Los últimos días junto con Tamao fueron muy divertidos e interesantes, nada de responsabilidades y pudimos jugar mucho e hicimos todo lo que queríamos hacer.
Aprendí muchas cosas de Tamao como que su madre trabajaba en una floristería muy importante, además que su madre también estudió en Miator con mi tía, ella tambien supo muchas cosas de mi, como el nombre de los integrantes de mi familia y donde vivía anteriormente. Puedo decir que nuestra amistad iba creciendo poco a poco y ella se iba ganando cada vez más mi cariño.
Pero despues de los días libres regresamos al lunes, de nuevo teniamos que ir a clases.
Yo me encontraba dormida, quería no despertarme jamás, no quería ir a estudiar.
- Nagisa, despierta- decía Tamao en mis sueños
- Nagisa, despierta- repetía, al parecer no era un sueño.
Sentí que me hacían cosquillas en mis mejillas
- despierta- dijo Tamao. En aquel momento me desperté y observé que en verdad era Tamao que me hacía cosquillas para que me despierte
- Tamao, ya te he dicho que no me hagas cosquillas- dije aparentando estar enojada, ella únicamente rió suavemente
- hasta cuando está enojada mi Nagisa se ve tan linda- dijo Tamao sonriendo
- no me digas eso, me da igual- repliqué volviendome a recostar y cubrirme con las sabanas.
- vamos, levantate Nagisa, mira que el uniforme que estuviste esperando por fin llegó hoy- dijo Tamao.
En ese momento me levanté de un salto, el sueño que tenía se fué al instante.
-¿en serio?, no puedo creerlo, por fin podré usar uniforme como todas- dije muy emocionada, ya me parecía a Tamao emocionándome por cosas así. Tamao sacó una caja grande, al abrirla estaban ahí: mis dos uniformes, uno negro y otro verde tal como me había contado Tamao.
- bien, el uniforme verde debes guardarlo muy bien debido a que falta aún tiempo para usarlo- replicó Tamao. Eso hice, guardé el uniforme verde y únicamente quedé con el negro en mis manos.
A la velocidad de Tamao me arreglé en un abrir y cerrar de ojos y estaba lista para ponerme por primera vez mi nuevo uniforme.
Tamao se acercó a mi y empezó a desabotonarme mi pijama.
- esto Tamao, yo puedo hacerlo sola no te preocupes tanto por mi- dije algo avergonzada
- no seas tan modesta Nagisa, a todas nos es dificil ponernos el uniforme al inicio, deja que te ayude hasta que tengas el truquillo- respondió Tamao la cual ya tenia dos botones sueltos de mi pijama y se me alcanzaba a mirar el pecho, al darme cuenta me sonrojé y me hice para atras, pisé la sabana de mi cama y caí de espaldas junto con Tamao al piso.
-vaya, lo siento mucho- dijo Tamao quitándose de encima de mi.
- está bien, no pasa nada- respondí.
Tamao me insistió tanto que al final permití que ella me ayude a poner mi uniforme, lo cual fue una buena idea, ya que era verdad que era algo dificil sobre todo la corbata debido a que no sabia hacer el nudo de esta.
- te queda muy bien tu uniforme, justo a la medida- dijo Tamao sosteniendo el espejo para que me pueda mirar
- si, me agrada mucho usar este uniforme- respondí.
- muy bien, ahora deja que te arregle el cabello- dijo Tamao sacando de su bolsa sus articulos de peinado
- está, bien- respondí sentándome para que Tamao me peinara.
Al inicio me daba algo de vergüenza que Tamao todos los dias me peinara como si yo sola no pudiera hacerlo, pero Tamao siempre me pedia de favor que le deje hacer mi peinado todos los días, ya me habia acostumbrado, así que ya me era natural que ella todos los días me peinase; lo unico malo es que Tamao se inspiraba demasiado y se tardaba muchisimo en terminar, y ese dia no fue la excepción.
Recuerdo haber estado sentada por un buen rato mientras Tamao terminaba.
- por fin terminé, quedaste hermosa- dijo Tamao orgullosa con el trabajo que habia hecho
- eres muy buena para esto Tamao, muchas gracias. Supongo que ya es hora de ir a la cafetería a desayunar e ir a clases, ¿que horas son?- le pregunté a Tamao.
En ese momento, Tamao miró su reloj y se quedó callada un momento.
-¿Sucede algo?-pregunté
- So.son las 7:50am- respondió Tamao poniéndose pálida.
No dijimos nada más y salimos corriendo a toda prisa hasta nuestro salón de clases
-Tamao ¡¿como pudiste perder la noción del tiempo peinándome?!, ya es muy tarde, si no nos damos prisa llegaremos tarde a clases- dije mientras corría
- lo siento mucho Nagisa, es que si no te dejo perfecta no me quedo a gusto- respondió Tamao igual corriendo
- vaya, no tienes remedio- repliqué.
