Capitulo 16 - Lluvia de estrellas

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Despues de los interminables ultimos dias que habian pasado con la temporada de examenes finales, por fin habian llegado las vacaciones de verano. Antes de estas vacaciones, era tradición elegir si asistir o no a la escuela de verano. Esta escuela de verano comprendia en una excursión voluntaria de tres dias y dos noches que se realizaba con las que aprobaron los examenes finales. Por lo general esta excursión se llevaba a cabo en diversos lugares como montañas, playas, ciudades, campos, entre otros lugares, este año estaba decidido que iriamos a la playa, un lugar a unos 100 kilometros de distancia. El dia anterior o sea dia martes todas fuimos a la ciudad a comprar nuestras cosas para esta excursión, y ahora nos encontrabamos en dia miercoles 16 de Julio.
Tamao y yo estabamos alistando todas nuestras cosas para nuestro viaje.
-date prisa Nagisa, los autobuses empezarán a salir a las 7:00am- dijo Tamao cerrando su enorme maleta.
-ya estoy lista, ya podemos irnos- dije acercandome a Tamao y Chiyo.
-muy buenos dias Nagisa Oneesama, por un momento no la reconocí- dijo Chiyo.
-¿en serio?- pregunté.
-es que su cabello se vé diferente- dijo ella.
-aaa sobre eso, es que por lo general siempre me gusta ir con el cabello recogido pero esta vez ire con el cabello suelto- respondí.
-se vé hermosa Nagisa Oneesama, se mira mucho mejor asi, no quiero decir que se mire mal el cabello recogido  pero...- dijo Chiyo.
-se lo que me quieres decir Chiyo, muchas gracias por el cumplido- respondí sonriendole.
-ya dejemos de hablar del cabello de Nagisa y vamos a la entrada que los autobuses estarán proximos a partir a la playa- dijo Tamao.
Las tres nos dirigimos a la parada de autobuses en donde habian muchisimos autobuses y muchisimas estudiantes subiendose en estos, nosotras nos subimos en el ultimo de la parte de atras.
-que sorpresa no sabia que estarian en el mismo autobus que nosotras- dije a Yaya, Hikari y Tsubomi las cuales se encontraban delante de nosotras.
-¿quien eres tu?, te pareces a Nagisa pero....- dijo Yaya.
-que graciosa eres, si soy Nagisa- respondí
-pero ella tiene el cabello mas corto, eres una copia de ella- dijo Yaya burlandose de mi.
-si solo me dejé el cabello suelto solo eso, no soy tan irreconocible- respondí.
-Nagisa ella lo sabe solo se está burlando de ti, por un momento yo tampoco te reconocí, te vez diferente- dijo Hikari.
-si, ahi pareces una señorita- dijo Yaya riendo.
-mo.. claro que soy una señorita, que esperabas- dije apenada.
-a lo que se refiere Yaya Oneesama es que con el cabello suelto Nagisa Oneesama se mira mas madura- dijo Tsubomi.
-ya dejen de molestarme, no tiene nada de malo llevar el cabello así- dije sonrojada.
El autobus emprendió su recorrido y todas salimos de la residencia fresa.
-que lastima que Shizuma Oneesama no viniera, yo queria estar mucho mas tiempo con ella- me dije en la mente mientras miraba por la ventana.
-¿te sucede algo?, si estas mareada por el viaje solo dilo y hacemos detener el autobus un momento- dijo Tamao mirando mi cara.
-no es nada Tamao, me siento bien- respondí.
-¿estas asi porque la señorita Etoile no vino con nosotras?, has estado asi de pensativa desde hace dos dias- dijo Tamao.
-si- respondí.
-es una pena que la señorita Shizuma no haya podido venir- replicó Tamao.
-asi es- respondí.
-la señorita Etoile tiene muchisimo trabajo durante el verano asi que no puede evitarlo- dijo ella
-asi es- volví a responder.
-ya no me respondas solo con "si" y "asi es", estas muy rara- dijo ella.
-lo siento- dije saliendo de mi trance.
-n.no, no es nada olvidalo- respondió ella.
-vale- respondí algo triste.
-vamos no pongas esa cara- dijo ella.
-esta bien- respondí.
-estás muy callada el dia de hoy, cuando lleguemos a la playa verás que te sentirás mejor- dijo Tamao.
El viaje continuó por casi tres horas, desde mi ultimo encuentro con Shizuma Oneesama algo extrañamente en mi habia cambiado, era como si necesitara estar a su lado para poder estar tranquila, me la pasé todo el viaje pensando en ella, que estará haciendo mientras nosotras veniamos a la escuela de verano.
-¿por que razón me siento asi?, estoy con mis amigas, no es que me la vaya a pasar mal- me dije en la mente.
Aun asi me sentia muy triste aquellos dias.
-mira ya llegamos Nagisa al hotel, aqui nos quedaremos todas las de Miator, y en los otros dos se hospedaran las de Spica y Lilim, es enorme- dijo Tamao.
