Al siguiente dia sabado, como de costumbre siempre me levantaba a las 6:30am. Tamao seguia dormida asi que decidí no despertarla, entré al baño, me arreglé, tomé el pañuelo de la Etoile Shizuma, lo guardé en mi uniforme y salí de mi habitación hasta la cafeteria a desayunar. Una vez en la cafeteria recibí mi desayuno y busqué un lugar donde sentarme y pude observar que Chiyo estaba en una mesa, sola con muchos libros.
-muy buenos dias Chiyo, ¿que haces tan temprano con tantos libros aquí en la cafetería?- pregunté
-muy buenos dias Nagisa Oneesama. Es.esto. que sorpresa encontrarla aqui- dijo Chiyo nerviosa.
-no te pongas nerviosa, no te voy a comer. Es la primera vez que estamos las dos sin nadie más.- dije amablemente
-si.si es un gusto verla por aqui- dijo Chiyo sonrojada.
-bien, ¿y que estas haciendo a estas horas?- pregunté con curiosidad.
-es.estaba haciendo mis tareas del fin de semana para el resto de tiempo, pasar al lado de mis Oneesama- dijo Chiyo.
-que linda, eres muy responsable en tus estudios, te felicito- dije sentándome al lado de ella para desayunar.
-muchas gracias Oneesama, es que me gusta mucho estar con ustedes por eso me esfuerzo al maximo- respondió ella.
-me alegra mucho oir eso, por cierto ¿necesitas que te ayude en algo?- dije.
-¿en serio?- dijo Chiyo a la cuál le brillaban los ojos.
-si por supuesto, soy tu hermana mayor así que si necesitas que te ayude en algo puedes decirme- respondí.
Estuve ayudando a Chiyo en sus tareas hasta que por fin terminamos casi a las 9:00am.
-es usted muy amable e inteligente. Muchas gracias Oneesama- dijo Chiyo tomándome de las manos.
-no digas eso. Son cosas de primer año así que por eso te puedo ayudar pero no es que sea inteligente ni nada por el estilo. ¿sabes?, Tamao es mucho mas inteligente que yo. Ella tiene las mejores calificaciones de todas las del cuarto año- respondí.
-¿en serio?. Me alegra mucho oir eso que tenga a dos Oneesama que sobresalen tanto en el colegio- dijo Chiyo asombrada.
-es algo vergonzoso que digas eso. No es para tanto- respondí. Ambas estuvimos platicando muy alegremente hasta casi medio dia. Era el primer día en que Chiyo y yo estabamos hablando solas sin nadie mas.
-bueno Chiyo, ha sido muy lindo estar hablando contigo todo el dia pero ya me tengo que ir- dije levantandome de mi lugar.
-¿puedo ir contigo?- dijo Chiyo la cual no se quería separar de mi.
-muchas gracias Chiyo, pero creo que iré sola- respondí, quería ir a ver a la Etoile yo sola. De alguna manera me sentia mas a gusto.
-esta bien Nagisa Oneesama. Iré a ver a Tamao Oneesama a su habitación para jugar un rato con ella- dijo Chiyo igual levantándose.
-vale, que te vaya bien Chiyo- respondí. Ambas nos separamos y ella subió hasta mi habitación y yo me dirigí hasta los dormitorios de las de la clase de la nieve (sexto año).
Ya conocia este lugar pero jamas me habia preguntado cual era el dormitorio de la Etoile. Era un pasillo muy largo. Después de todo habian muchas estudiantes en sexto año. En cada puerta estaban escritos los apellidos de cada pareja de compañeras de cuarto, avancé por muchas puertas hasta que llegué a una puerta que decia "Hanazono - Rokujou". Me di cuenta que esta era la habitación de la Etoile puesto que ella era Hanazono Shizuma. Y bueno Rokujou era la presidenta del consejo estudiantil, no sabía su nombre porque siempre me dirigía a ella por su apellido.
-señorita Etoile, señorita Etoile- dije en voz alta mientras llamaba a la puerta, pero nadie salía de la habitación. Golpeé varias veces pero sin resultados, al parecer nadie estaba en esos momentos.
-¿y ahora que hago?, encontrar a la Etoile en el colegio es como buscar una aguja en un pajar. La ultima vez la encontré en el bosque al lado de ese viejo arbol, ¿será posible que ella se encontrara ahí?. Primero preguntaré en los bloques despues iré a buscar allá- me dije en la mente.