Tamao era mas veloz que yo al momento de correr, ella iba adelante mio, corrimos mucho hasta llegar a las escaleras para bajar a la primera planta; ambas ibamos bajando muy rapido, pero de repente Tamao se detuvo de golpe, yo no alcancé a detenerme y pasé delante de Tamao.
Había una razón por la cual Tamao se detuvo, había un grupo de estudiantes frente a nosotras, justo con una de ellas estuve a punto de chocar, ella me sujetó y me salvó.
- ¿te encuentras bien?- preguntó la chica. En ese momento después de haber retomado el aliento, subí la mirada y pude observar a la chica
- s.señorita Etoile- dije sorprendida y apenada
- nos volvemos a encontrar- dijo con amabilidad
-esto, muchas gracias por ayudarme, discúlpeme, es que vamos tarde a nuestras clases por eso veníamos corriendo- dije apenada. Una chica detras de la Etoile me dirigió la palabra, era la presidenta Rokujou.
- señorita Aoi, no importa la razón por la cual sea, pero la hermana te hizo repetir 20 veces cada norma del colegio, y en una de ellas está la norma de que está prohibido correr por los pasillos, ¿la recuerdas?- dijo la presidenta Rokujou muy estricta como siempre; al parecer la presidenta y la Etoile iban para todos los sitios juntas siempre.
-lo siento, mucho. No volverá a pasar señorita- respondí
- eso espero- dijo la presidenta
-Aoi ¿ es tu nombre?- preguntó la Etoile Shizuma
- e.s Nagisa. Aoi Nagisa señorita- respodí muy nerviosa, no se pero siempre me ponía nerviosa en frente de la Etoile.
- Nagisa, que nombre mas bonito- dijo la Etoile acercándose a mi y acercando sus manos a mi pecho.
- esto, señorita- dije con nervios de que me tocara en ese lugar. Ella no se dirigía a mi pecho sinó a mi corbata del uniforme, con sus manos arregló mi corbata.
- tenias torcida la corbata Nagisa- dijo la Etoile mirandome a los ojos amablemente.
Cuando miraba sus ojos era como si quedara en una especie de trance, mis fuerzas se iban y quedaba como un juguete al que podian hacer lo que quiera con este.
-m.muchisimas gracias señorita, tal vez se torció mientras corría- respondí con timidez
-¿tu uniforme es nuevo?, te queda muy bien- dijo la Etoile sin quitarme los ojos de encima
-est..muchisimas gracias.. si señorita es nuevo, me acaba de llegar hoy- respondí.
En ese momento varias chicas de diversas aulas cercanas se asomaban por la puerta para mirarnos a la Etoile y a mi, asi como en la cafeteria aquella vez.
-¿en serio?- dijo la Etoile la cual me tomó mi cintura y mi cara como la ultima vez. Nuevamente estaba indefensa, parecia una muñeca. La Etoile acercaba cada vez más sus labios a los mios y yo no podía hacer nada para evitarlo.
Tenia el corazon palpitando muy fuertemente, cerré mis ojos ya que por más que lo intentara no podia moverme en esa situacion. Todas las estudiantes daban aires de sorprendidas desde sus aulas se las escuchaba suspirar.
Estabamos a unos cuantos centímetros de besarnos cuando el reloj de la entrada repicó las 8:00am. La Etoile me soltó en seguida, y pude volver a moverme.
-Nagisa, debemos irnos ya es muy tarde- dijo Tamao desde atras
-tienes razón Tamao, con su permiso señorita nos retiramos- dije amablemente a la Etoile Shizuma.
-que tengas muy lindo día- dijo la Etoile.
En ese entonces Tamao y yo nos fuimos a nuestra clase esta vez caminando aunque ya íbamos tarde, procuramos no correr.
-que susto he pasado, de repente La Etoile me quería besar. Sentía como si el corazón se me iba a salir del pecho.... no, aún siento que mi corazon late fuertemente- decia a Tamao mientras ibamos camino a la catedral.
Tamao puso una cara algo seria a lo cual no puse atención.
- la señorita Shizuma es tan directa contigo porque eres demasiado linda- dijo Tamao
-¿demasiado linda?- pregunté
-bueno, es la verdad- respondió
-¿ah?- emití ese sonido
- bueno, vamos Nagisa se nos hace aun mas tarde- dijo Tamao.
Las dos seguimos nuestro camino hasta que llegamos a nuestra aula de clases.