Yo alzé mi mirada y lo observé.
-es increible, muy grande- dije seriamente.
Tamao agachó su mirada en simbolo de tristeza pero no dijo nada.
Ella estaba muy emocionada por el viaje pero yo no me sentia la misma de siempre.
-venga entremos a dejar nuestras cosas- dijo ella.
-vale, vamos- respondí.
Todas entramos al hotel y la hermana nos entregó las llaves de nuestras habitaciones a cada pareja compañera de habitación. Las dos subimos hasta nuestra habitación, era del mismo tamaño que el dormitorio que teniamos en Miator pero mucho mas elegante.
-mira Nagisa, por la ventana, es una vista maravillosa- dijo Tamao.
Me acerqué a la ventana y pude observar el enorme mar que se encontraba cerca del hotel.
-que hermoso, no miraba el mar desde que estaba en mi anterior colegio- dije sonriendo.
-¿quisieras ir a nadar un rato?, me muero de ganas por ir- dijo Tamao muy feliz.
-no me siento muy bien el día de hoy, creo que si me siento mejor, mas tarde iré a jugar a la playa contigo- respondí
-¿Quieres que me quede contigo?- dijo Tamao.
-por favor vé a divertirte, yo iré a mirarlas- respondí.
-bien, entonces ayudame a ponerme mi traje de baño- dijo Tamao.
-vale- respondí.
Tomé su traje de baño de su enorme maleta, despues le ayudé a ponerlo.
-te vez muy bien Tamao, me agrada el diseño- dije sonriendole.
-vaya muchas gracias, ¿crees que llame la atención de los chicos?- dijo Tamao sonrojada.
-que cosas dices, aqui no hay chicos- dije riendo.
-tienes razón, entonces me voy, nos vemos allá Nagisa- dijo Tamao abriendo la puerta para dirigirse a la playa.
Cuando ella se fué yo me cambié de atuendo por algo mas ligero ya que hacía demasiado calor, despues de esto fui con una sombrilla a mirar como se divertian las chicas.
Una vez en la playa abrí la sombrilla y tomé asiento en la sombra para no recibir directamente el sol, aunque de todas maneras tenia mucho calor.
-ah, Shizuma Oneesama, si tan solo estuviera aquí, la escuela de verano seria mas divertida- me dije a mi misma.
Chihaya, Tamao, Mizushima, Hikari y Yaya estaban jugando en el agua, a su vez Kizuna, Remon, Kagome, Chiyo y Tsubomi estaban construyendo castillos de arena.
Queria estar sola, nunca me habia sentido asi de vacia en mi vida, algo me estaba pasando y no sabia que era.
-¿te sientes bien?, ¿por que estas tan sola?- dijo una voz atras de mi.
-no es nada- respondí girandome
-lo siento, si te molesta, ya me voy- dijo Chikaru.
-lo siento Chikaru, no es necesario que te vayas, no me dí cuenta que eras tu- dije apenada.
-¿te sientes bien?, no eres la misma Nagisa tan feliz de siempre- dijo Chikaru.
-no se porqué pero tengo ganas de llorar- le respondí.
-¿Será mal de amores?- preguntó Chikaru.
-como creés, no estoy enamorada de nadie-respondí bajando mi cabeza.
Chikaru y yo pasamos toda la mañana hasta la tarde en el mismo lugar conversando hasta la hora del almuerzo.
-bien, nos vemos despues Nagisa, que pases linda tarde- dijo ella alejandose de mi y dirigiéndose donde sus amigas de Lilim de quinto año.
Tomé asiento en espera de mi almuerzo, me volví a acurrucar como armadillo a pensar en Shizuma Oneesama.
-tuve un dia muy bueno, aun asi ¿por que me siento tan triste?, no es como si jamas volviera a ver a Shizuma Oneesama, solo son tres dias- me dije en la mente.
-aqui estas, te estaba buscando para almorzar juntas- dijo Tamao atras de mi.
-hola Tamao, ¿como la pasaste?- pregunté
-fué muy divertido, que lastima que no hayas estado tu tambien- dijo Tamao sentandose a mi lado.
-la pasé con Chikaru asi que yo también me divertí a mi manera-respondí finjiendo una sonrisa.
-veo que estas de mejores animos que en la mañana, ¿te sientes mejor?- dijo Tamao.
-de hecho me siento igual pero no quiero arruinarle el dia a Tamao con mis cosas- me dije en la mente.
-si me siento mejor, aveces me pongo un poco temperamental, solo es eso- respondí.
-bueno, ¿que harás en la tarde despues de almorzar?, ¿Vendrás con nosotras?- dijo ella muy emocionada.
-aun no lo sé, creo que iré a recorrer el lugar para mirar los paisajes- respondí.
-me siento mal divirtiendome con las chicas y tu andes sola- dijo Tamao.
-no pasa nada Tamao, mañana de seguro iremos a jugar todas juntas- dije sonriendole.