Fuí habitación por habitación buscando a la Etoile pero no se encontraba en ninguna parte y nadie me daba información de ella; eran casi la 1:00pm y aún no la encontraba. Me dirigí al bloque de al lado el cual era el bloque donde estaban en la primera planta las aulas de las profesoras y en la segunda aún más dormitorios. Pregunté a todas las docentes pero ninguna me daba información de ella. Subí hasta la segunda planta y busqué primero en el sotano y despues busqué en cada una de las habitaciones preguntando a todas las estudiantes pero no me daban información de donde estaba la Etoile, fuí hasta el fondo del pasillo y me acordé que ahi estaba la unica habitación que era individual a la cual había entrado hace tiempo. Probablemente ella esté ahi me puse a pensar. Me acerqué a la puerta e intenté abrirla pero esta estaba completamente cerrada. Intenté de nuevo pero la puerta no se abrió.
-¿que estas haciendo aqui?- escuché una voz atras de mi, era la presidenta Rokujou.
-muy buenas tardes presidenta, lo siento mucho. se que es contra las reglas entrar a habitaciones sin permiso pero es que estoy buscando a la Etoile Shizuma y no la encuentro por ninguna parte- dije apenada al ver que ella me había estado observando forzar la puerta.
-no tienes que disculparte, pero debes saber que esta habitación está fuera de tus limites, no puedes entrar. Nadie vive aqui asi que no hay nada aquí que deba interesarte.- dijo la presidenta muy enojada aunque no sabía por qué, probablemente ella escondia algo en este lugar y no queria que lo mirase, la ultima vez que entré no me detuve a observar lo que habia. Ahora tenía mucha curiosidad.
-lo siento mucho señorita, no volveré a intentar entrar a este lugar- respondí.
-si estas buscando a Shizuma, debe estar en estos momentos en el invernadero, ve a verla allá- dijo la presidenta Rokujou.
-muchisimas gracias presidenta. Con su permiso- repliqué a la presidenta. En seguida me alejé de ese lugar, pude notar que la presidenta no me quitaba los ojos de encima, me miraba como si hubiera hecho algo malo en serio.
-me quedé con la duda, ¿que habrá en ese lugar tan importante para ella?- me dije a mi misma mientras iba camino por el lago hasta el camino de piedras que se dirigía hacia el invernadero.
-bueno, no es algo en lo que me deba meter, lo bueno es que ya sé donde está la señorita Etoile- me dije en la mente. Avancé por el camino hasta que el invernadero se hizo visible.
-disculpe, ¿hay alguien?- dije en voz alta entrando al invernadero.
-vaya si es la señorita Aoi- dijeron Tougi y Kanou puestas delantal ayudado a la Etoile a plantar macetas de flores.
-bienvenida, Nagisa, pasa por favor- dijo la Etoile amablemente, me acerqué a ella silenciosamente.
-m.muy buenas tardes señorita Etoile, esto, queria devol...- dije sosteniendo el pañuelo de la Etoile, pero ella me interrumpió.
-¿podrías sostener esto un momento por favor?- dijo la Etoile con una maceta de flores en sus manos.
-si, claro- respondí guardando el pañuelo en mi uniforme para sostener la maceta.
-muchas gracias-dijo ella dulcemente
-no es nada señorita-respondí.
- ¿te gustan las flores?- preguntó ella.
-si, me encantan- respondí sosteniendo la maceta.
-menos mal, ¿quisieras ayudarnos?- dijo la Etoile recibiendo nuevamente la maceta
-pero, yo no se mucho de esto, podria estropear las flores- respondí.
-no importa, solo haz lo que nosotras hagamos- respondió ella.
-si no es molestia, les ayudaré- dije sonriendo al ser de ayuda para la Etoile.
Tougi y Kanou estaban de un lado y la Etoile y yo de otro lado.
-Tienes que ponerte esto- dijo la Etoile prestandome un delantal para no ensuciar mi uniforme. Yo me lo puse y estaba lista para ayudar.
Era un trabajo muy bello pero a la vez agotador aunque en compañia de la Etoile lo disfruté muchisimo.
-esto, ¿a la señorita Etoile tambien le agradan las flores?- pregunté mientras trabajabamos.
-asi es Nagisa, me gustan mucho al igual que a ti. ¿por que lo preguntas?- preguntó ella mirandome a los ojos.