Me sentí aliviada al mirar que la profesora Oosaki aún no llegaba, pero ya estaban todas las estudiantes en sus asientos. Apenas entré al aula, todas las estudiantes se lanzaron hacia mi encerrandome en un circulo quedando yo en el centro
-Oye, ¿es verdad que casi te besa la señorita Etoile? - dijo una chica entre la multitud
-aah, eso- respondí avergonzada
-entonces ¿es verdad?- replicó otra chica
- ¿como es que se han enterado tan rapido?, Si apenas han pasado unos minutos- preguntó Tamao
-hay un gran revuelo en toda la residencia por esto desde que pasó eso en la cafeteria y ahora una vez mas, la noticia ha volado por toda la escuela- respondió otra chica
-¿como fue?-
-¿te latía el corazón muy rápido?- decían muchas chicas a la vez
-no, sobre esto- decía avergonzada sin saber a quien responder primero
- los labios suaves de la señorita Etoile estaban frente a ti-
-bueno... es... que- repetía sin poder responder
- que envidia-
-aunque sea una vez, quisiera que la Etoile me saludara-
- acabas de llegar y ya tienes el afecto de la señorita Etoile, que asombroso- decían muchas chicas a la vez
-Tamao, por favor ayudame, te dejo el resto a ti- dije mientras me iba alejando para salir del salón. Pero en la entrada y en el pasillo habian muchas mas chicas las cuales eran de otras aulas.
- venga cuentanos, por favor- seguían diciendo las chicas sin dejarme en paz hasta que les cuente.
En ese momento llegó mi salvadora, la profesora Oosaki pidió a todas las estudiantes que tomaran asiento y a las de otras aulas solicitó que regresaran allá.
Teníamos clase de Francés, literalmente era mi peor materia ya que en mi instituto anterior no estudiabamos francés, yo apenas era una principiante en esto, aunque el resto de chicas ya iban muy adelantadas puesto que ellas llevaban estudiando francés desde primer año.
-ya me lo habian dicho pero, la Etoile es super popular, no puedo creer que tantas chicas me rodearan para preguntarme por ese suceso; aun asi ¿por qué razón ella hará eso?. Cuando la miro a los ojos quedo indefensa- me decía en la mente mientras estaba en clases.
Las clases pasaron y por fin llegó la hora del almuerzo.
Tamao pidió en la cafeteria muchos postres los cuales tenían un aspecto de ser deliciosos.
- que bien se ven, se ven deliciosos- repuse yo mientras tomaba un poco de todo
- abre la boca, di aaaaaah- repuso Tamao con una cucharada de postre la cuál recibí con mi boca
- está delicioso- afirmé
- si, aparte de la comida de nuestro desayuno, almuerzo y cena, la cafeteria ofrece a la venta muchos manjares y dulces exquisi..... ¿eeh?- dijo Tamao asombrada mirando mi plato
-¿que sucede?- pregunté
-no me di cuenta en que momento terminaste, ¿tenias tanta hambre?- preguntó Tamao
-este.. lo que pasa es que debido a lo ocurrido esta mañana no alcanze a desayunar por eso tenia tanta hambre- dije avergonzada limpiandome la boca con una servilleta
-¿quieres la mitad de mi postre?- preguntó Tamao partiendo en dos su pastel
-¿Eh? No, no pasa nada... eso no esta bien- dije. Pero Tamao insistia
-¿en serio?- pregunté
-si, adelante- respondió Tamao muy contenta.
-muchas gracias- afirmé recibiendo su trozo de pastel.
-je, te vez tan linda cuando comes. Por lo que veo te encantan las cosas dulces ¿no es asi?- preguntó Tamao
-Si, las adoro- respondí.
Estuvimos hablando comodamente un buen rato en la cafeteria, me daba vergűenza ser el centro de atencion en la residencia por todas las alumnas. Gracias a la Etoile me habia hecho reconocida.
En ese momento al lado nuestro pasaron dos chicas de grados superiores, a ambas las reconocí ya que ambas siempre iban acompañando a la Etoile, pero en esta ocasión estaban solas ellas dos; recuerdo que la una chica fue la que confundí con la Etoile en aquella ocasión. Cuando pasaron cerca nuestro, Tamao se puso de pié y bueno yo la imité; ella hizo una reverencia hacia ellas dos y estas le respondieron igual.
- señoritas Tougi y Kanou, muy buenos dias- replicó Tamao amablemente a nuestras superiores
-muy buenos dias- tambien dije para no ser la unica que no saludaba entre las dos
-buenos dias señoritas Aoi y Suzumi- respondieron las dos
- em, ¿la señorita Etoile no se encuentra con ustedes?- preguntó Tamao
- los consejos estudiantiles de Miator, Spica y Lilim la han invitado a una comida- respondió Tougi
- hasta luego- dijo Kanou. En seguida ellas dos se alejaron de nosotras.