Las dos recibimos nuestro almuerzo y empezamos a comer, era la primera vez que comia al aire libre, despues de comer, Tamao se fué nuevamente a la playa con las demás.
Me levanté de mi sitio y salí del lugar.
Este sitio aparte de tener una hermosa playa, tambien del otro lado tenia varios campos hermosos y vistas geniales.
Llegada la noche me dirigí a la cafeteria del hotel en donde estaban todas las chicas de Miator.
En una gran mesa se encontraban Tamao, Chiyo, Mizushima y Chihaya cenando.
-pero si es Nagisa, ¿en donde estabas?- dijo Mizushima.
-solo fuí a caminar-respondí.
-¿En serio?, Pensé estabas enferma- dijo Mizushima.
-estoy bien, no te preocupes-respondí.
-¿De verdad te sientes bien?, Me preocupa tu actitud y que quieras estar siempre sola, no eres la misma de siempre- preguntó Tamao.
-no se preocupen por mi, de seguro mañana estaré mejor-dije sonriendoles.
Nos pusimos todas a conversar las unas a las otras y despues de todo eso cada quien nos fuimos a nuestras habitaciones.
Tamao y yo nos fuimos a nuestra habitación.
-no quiero que me mientas Nagisa, si estas enferma dimelo-dijo Tamao frunciendo el entrecejo.
-me encuentro bien Tamao, de seguro mañana ire al mar con ustedes- dije sonriendole.
-¿De verdad?, estaba preocupada por ti, algún chico me podria robar a mi mejor amiga mientras yo estaba con las chicas, ahora si podré cuidarte desde cerca- dijo Tamao.
-si en esta playa ni siquiera hay chicos-dije burlonamente.
-si lo se, es que me sentí muy sola sin tu compañia- dijo Tamao.
-yo igual me siento sola aunque te tenga de compañia Tamao, ¿que me está pasando?- me dije en la mente.
-no te preocupes Tamao, los siguientes dias estaremos juntas, ahora seria bueno ir a dormir- dije sonriendole.
-¿podemos dormir juntas?, me siento insegura durmiendo en un lugar que no sea nuestra habitación- dijo Tamao.
-eres muy consentida Tamao, vale, ven a dormir a mi cama- dije amablemente. La pasamos conversando hasta que quedamos dormidas.
De alguna manera no podia quitarme de la cabeza a Shizuma Oneesama, incluso soñé con ella esa noche.
-te veias muy feliz anoche Nagisa, ¿dime que soñaste?- dijo Tamao mientras nos poniamos nuestro traje de baño al siguiente dia.
-no lo recuerdo muy bien, solo recuerdo un hermoso vestido rojo- le respondí. En realidad si recordaba el sueño pero no le queria contar que se trataba de Shizuma Oneesama, aunque a decir verdad tampoco le mentí porque estaba usando en mi sueño igualmente un vestido rojo como le conté.
-te gusta mucho la ropa ¿verdad?, de seguro debió ser eso por lo que dormiste tan contenta- dijo ella ayudandome a poner mi traje de baño.
-eso supongo, por cierto Tamao, necesito hablar contigo sobre un tema, hasta ahora me acordé- dije timidamente.
-¿si?, dime ¿que pasa?- preguntó Tamao.
-es sobre acerca de nuestras vacaciones despues de la escuela de verano, creo que no te podré acompañar a Tokio a conocer a tu madre como te lo habia prometido- respondí tristemente.
-¿y por qué?, no me digas que no por favor- dijo ella muy triste.
-hace unos dias mi padre me envió una carta diciendome que no podria venir a Japon hasta despues de las vacaciones de invierno, por eso me ordenó que pase mis vacaciones en la residencia fresa sin salir de ahi- respondí.
-esa si es una mala noticia Nagisa, estaba muy emocionada por ir a conocer a tu padre y tu vayas a conocer a mi madre, pero bueno no hay problema. Yo tampoco iré de vacaciones y me quedaré contigo- dijo ella sonriendome.
-pero Tamao, ¿no es un poco exagerado lo que dices?, vé a disfrutar tus vacaciones con tu familia, yo estaré bien, de todas maneras las vacaciones solo serán un poco mas de un mes, no es tanto tiem..- dije siendo interrumpida por ella.
-si no voy contigo no serán vacaciones de verano, asi que no voy, ya lo decidí- dijo ella muy decidida de sus palabras.
-eres algo extraña sabes, vale esta bien, dejemos de hablar de eso, ¿que tal me veo?- pregunté dando la vuelta completa.
-te queda muy bien Nagisa- dijo Tamao.
-muchas gracias, tu tambien estas muy linda Tamao- dije sonriendole.
-que ilusión que me digas eso Nagisa, antes de irnos por favor ponte esto en el cabello- dijo Tamao pasandome una liga para recogerme el cabello.
-pero, ¿ustedes no dijeron que me miro mejor con el cabello suelto?- pregunté
-asi es Nagisa, pero es mejor que lleves el cabello recogido cuando estés nadando en el mar porque te puedes picar los ojos- respondió ella.