-es que eso supuse debido a que ya dos veces que la encuentro en este lugar, supuse que es porque le gustaban las flores- dije sonrojandome.
-en parte es porque es mi deber de Etoile, cuidar del invernardero. En los dias con clases trabajamos muy temprano en la mañana y en la tarde aveces hasta la noche, pero aun asi no nos queda mucho tiempo aunque tenga a ellas dos que me ayuden. Es por eso que los sabados trabajamos tanto para tener todo listo - respondió ella terminando otra maceta ya plantada.
- debe ser muy dificil ser Etoile, aunque si yo fuera Etoile no me desagradaria para nada este trabajo de plantar flores- respondí.
-las flores son geniales, si las cuidas con el corazón crecen flores preciosas- dijo ella.
Me sentia tan bien de serle util a mi considerada Oneesama, esta sensación no la tenia con nadie mas. El tiempo se pasó volando.
Estabamos plantando las ultimas flores en las macetas que quedaban, estiré mi mano para tomar la maceta pero la Etoile hizo lo mismo y nuestras manos chocaron.
-ah... lo siento mucho señorita- dije sonrojada.
-no pasa nada, no me moles.... ¿ah?- dijo la Etoile mirandome a la cara.
-¿sucede algo?- pregunté.
Ella tomó su delantal y con el filo de este lo acercó a mi cara.
-tenias lodo en tu mejilla, veo que trabajas hasta con la cara- dijo la Etoile riendo.
Tougi y Kanou nos miraron atentamente y se decian algo entre ellas pero no lograba escucharlas.
-muchas gracias señorita- respondí aún más sonrojada que ella tocara mis mejillas.
-no te preocupes Nagisa, mira hemos terminado- dijo la Etoile.
En el piso estaban plantadas cerca de 50 macetas de flores de distintos colores, se miraban hermosas todas.
-por hoy dejemoslo hasta aquí- dijo la Etoile en voz alta para que Tougi y Kanou igual escucharan.
-entendido- respondimos todas.
-muchas gracias Nagisa, has sido de mucha ayuda- dijo la Etoile mirandome a los ojos.
-no ha sido nada señorita- respondí igual mirándola a los ojos.
Era la primera vez que la miraba a los ojos sin ponerme tan nerviosa que no podia ni moverme.
-no me habia dado cuenta antes, pero la mirada de la señorita Etoile es muy profunda. No se porqué pero me irradian sentimientos de tristeza- me dije en la mente.
-bien, ahora solo nos queda poner las flores en su sitio- dijo la Etoile.
-entendido- respondimos Tougi, Kanou y yo.
-ustedes dos ya se pueden ir- dijo la Etoile dirijiendose a Tougi y Kanou
-¿eh?- respondieron ellas dos.
-ella será de suficiente ayuda- replicó ella.
De alguna manera me alegró escuchar a la Etoile decir eso, quería estar con ella sin nadie mas.
-¿puedes quedarte un poco mas de tiempo?- me dijo la Etoile.
-si, por supuesto- respondí.
Ellas dos salieron del invernadero y regresaron a Miator quedando dentro de este solo la señorita Shizuma y yo.
Ella me pidió que tomaramos todas las macetas y las pongamos cada una en diferentes estantes situados por todo el invernadero, un trabajo sencillo que no tardamos ni diez minutos.
-y así terminamos todas las labores del invernadero por hoy, muchas gracias nuevamente- replicó la señorita Shizuma.
-no ha sido nada señorita, le repito que adoro las flores por eso he disfrutado mucho ayudarle. Ademas en su compañia se ha pasado el dia muy rapidamente, tanto que no quiero que esto termine- dije sonrojada.
-¿no quieres que termine aún?, ¿que te parece si me ayudas a hacer una ultima cosa por hoy?- dijo la Etoile.
-por supuesto, siempre y cuando esté a mi alcance, me siento honrada de poderle ayudar- respondí.
Ella me entregó unas tijeras y también tomó unas para ella tambien, empezó a cortar unas flores del ramo las cuales ya estaban maduras para cortar, yo hice lo mismo que ella en otro ramo de flores del mismo color.
Una vez recolectamos las suficientes cada una, ella envolvió su ramo y el mio con un papel muy hermoso.
-bien, ahora sigueme- dijo la Etoile saliendo del invernadero con un ramo de flores, yo igual la seguí con el otro ramo.