- vaya, debe ser un honor que te inviten a una comida tan importante- repliqué
- cuando las tres escuelas hacen algo juntas, siempre debe estar la Etoile presente, Nagisa- respondió Tamao
-ser Etoile debe ser un trabajo muy duro supongo- dije con curiosidad
- asi es, estar a cargo de las escuelas no debe ser nada facil, la Etoile debe tener una vida muy ocupada- respondió.
Con la mirada observamos a nuestras dos superiores Tougi y Kanou sentarse en sus sitios para comer.
En ese momento al sitio donde estaban comiendo nuestras dos superiores, llegó una superior más, era la presidenta de Miator, la señorita Rokujou, la cual tenia cierta cara de preocupada, Tougi y Kanou nos dijeron que la Etoile estaba en una comida con las presidentas de los colegios, pero la presidenta de Miator estaba en la cafeteria no en la comida. Ella les dijo algo a Tougi y Kanou y ambas ni siquiera terminaron de comer y salieron junto con la presidenta con mucha prisa.
-¿habrá pasado algo?- pregunté
-yo tampoco lo se ¿que sera?- respondió Tamao.
-espero no sea nada grave- dije pensando en el porqué la presidenta estaba tan alterada en esos momentos.
-por cierto Nagisa. Todos los lunes no tenemos clases en la tarde debido a las actividades de los clubes, ¿has decidido a que club te vas a unir?- preguntó Tamao
-No, ni estoy segura de que clubes hay- respondí. A Tamao le brillaron los ojos como cuando se emociona por algo.
-¿entonces por que no te unes al club de literatura que es al que yo voy?- preguntó muy emocionada como siempre
-¿club de literatura?- respondí con una pregunta.
-Si, me encanta leer y escribir poemas, hoy habrá una reunion en el club ¿quieres que vayamos juntas para que mires de que se trata el club y observes si te interesa?- respondió Tamao poniendose de pié por la emocion.
-pero, no se me dan bien los poemas y esas cosas- respondí mientras tomaba una taza de té
-pienso leer el ultimo poema que he creado- repuso Tamao la cual estaba muy emocionada
-¿poema?- pregunté
- tienes que venir a oirme, ¿vale?- preguntó Tamao.
-claro, iré para escuchar el poema de Tamao- respondí sin defensa posible a esa cara de entuciasmada que tenia Tamao
-¿de verdad?, que feliz me haces- respondió ella tomandome de las manos.
Ambas nos levantamos y seguidamente nos dirijimos a nuestra habitación. Eran la 1:30pm asi que aun faltaba media hora para que la reunion del club empiece; por ende tuvimos tiempo para arreglarnos y charlar un corto periodo de tiempo.
Tamao y yo fuimos hasta el bloque numero 5, era uno distinto al que siempre sabiamos ir a clases, en este bloque se desarrollaban todas las actividades de los clubes, por esta razón era la primera vez que ponía pié en este lugar.
-es en el aula 405, vamos- dijo Tamao sujetandome de la mano. Entramos al aula 405 y era una habitacion oscura que a duras penas llegaba el sol por la ventana, algo asi como las bibliotecas; habian muchas chicas sentadas en una mesa redonda las cuales al parecer estaban esperando a Tamao que llegara.
-muy buenas tardes- dije en voz alta para que todas me escucharan
-muy buenas tardes Nagisa- respondieron todas.
-vaya, no sabia que me conocian- repliqué
-eres el centro de conversacion en toda la escuela desde lo de la Etoile asi que es natural- dijo una chica rubia
-esto, ella viene a ver nuestras actividades del club por hoy, ¿Se puede quedar?- dijo Tamao
-desde luego, eres bienvenida, toma asiento Nagisa- replicó la misma chica rubia. Eso hice, tomé un asiento y estuve ahi observando lo que hacian.
Empezaron a las 2:00pm en punto su reunión, hablaban de muchos libros y poemas, daban sus opiniones, criticas, sugerencias, entre otras cosas, sinceramente estaba muy aburrida y me sentia incomoda puesto que no entendia nada de lo que hablaban, pero aparentaba estar escuchando todo y muy feliz para que Tamao no se sienta mal.
Eran casi las 4:00pm cuando por fin su reunion terminó. En ese momento todas se pusieron de pié. Tamao se puso frente a ellas, supuse que iba a leer su poema que me habia dicho. Era algo muy lindo. Lo he leido tanto que despues de tantos años aun lo recuerdo de memoria.
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Strawberry Panic - Novela Completa
Lãng mạnLa siguiente historia es narrada desde el punto de vista de Aoi Nagisa; una chica alegre y carismática la cual ingresa al instituto femenino St. Miator, en el cual pasará muchas aventuras junto con sus amigas. La siguiente historia es recapitulada...