-es verdad, siempre te preocupas por mi, vale, me recogeré el cabello, mientras puedes ir siguiendo yo las alcanzo- dije peinandome para ponerme la liga.
-vale, te espero en la playa- dijo Tamao saliendo de nuestra habitación.
Me arreglé el cabello rapidamente y salí tambien de mi habitación hasta donde estaban las chicas.
-muy buenos dias Kizuna, ¿que estas haciendo?- pregunté
-muy buenos dias Nagisa Oneesama, disculpanos pero ahora no podemos hablar, estamos en un duelo- respondió ella.
-¿duelo?- pregunté.
-asi es, un duelo de quien fabrique el castillo de arena mas grande y bonito- dijo ella sin parar de trabajar.
-¿Remon, Tsubomi y Kagome son tus rivales?- pregunté.
-se equivoca: Tsubomi, Remon y yo estamos enfrentandonos contra Kagome- dijo Kizuna.
-¿eh?, ¿todas tres para ella sola?- dije sorprendida.
Miré el castillo de arena de Kagome y era muy grande, si que era una profesional en esto a pesar de ser muy pequeña.
-vale, las dejo jugar tranquilas, nos vemos- dije.
Me acerqué a las demas chicas.
Tamao, Chihaya, Mizushima, Hikari y Yaya estaban en el mar compitiendo a ver quien era mas veloz.
-se ven muy felices ustedes cinco, ¿me puedo unir?- pregunté
-ni hablar Nagisa- dijo Tamao.
-¿pero por que?, yo tambien quiero jugar- pregunté timidamente.
-antes ven conmigo- dijo ella llevandome del brazo.
Ella me llevó hasta una sombrilla enorme que estaba en la playa.
-acuestate aqui- dijo ella.
-¿para que quieres que haga eso?- pregunté.
-solo hazlo- repitió.
-vale, que seriedad- dije.
Me acosté a su lado, ella de su maleta tomó su bloqueador y lo aplicó en todo mi cuerpo.
-ya veo, habia olvidado el bloqueador- dije apenada.
-eres muy descuidada con tu cuerpo, no puedo dejar que tu preciada piel se queme- dijo ella sin parar de aplicarme bloqueador.
-p.pero Tamao, yo podia hacerlo sola, es que si me tocas tu con tus manos, me haces cosquillas- dije riendo
-quedate quieta que si te mueves te haré mas cosquillas, ahora date la vuelta- dijo ella.
Me di la vuelta y ella siguió con su trabajo.
-ya estas lista, ¿ya vez que podias soportarlo?- dijo ella sonriendome.
-por poco me ahogas Tamao con tantas cosquillas, ¿ya podemos ir a jugar?- pregunté.
-ahora si ya podremos ir- respondió ella.
-por cierto ¿donde esta Chiyo?, no la he visto hoy- pregunté.
-de seguro está en el hotel, descuida, vamos- dijo Tamao sujetandome del brazo.
La pasamos jugando todas en grupo, fué muy divertido.
-creo que tomé mucha agua de mar- dijo Hikari sujetandose el estomago.
- es que Yaya es muy torpe jugando, ¿como pudiste cargarte encima de Hikari cuando ella estaba distraida?- dijo Tamao.
-ya no hagan drama por esto, sigamos jugando, ¿quieren una pelea de caballitos?- dijo Yaya.
-buena idea- dijimos todas.
-esta vez yo cargaré a Hikari- dijo Yaya.
-y yo cargaré a Chihaya- dijo Mizushima.
-yo voy a cargar a Nagisa- dijo Tamao.
-pero a mi no me gusta que me carguen, ademas peso mucho, mejor yo te cargo a ti Tamao- dije.
-ni hablar, yo soy mas fuerte que tu, ademas pesas menos que yo, debemos que ganar asi que tu debes ayudar con tus manos- dijo Tamao.
-vale solo no me hagas cosquillas en los pies- dije sonriendo; el juego comenzó.
-no se de donde sacas que pesas mucho, eres muy ligera, de seguro ganaremos-dijo Tamao.
Tamao se acercó a Mizushima mientras que Chihaya y yo nos sosteniamos de las manos empujandonos para derribar la una a la otra.
-eres muy fuerte Chihaya- dije sin retroceder.
-tu igual, aun asi no me rendiré- respondió ella.
La pareja de Hikari y Yaya se acercaron a nosotras y nos empujaron a todas.
-que facil fué ganarles- dijo Yaya
-eso es trampa, estabamos distraidas- dijo Mizushima.
-ya no sean malas perdedoras, ¿que quieren hacer ahora?- preguntó Yaya.
-¿quisieran jugar a la pelota?- pregunté
-pero no tenemos una con la que jugar- dijo Tamao.
-no pasa nada, yo me encargo- dije saliendo del mar.
Me dirigí al hotel, tomé una pelota de playa y regresé, sin embargo algo más llamó mi atención.
-hola Chiyo, ¿que estas haciendo aqui tu sola?, no te habia visto en todo el dia- dije cuando la miré escondida atras de una sombrilla.