Caminamos por el camino que llevaba al lago muy lentamente. Aunque no me desagradaba, cada momento que pasaba con ella era muy divertido para mi.
-señorita Etoile, ¿a donde vamos a poner estas flores?- pregunté por fin cuando llegamos al lago.
-en la entrada principal del colegio. - respondió ella.
Seguimos caminando hasta los bloques y nos dirigimos al bloque donde estaban todas las aulas donde recibiamos nuestras clases, en la entrada principal habia una gran estatua de Santa Miatre, a su lado habian dos caliz situados a izquierda y derecha de esta estatua. La Etoile puso su ramo de flores en uno de estos caliz y yo puse el mio en el otro.
-no tenia ni idea, que las flores de la entrada principal las plantaba la señorita Etoile- dije admirando a la señorita Shizuma.
-es que lo hago con discreción cuando nadie me vé- dijo ella acomodando las flores de cada caliz.
-es increible, pero el dia de hoy puedo mirar directamente a la cara de la señorita Etoile sin nervios- me dije en la mente sin quitarle la mirada de encima a todo lo que hacia ella.
-ven conmigo- dijo ella adentrandose en las aulas del bloque las cuales este dia estaban todas deshabitadas.
-vale- respondí.
Seguí a la Etoile hasta que ella se adentró en el aula de musica.
Esta casi siempre estaba vacia aunque sea parte de semana, pero este dia en especial parecia como haber estado preparada esperándonos que nosotras dos llegaramos.
Había un gran piano de color negro, la señorita Shizuma tomó asiento frente al piano.
-no sabia que la Etoile tocaba el piano- me dije en la mente.
Empezó a tocar el piano, extrañamente una canción algo melhancolica.
-cada vez que termino de dejar esas flores en su sitio, vengo aquí. Puedo tocar el piano tranquilamente a esta hora ya que no interrumpo a ninguna clase- dijo ella mientras aún tocaba su canción.
Era muy buena tocando el piano, probablemente pertenecia al club de musica. Pero habia algo que me inquietaba y me confundia al mismo tiempo.
Las notas que ella tocaba desprendian tristeza o no se si era por la canción, aunque la Etoile parecia muy feliz tocando en ese momento. Me sentía honrada de ser la persona que escuchara su musica, asi como estar en una clase de recital.
Cerré los ojos escuchando tal angelical melodia, me sentía como si estuviera volando, aquella persona desprendia ciertas emociones de mi que ni siquiera sabia que tenia en mi interior. Tenia ganas de reir y a la vez de llorar, tenia ganas de gritar, unicamente seguí cerrados mis ojos escuchando tocar la melodia mas hermosa que había escuchado hasta ese dia.
De repente sin aun terminar la canción, ella se detuvo completamente, yo abrí los ojos y pude observar que ella tenía tendida su mano hacia mi.
- venga, ven- dijo la Etoile.
-¿eh?- respondí apenada.
-sabes tocar el piano ¿no es asi?- dijo ella.
-¿como supo que sabía tocar el piano?- me dije en la mente.
-p.pero solo toqué un poco cuando estaba en primaria, no soy muy buena- respondí
-ven- replicó ella aun tendiendome su mano.
-vale- respondí.
Iba a tomar otro asiento para sentarme al lado de ella pero esta me detuvo del brazo.
-puedes sentarte aquí conmigo, el asiento es lo suficientemente grande para las dos- dijo ella.
Yo me senté a su lado en el mismo asiento, estaba muy cerca de ella pero de alguna manera a mi no me molestaba y al parecer a ella tampoco, se sentia tan bien esta sensación
-¿que podríamos tocar?- preguntó la Etoile.
-esto.. en verdad yo, no pue...- dije nerviosa ya que no era muy buena tocando el piano.
-bien, ¿has escuchado esta?, es muy sencilla y conocida de donde vienes- dijo la Etoile.
Ella empezó a tocar una melodia que reconocí de inmediato, fué con la que aprendí a tocar piano, era una especie de vals muy lento pero a la vez transmitia nostalgia (la cancion se llama "La priere dune vierge").
-señorita Etoile, ¿como es que sabía que yo sabia tocar el piano y que conocia esta canción?- pregunté con curiosidad.
-¿preguntas por que?, muy sencillo soy la Etoile y es mi trabajo con la hermana ser quien apruebe a las estudiantes nuevas cuando envian su carta de solicitud. Se muchas cosas de ti, las que estaban en tu carta de solicitud- respondió ella.
