohada, se la colocó y se recostó en la cama.

El primer paso que haría esa misma noche sería averiguar si su esposo sospechaba algo, si bien este no paraba mucho en casa por su trabajo que era casi tiempo completo, no era tonto además era muy observador. Escuchó como la puerta de la habitación fue abierta dejando ver a Noah; observó como este se empezaba a cambiar y habló cuando ya se iba a echar con él.

—¿Cómo te fue en el trabajo cariño? —distrajo.

—Bien—suspiro—. Todo normal por ahora en Beacon.

—Que bueno—sonrió.

—¿Tú cómo has estado? —Noah se acomodó quedando cara a cara con Jordán.

—Bien—le regaló una sonrisa—. Algo agotador, Sofi es una bala y bueno, Stiles es Stiles—bromeó logrando una sonrisa de parte d Noah.

—Me lo imagino—bostezo.

—Hablando de Stiles—empezó a indagar—. No lo has notado, no se, ¿raro?

Una carcajada de parte de Noah le extraño.

—Amor, Stiles es raro siempre—lo abrazó y besó su sien—. Solo duerme, mañana tengo turno doble.

—Claro que sí cariño.

Jordán respiró tranquilo, Noah no sabía nada, aún. Aún no sabía que haría para ayudar al menor, pero ya se le ocurriría algo.

Los días pasaron de una manera larga y pesada.

Stiles escuchó su alarma, lloriqueando la apagó. No quería moverse, sabía que día era y él, no quería irse.

Cuando su puerta fue abierta se tapó hasta la cabeza con la frazada de plumas que tenía.

—Será mejor que te levantes—oyó la voz de Jordán mientras sentía un peso extra encima de él.

—No quiero—soltó un gemido—. ¡Compasión!

—Stiles… vamos, arriba. Tu papá ya se fue.

Unos saltos en su cama y risas hizo que saliera de su escondite mirando a Jordan y a Sofi.

—No quiero

Jordan rodó los ojos antes la forma tan infantil de actuar que traía Stiles, que solo jaló las sábanas hasta el piso.

—¡Oye!—sentía el frío hasta los huesos.

—Stiles vago —se reía su hermana de él. Suspiró y se paró de su cama ignorando a ambos para entrar al baño.

—¿Yo también puedo faltar?—la mirada que le daba su hija lo llenó de ternura.

—Claro que no pequeña, es hora de cambiarte—la cara de la pequeña se deformo un poco—. Y ni se te ocurra llorar Sofi, no cambiaré de opinión.

Stiles abrió la llave dejando que el agua recorriera su cuerpo. Había hablado con Derek el día anterior y habían quedado en que iría a recogerlo a la universidad después de su última clase, si bien no sabía que harían Jordan con Scott para evitar que su padre vaya, esperaba que funcionara; salió y se vistió. Era el gran día y tenía que afrontar la realidad como el hombre que era; tomó su mochila y se dirigió hasta la universidad.

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