-muy buenos dias Nagisa Oneesama, solo las estaba observando jugar- dijo ella apenada.
-somos tus amigas, ¿quisieras ir a jugar a la pelota con nosotras?- pregunté gentilmente.
-por supuesto Nagisa Oneesama- dijo ella muy contenta.
Nos dirigimos donde estaban el resto de chicas.
La pasamos jugando hasta las 12:30pm que era la hora de el almuerzo, todas nos dirigimos al lugar donde almorzamos el dia anterior.
-Nagisa, se que siempre me gusta molestarte pero esta vez te lo digo en serio: tu eres quien le da alegria a todo lo que hacemos, sin embargo no pareces ser la misma, ¿acaso te pasa algo?- dijo Yaya.
-me siento bien Yaya, no te preocupes, he andado pensativa hace unos dias pero no es nada malo, no te preocupes- respondí sonrojada.
-¿y por qué me sonrojo?- me dije en la mente.
-bueno, está bien, solo espero vuelvas a ser la misma Nagisa carismatica de siempre- dijo Yaya.
-gracias por preocuparte- respondí sonriendole.
Estaba sentada con mis amigas incluidas mis amigas de Spica y Lilim.
-es impresionante que haya conseguido once amigas en tan solo seis meses que llevo en la residencia fresa, me siento muy feliz- dije contandolas a todas
-todo es porque eres muy mona y todas quieren ser tus amigas Nagisa, ademas que te hiciste popular gracias a la señorita Etoile- dijo Tamao sonriendo.
-es increible lo que he cambiado en este tiempo, antes en mi anterior colegio casi no tenia amigas- dije timidamente.
-no importa tu pasado Nagisa Oneesama, ahora estas con nosotras- dijo Remon.
-es cierto, tienes razón Remon. Por cierto ¿que harán en la tarde?- pregunté.
-teniamos pensado con Kizuna y Remon ir a tomar fotografias a los paisajes tan hermosos del lugar, ¿quisieran venir con nosotras?- preguntó Chikaru.
-desde luego- respondimos todas.
Todas terminamos de almorzar como a las 2:00pm y nos levantamos de nuestro sitio y fuimos a los alrededores del lugar.
Tamao y Chikaru tenian sus camaras para fotografiarnos a todas a lo largo de todo el lugar. Fue muy divertido, tanto que la tarde se pasó como si fueran minutos, y la noche cayó pronto.
Eran las 6:30pm y la noche estaba a punto de caer completamente asi que todas decidimos regresar.
-fue muy divertido Nagisa, ¿no lo crees?- dijo Tamao.
-si, supongo- respondí.
-¿acaso no te gustó?- dijo ella.
-si, me gustó mucho, solo que..- dije poniendome triste.
-¿extrañas a la señorita Shizuma?- preguntó ella.
-¿como lo sabes?- pregunté.
-es obvio, cuando estas con ella siempre se vé que eres feliz, ahora que no la has visto en dos dias la pasas distante- respondió ella.
-me hubiera gustado venir con ella a la escuela de verano, ya se que por su trabajo de Etoile no lo pudo hacer, aun asi..- dije timidamente.
-no te pongas asi Nagisa, mañana en la tarde regresaremos a la residencia fresa asi que no te preocupes, mañana la podrás ver- dijo ella.
-muchas gracias por animarme, eres una buena amiga- dije sonriendole.
-bien ahora regresemos al hotel, que tenemos una actividad especial antes de irnos a dormir en esta ultima noche- dijo Tamao.
-¿actividad especial?- pregunté.
-ya verás, por ahora vayamos a cenar- dijo ella.
Las dos nos fuimos de regreso al hotel.
-no me habia dado cuenta que en la entrada habia un piano- dije observando.
-es que has estado mas distraida de lo usual- dijo Tamao.
-se parece al piano de la sala de musica en el cual tocamos Shizuma Oneesama y yo una vez- me dije en la mente.
Me acerqué al piano por instinto y me senté en frente de el.
Anhelaba tanto volver a ver a Shizuma Oneesama que por momentos no ponia atención a nadie y quedaba en una especie de trance.
-¿en serio te sientes bien Nagisa?, estas llorando- dijo Tamao.
-lo.lo siento Tamao, es solo que me da algo de pena que mañana ya nos vayamos de este lugar- dije dejando de mirar el piano.
-algo me dice que no estas siendo sincera conmigo- dijo Tamao.
-te digo la verdad, tu sabes todo de mi, ¿que otra razón tendria para llorar?- dije limpiandome las lagrimas.
-bueno tienes razón, pero si quieres decirme algo no dudes en contar con mi apoyo si te sientes mal por alguna razón, ¿te parece?, vamos ya deja de llorar y vamos al bosque- dijo Tamao.
-¿al bosque?, pero a estas horas hay fantasmas y monstruos- dije algo alterada.
-no digas tonterias y vamos, todas las estudiantes de los tres colegios tenemos que ir al bosque- respondió Tamao.