-ya veo, asi que de esa manera me conoce- respondí recordando cuando conocí a Tamao, ella igual sabia mi nombre por mi carta de solicitud de ingreso al colegio.
-¿y bien?, ¿si sabes tocar esta canción?- preguntó la Etoile.
-s.si, pero no soy muy buena tocando, como reitero no he tocado el piano desde primaria- respondí.
-no importa, el sonido del piano son las ventanas del corazon. Si te sientes triste el piano te lo dirá en la melodia que toques, si te sientes en duda igual te equivocarás mientras tocas- respondió ella.
-bien, tocaré con usted señorita- dije.
Escuchaba atentamente la canción que estaba tocando la Etoile y entré al compáz con ella.
Es uno de mis mas bonitos recuerdos de ese tiempo en Miator, me encontraba tocando el piano junto con la Etoile Shizuma; una explosión de emociones daban color en el aire. Ella tenia razón me sentia tan feliz que el mismo piano hablaba por mi, las canciones de la señorita Shizuma eran tristes y las tocaba con melancolia pero cuando estuvimos tocando juntas, esa tristeza se fue. De alguna manera sentia que ella se divertia como yo tocando a mi lado.
-ha sido muy divertido señorita, todo es gracias a que usted estaba tocando conmigo que pude tocar bien- dije despues de haber terminado de tocar el piano
-lo has hecho muy bien, felicidades- respondió ella.
-señorita, no se si usted quiera pero ¿le apeteceria ir a mi habitación a tomar té con Tamao y yo?. Me he pasado un dia muy feliz y divertido y quiero darle las gracias, ademas que el té de Tamao es delicioso- pregunté con Timidez.
-No- dijo ella secamente
-entiendo, es una lastima- dije algo triste, queria pasar mas tiempo con ella.
-me refiero a que no quiero ir a tomar té a la habitación de ustedes dos, yo tengo mi propio juego de té en el invernadero, asi que yo te hago la misma invitación. ¿quisieras venir conmigo a tomar té?- respondió amablemente.
-¿en serio puedo?, seria un honor, por supuesto que quiero- dije muy emocionada.
- bien, vamos- respondió ella. Me sentia muy feliz que aun no me iba a separar de ella por ese dia, queria que aquel dia no acabara nunca.
Caminamos de regreso al invernadero y entramos. El invernadero era muy grande, tenia un pequeño circulo con varias sillas, asi como una pequeña sala y en medio tenia una mesa. En los cajones del invernadero donde guardaban las herramientas de jardineria y semillas, pude observar que habian muchos mas cajones que tenian varias cosas como libros, comida, un pequeño horno, utensilios de cocina, el juego de tazas de té de la Etoile, entre muchisimas otras cosas.
-impresionante, este lugar tiene muchas cosas parece como si fuera una habitacion solo le falta las camas y los baños- dije impresionada al ver todo eso.
-el invernadero por lo general es de uso unicamente para cuidar de las flores. El hecho es que me siento tan a gusto en este lugar que permanezco la mayor parte del tiempo aquí cuando no estoy en clases por eso traje todas esas cosas. Incluso una vez recuerdo que me quedé dormida en estas sillas- respondió ella.
-yo igual me quedaria para siempre en este lugar, es muy bonito. Mas en compañia de alguien- respondí, miré a los ojos a la Etoile y me di cuenta que ella me sonreia.
- tenemos algunas cosas en común, ambas tocamos el piano, nos gusta el té y amamos las flores- dijo ella sin quitarme la vista de encima.
-cuando me encuentre en sexto año quiero ser como usted, alguien querida por todas- dije sonrojada.
-es un honor escuchar esto de una estudiante nueva. Bien, ¿vamos a tomar té?- dijo ella buscando entre sus cosas.
- si señorita- respondí.
-tengo té ingles, su sabor es un poco diferente al que usualmente tomamos aqui en Japon, ¿te parece si hacemos de este?- preguntó ella.
-si, yo voy a ir a hervir un poco de agua para el té- respondí.
Si quieres hervir el agua puedes hacerlo afuera ya que dentro podria ser perjudicial para las flores el vapor- dijo ella.
-no me tardo- respondí corriendo hacia afuera llevando una tetera vacia.
Fuí al lavamanos y llené de agua la tetera, pude notar que habia una pequeña estufa al lado.