-no entiendo muy bien de que se trata pero vale, vamos- respondí.
Ambas salimos del hotel en medio de la noche y nos dirigimos a la entrada del bosque que estaba cerca de donde fuimos a tomar fotos.
En este lugar estaban todas las estudiantes de los tres colegios reunidas, todas estaban haciendo formación y recibiendo cada una un pequeño papel.
-¿de que se trata esto?- pregunté.
-es el ultimo evento que es usual la ultima noche de la escuela de verano. Una prueba de valor, en los papeles viene un numero, y la persona que tenga el mismo numero que tu será tu compañera con la cual debes ir hasta la catedral que se encuentra en el centro del bosque- respondió Tamao.
-entiendo, pero ¿por que razón tenemos que ir hasta la catedral?- pregunté
-se dice que si se reza en esta catedral en una noche estrellada como esta, tus sueños se harán realidad- respondió Tamao
-pero tu sabes que me dan miedo estas cosas- dije.
-por eso es una prueba de valor, pero no te preocupes, no estarás sola, tendras una compañera- dijo Tamao.
-pero yo quiero ir contigo- dije timidamente.
-lo siento Nagisa, pero yo no participaré de este evento, tengo otras cosas que hacer, bueno, me voy- respondió ella saliendo del lugar y dirigiéndose no se a donde.
-¿que será eso que tiene que hacer?, bueno ni modo- dije poniendome en la fila. Cuando mi turno llegó tomé un papel y salió un gran numero 81.
-¿con quien me tocará?- me dije a mi misma. Despues de buscar mi pareja por unos minutos, la encontré. Mi pareja era mi empleada de habitación, Tsukidate Chiyo.
Ella al verme se puso muy feliz.
-que alegria Nagisa Oneesama, que nos haya tocado juntas hacer la prueba de valor- dijo ella lanzandose a mi.
-me alegro mucho que me haya tocado con alguien conocida ya que Tamao se fue- respondí sonriendole.
La prueba de valor empezó, Chiyo y yo tomadas de la mano nos adentramos en el bosque.
Habian muchos muñecos y fantasmas falsos en este lugar con el proposito de hacernos tener miedo, todas recibian de repente un susto que otro, pero extrañamente a Chiyo y a mi los sustos eran mucho mas frecuentes. Grité mucho pero despues de todo eso, por fin logramos llegar a la catedral.
-por fin llegamos, menos mal, ¿entramos?- pregunté.
-vamos Nagisa Oneesama, no quiero estar afuera por mas tiempo, entremos- dijo Chiyo sin soltarme del brazo.
Ambas entramos a la catedral y nos dirigimos a la parte central de esta. Se encontraba una enorme cruz rodeada de muchas velas.
-Nagisa Oneesama, se supone que tenemos que rezar en este lugar y pedir un deseo- dijo Chiyo.
-bien, empecemos- respondí sonriendole con timidez por el miedo.
Ambas nos pusimos de rodillas y empezamos a rezar por un largo rato en nuestra mente.
-Quisiera con todo mi corazón que Shizuma Oneesama tenga exitos en todo y logre tener un futuro muy feliz- me dije en la mente.
-¿ya terminaste Chiyo?, ya es hora de regresar- pregunté.
-si, ya terminé- dijo ella muy feliz.
Ambas salimos del lugar para adentrarnos nuevamente en el bosque, esta vez de regreso no encontramos ningun susto, al parecer la prueba de valor habia terminado.
-Chiyo, ¿puedo preguntarte algo?- dije mirandola a los ojos.
-si, por supuesto- dijo ella.
-¿podria saber que fué lo que deseaste?- dije con curiosidad
-he deseado que Nagisa Oneesama sea feliz- dijo ella timidamente
-¿en serio?- pregunté.
-no.. bueno aunque no lo haya deseado, se que Nagisa Oneesama es feliz, pero aun asi pedí ese deseo- respondió ella.
Escuchar su respuesta me puso un poco desorientada.
-¿en serio?- volví a preguntar.
-e.eso es todo lo que quiero, que mi Oneesama sea feliz- dijo ella
-esto.. ¿puedo preguntarte otra cosa?- dije bajando mi mirada.
-si, por supuesto- dijo ella
-¿por que crees que soy feliz?- pregunté mientras bajaba mi mirada.
-de alguna manera aunque haya pasado dias muy felices, no me siento del todo feliz en estos momentos- me dije en la mente.
-porque...- dijo ella poniendose callada de un momento para otro sin responderme.
La tristeza me invadió de repente, no sabia exactamente que me pasaba.
-por favor, se mi Oneesama para siempre, aunque la señorita Shizuma te aparte de mi lado- dijo Chiyo en voz baja, tan baja que casi ni le entendi, parecia triste.
-esto, ¿dijiste algo?- pregunté confundida.
-no, no es nada Nagisa Oneesama, vayamos al hotel- dijo Chiyo tomandome nuevamente de la mano.
Un nudo en mi garganta se generó como cuando tenia ganas de llorar.
-¿por que me siento asi?, este sentimiento me está haciendo daño- me dije a mi misma mientras caminaba al hotel.
Dejé a Chiyo en su habitación y me fui a la mia.
Al entrar a mi habitacion pude observar a Tamao girando muy contenta en la cama.
-¿Que estás haciendo?- pregunté.
-no es nada, no es nada, ¿Como te fué?- dijo ella.
-me asusté un poco pero supongo que estoy bien; ¿y donde fuiste?, ¿que estuviste haciendo?- volví a preguntar
-Hice muchas cosas, muchas cosas- dijo ella riendo a si misma, habia algo que no me queria contar. No tenia animos para hablar de eso así que me acerqué a ella.
-oye Tamao, ¿puedo preguntarte una ultima cosa antes de irnos a dormir?- dije levemente.
-desde luego Nagisa, parece muy serio, cuentame- dijo ella sentandose a mi lado.
-pues despues de la prueba de valor, estuvimos platicando con Chiyo, dentro de la conversación ella me dijo que yo era feliz, ¿por que crees que lo dijo?- pregunté. Ella tenia una cara muy feliz pero en cuando pregunté eso, ella se puso muy seria.
-¿preguntas por que?, ¿quieres decir que ahora mismo no eres feliz?, ¿acaso te desagrada mi compañia?- dijo ella.
-si me agrada tu compañia, pero... feliz, no se si lo demas que me rodea me haga feliz o sea una palabra distinta, es mas no se el significado correcto de esta palabra- respondí sin saber que era lo que decia, estaba tan confundida que ni yo misma me entendia.
Ella agachó la cabeza.
-lo que estás sientiendo ahora mismo, lo que estas sientiendo en la escuela de verano, es algo dificil de explicar ya que depende de tus sentimientos. Solo tu misma lo puedes explicar- me respondió ella levantandose.
-¿yo misma puedo explicar lo que siento?- me dije a mi misma aun mas confundida.
-voy a tomar un baño, ¿quieres ducharte conmigo?- dijo Tamao.
-no.. no hace falta, yo me iré a duchar despues de que tu salgas- dije apenada.
Tamao entró en la ducha y yo quedé en la habitación sentada en mi cama. Me sentia inquieta.
Cuando por fin Tamao salió de la ducha, me fui a bañar seguidamente. No se exactamente cuanto tiempo me tardé en la ducha mientras me la pasaba pensando, pero cuando salí era casi media noche.
Me asomé por la ventana y me puse a mirar las estrellas.
-Nagisa Oneesama, ahora mismo es feliz-
-lo que estas sientiendo ahora mismo-
-como te sientes en la escuela de verano-
Varias frases que dijeron mis amigas resonaban en mi cabeza. Empecé a recordar varias cosas extrañamente sin querer, como las noches que Shizuma Oneesama fué mi profesora de francés, la vez que la busqué por todo el colegio para que asista a la ceremonia de las niñas de primer año, la vez que le dí las galletitas, la primera vez que la confundí por equivocación cuando tenia que presentarme ante ella, la vez que por seguirla quedé fuera del colegio por el toque de queda, la vez que fuimos a repartir el agua bendita por toda la residencia fresa, como cuando le ayudaba con su trabajo de jardineria, tantos recuerdos surgieron de mi mente, pero ¿por qué todos estos recuerdos son de mis momentos con Shizuma Oneesama?
Sin pensarlo, de repente no pude contener mis lagrimas
-¿por qué... me siento tan..sola?- me dije a mi misma.
En ese momento el cielo cambió de ambiente. De repente Empezaron a llover centenares de estrellas fugases, el cielo parecia una cortina negra con muchos fuegos artificiales.
-quiero verla-
-quiero verla-
-Shizuma Oneesama-
-quiero verla sonreir-
-que es este sentimiento-
-es una sensación como estar feliz y triste al mismo tiempo
-despues de todo este tiempo ¿aun creo que me puedo seguir engañando a mi misma?-
-debo aceptarlo-
-creo que por fin he aclarado mis sentimientos-
-de alguna manera ya lo sabía pero intentaba engañarme a mi misma, por eso me sentia tan mal-
-estoy enamorada de Shizuma Oneesama- me dije a mi misma tocandome el pecho.
No se cuanto tiempo estuve de pie observando la lluvia de estrellas pero me habia quedado dormida en el piso.
Tamao alguna vez me dijo que el amor puede llegar en la persona que menos te lo esperas, y esto fué lo que pasó conmigo. Por esta razón estaba tan triste toda la escuela de verano, queria estar cerca de ella, no separarme nunca, verla reir, queria abrazarla, como una pequeña llama ella fué calentando mi corazón sin darme cuenta. Aquella noche pasé dormida en el piso sin nada que me cubriera, sin embargo fue la noche que dormí mas a gusto en toda mi vida.
Por fin habia puesto mis sentimientos en orden, me preguntaba si Shizuma Oneesama igualmente estaria mirando la lluvia de estrellas como yo desde donde se encuentre.