-lo tiene todo preparado para el té, que inteligente que es la señorita Etoile- me dije en la mente.
Puse a hervir el agua, algo que tardó mas de 10 minutos, tomé la tetera en una bandeja y volví a entrar.
-¿como será el té de la señorita Shizuma?, me muero por proba....- me dije en la mente.
Mi mente quedó paralizada al ver lo que vi. La Etoile en la mesa ya habia puesto las tazas de té listas esperando para servirse, lo que si me detuvo fue al ver a la Etoile, ella ya se habia sentado esperando a que yo llegara con el agua; pero mi corazón dolió como si lo atravesaran al mirarla a la cara. Como cuando la conocí, su mirada era distante, parecia muy triste.
-¿por que la señorita Etoile parece tan triste?, parece tan solitaria- me dije en la mente mientras me acercaba a ella.
La Etoile salió de su trance y dirigió su mirada hacia mi, como sorprendida de que la haya visto así ella me dirijió una sonrisa.
-¿señorita le pasa algo?- dije con preocupación.
-no se de que hablas, ¿que ocurre?- dijo ella volviendome a sonreir.
Lo que sea que le pasara al parecer era porque estaba aburrida de tanto esperarme a mi que llegue el agua o eso creí en ese entonces
-No, nada, lo siento- dije quitando mi mirada de confundida.
-bien Nagisa, si ya tienes lista el agua. Empecemos a hacer el té.- dijo ella.
En 5 minutos hizo el té y estaba listo para tomar.
-adelante, dame el honor de ser la primera en probar el té que acabo de hacer- dijo ella conmovida sin apartarme la mirada como si de alguna manera se sintiera feliz.
Tomé mi taza de té y tomé un poco, decia muchas veces en varias ocasiones que el té de Tamao era delicioso, pero comparado con el de la Etoile. Fue la taza de té mas deliciosa que he probado hasta el dia de hoy.
-esta delicioso señorita, es la primera vez que tomo un té tan bueno- dije sin parar de tomar
-el sabor del agua que herviste tambien lo hace tan bueno- respondió ella.
No se como describirlo pero me sentia tan bien en ese momento, como si la tristeza del mundo se acabara, si tan solo el tiempo se detuviera y no avanzara de ese bello momento.
-bien, me alegro que estés tan contenta Nagisa- dijo ella muy feliz igual que yo.
-eres tan genial, señorita Etoile, usted sabe hacer de todo- dije terminando mi taza de té.
-eso no es verdad, hay muchas cosas que no puedo hacer, pero, puedo hacer este té siempre que quieras- respondió ella. Tuvimos la pequeña fiesta de té nosotras dos hasta que pudimos notar que el sol estaba empezando a ocultarse en las montañas.
-Nagisa, ya debes irte- si no vas antes de las 6:00pm se cerrarán las puertas del colegio por el toque de queda- dijo la señorita Shizuma, yo no queria irme pero ella tenia razón.
-pero, y usted señorita ¿no viene conmigo?- dije amablemente.
- yo aun me quedaré a limpiar el juego de té, como soy la Etoile puedo entrar al colegio a la hora que quiera- respondió ella.
-no sabia que ser Etoile tenia esos privilegios, señorita dejeme ayudarle a limpiar el juego de té, despues de todo usted fue la que me invitó- dije acercandome a la mesa.
-no pasa nada, yo limpiaré; despues de todo yo soy la que te tiene que agradecer, "me lo he pasado muy bien"- dijo ella. Escuchar esas palabras me hizo sentir realizadas todas mis metas en mi vida, de alguna manera no me importaba si la hermana me volvia a castigar, yo no queria irme de ese lugar, pero tenia que hacerlo.
-entonces señorita, me retiro- dije sonrojada, no pude evitar abrazarla y despues de esto salí corriendo muy feliz. No me gustaba correr cuando no era necesario debido a que las botas que llevaba de mi uniforme aquella vez eran algo incomodas cuando corria, pero me sentia en las nubes, como si fuera descalza entre ellas, no sentia nada, salí del invernadero y me dirigí de nuevo a Miator por el camino de piedra.
A medio camino me detuve.
-que bien me lo he pasado.... ¡ah!- dije deteniendome de golpe. Metí mis manos a mi uniforme y me dí cuenta.
No le habia entregado el pañuelo a la Etoile.
-se me habia olvidado- me dije a mi misma.
Sin pensarlo volví a correr de nuevo al invernadero, despues de todo seria una excusa perfecta para ver a la Etoile una vez mas por este dia.
Cuando entré al invernadero, me acerqué a donde estábamos tomando el té. El juego de té ya habia sido levantado y la Etoile no estaba ahi.
-¿donde se habrá ido?- me dije en la mente, empecé a caminar por el invernadero para buscarla, me adentré entre unas plantas de gran altura y pude observar a la Etoile en una esquina del invernadero, me sorprendí mucho al verla.
No sabía la razón pero ella se encontraba llorando.
Al verla de esa manera, mi mundo se fué abajo: miles de pensamientos horribles cruzaban por mi cabeza, como cuando reuno muchos deberes para hacer en una sola noche. ¿y si está llorando porque no le gustó nuestro dia?, ¿y si me aproveché de su amabilidad?. Me sentia muy insegura de hablarle en ese estado que se encontraba. No queria molestarla porque si le hablara no sabria que decirle en esa situación. Me dirigí hasta la mesa donde tomamos té y dejé el pañuelo en ese lugar con una nota agradeciendole por el gran dia que pase con ella, a ver si lograba animarla, salí del lugar con un nudo en la garganta.
-¿estará llorando por algo que hice?, ¿que deberia hacer para animarla?. Me siento tan mal, no me gusta verla de esta manera- me decia en la mente mientras me dirigia a Miator nuevamente.
No me gustaba ver llorando a la persona que mas admiraba, esa persona fuerte y que lo sabia todo despues de todo tambien es humana, miles de cosas se me vinieron a la cabeza buscando explicación de que era lo que le pasaba pero nada me encajaba. Sus ojos irradiaban tristeza desde lo mas profundo de su ser, su musica igual hablaba por ella, aunque aparentara ser fuerte se estaba desmoronando por dentro. De alguna manera el tocar conmigo el piano hizo cambiar por un momento su tristeza por felicidad, lo pude notar en su manera de tocar.
-si de alguna manera puedo sacarle una sonrisa a la Etoile para que no se sienta asi. Haré hasta lo imposible por sacarle una sonrisa de su rostro- me dije a mi misma.
Despues del dia tan hermoso que pasé con ella, despues de ver eso regresé hasta Miator con una cara desanimada. Faltaban 5 minutos para las 6:00pm, ya casi era el toque de queda pero no me importaba. Llegué justo a tiempo antes de que se cerrara la puerta.
-¡Nagisa!, gracias a Dios estas bien- dijo Tamao la cual me habia estado esperando en la entrada casi llorando.
-hola Tamao, ¿que estas haciendo aqui?- pregunté dandole un abrazo.
-¿como que que estoy haciendo?, estaba preocupada por ti, te busqué todo el dia porque no te habia visto desde que desperté; Chiyo me dijo que no querias que nadie te acompañara y eso me dio a pensar que estabas en problemas- dijo Tamao sujetandome fuertemente. No podia contarle que habia visto llorar a la Etoile.
-lo siento por preocuparte Tamao- respondí.
-No te disculpes, menos mal no te ha pasado nada, ¿y donde estabas?- dijo Tamao.
-estaba ayudandole a la Etoile a plantar flores en el invernadero que tiene. Y se me pasó toda la tarde en eso- respondí.
Tamao puso cierta cara desagradable por unos instantes.
-esto, ¿dije algo malo?- pregunté.
-no, no. Que bien que te encuentres bien, ¿te parece si vamos a cenar?- preguntó ella.
-lo siento Tamao pero no tengo mucha hambre, ¿me podria ir a acostar?, no tengo muchas energias despues de este dia- respondí.
-vale Nagisa, nos vemos en la habitación al rato, yo iré a cenar- dijo Tamao.
Me dirigí a mi habitación donde tomé un baño, me puse mi pijama y me acosté en mi cama despues de esto. No sabia si estaba feliz o triste en estos momentos, mi cabeza era un enredo. Me llevé platicando sola en mi mente hasta que me habia quedado dormida
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Strawberry Panic - Novela Completa
RomanceLa siguiente historia es narrada desde el punto de vista de Aoi Nagisa; una chica alegre y carismática la cual ingresa al instituto femenino St. Miator, en el cual pasará muchas aventuras junto con sus amigas. La siguiente historia es recapitulada...