Al siguiente dia desperté con un gran sermon de parte de Tamao la cual estaba enojada conmigo por dormir en el piso, sin embargo ni atención le puse, incluso ni recuerdo que le respondí.
La mañana se me hizo eterna, queria que el dia terminara pronto para por fin regresar a la residencia fresa.
Despues de tanta espera por fin se hicieron las 2:00pm.
Me subí en el autobus y al poco tiempo este inició el recorrido de regreso a la residencia fresa.
Tamao no me dijo nada solo me miraba sin quitarme la vista de encima.
-¿te sucede algo?- pregunté.
-es que te veo un poco mas feliz que los anteriores días-dijo Tamao
-pues si soy muy feliz, tu misma me dijiste que yo misma tendria la solución a mi pregunta- respondí.
-me alegra escuchar eso Nagisa, cambiando de tema, ¿por qué estas tan inquieta?- dijo Tamao.
-es que quiero ir a saludar a Shizuma Oneesama, quiero contarle todo lo que hice en la escuela de verano- respondí emocionada.
Ella en un instante bajó su mirada como de alguien a quien hubieran regañado
-¿ella es la razón de tu felicidad?- dijo Tamao algo triste.
-todas son la razón de mi felicidad, todas las personas que he conocido en el transcurrir de este semestre, tu eres una razón importante de mi felicidad- dije sonriendole.
-me haces sentir muy bien con tus palabras Nagisa, yo igual me siento feliz siendo tu amiga- dijo ella sonriendome.
El viaje continuó y cerca de las 5:00pm por fin llegamos a la residencia fresa. No esperé ni un segundo mas, el autobus casi ni alcanzó a detenerse y me bajé a toda prisa y me dirigí hasta el invernadero, el primer lugar que se me ocurrió, me caí unas cuantas veces pero aun asi no me detuve.
-por fin podré verla, despues de tantos dias, ¿que deberia decirle?- me decia mi misma mientras corria.
Jamas habia corrido tan rapido en mi vida, abrí la puerta del invernadero y entré rapidamente.
Shizuma Oneesama estaba regando las flores de su invernadero, se veia tan hermosa, extrañaba su cabello plateado, sus ojos tan profundos, su sonrisa que alegraba todo a su alrededor, se veia tan bien con su uniforme de verano, tenia tantas sensaciones en este momento que no sabia como expresarme.
-Shi.Shizuma Oneesama, he vuelto- dije recuperando mi aliento despues de tanto correr.
Ella se giró lentamente y clavó sus ojos en mi rostro, cuando ella sonrió estuve a punto de llorar de alegria, me sentia tan bien.
-bienvenida de vuelta, Nagisa- dijo ella dulcemente.
-esto.. Shizuma Oneesama, le traje esto de la escuela de verano, no podia esperar entregarselo- dije abriendo mi bolsa y entregandole un paquete pequeño.
Ella lo abrió y sacó su detalle.
-una cajita musical, que linda. Muchisimas gracias- dijo ella sonriendo.
-eso no es todo, escuche su sonido- dije emocionada.
-al parecer disfrutaste mucho tu escuela de verano Nagisa, pareces muy feliz, está bien le daré cuerda- dijo ella al parecer muy feliz tambien. Ella giró la cuerda de la cajita musical y la melodia empezó a sonar.
-pero si esta es...- dijo ella asombrada
-si, lo es Shizuma Oneesama- respondí
-es la canción que tocamos aquella vez juntas- dijo ella sonriendo. No pude evitarlo, me lancé y la abracé, me sentia tan feliz de tenerla a mi lado.
-vamos Nagisa, ¿que te pasa?, has venido de la escuela de verano muy cariñosa, ¿te pasó algo bueno en ese lugar?- preguntó Shizuma Oneesama.
-es solo que extrañé mucho su compañia por eso estoy tan feliz de verla- dije sin soltarla.
-ya veo, me alegro mucho de escuchar eso, ¿me podrias contar que tanto hiciste en la escuela de verano?- preguntó ella.
Shizuma Oneesama y yo tuvimos una fiesta de té hasta las 6:00pm, platicamos muy alegremente y le conté todo lo que hice con mis amigas en la escuela de verano. Se que lo que sentia por ella era un amor prohibido pero aun asi me bastaba y me sentia muy feliz teniendola a mi lado.
-me alegra que hayas pasado tan bien la escuela de verano Nagisa, despues de todo tu esfuerzo por aprobar, la recompensa valió la pena- dijo Shizuma Oneesama levantando el juego de té.
-todo gracias a usted Shizuma Oneesama- dije timidamente.
-ya debes irte Nagisa, recuerda que ya estas de vuelta en la residencia fresa, aunque en vacaciones no haya toque de queda, ya es algo tarde y tambien tengo cosas que hacer- respondió ella.
-está bien, me retiro, Shizuma Oneesama, que pase muy lindas vacaciones- dije muy feliz.
Me alejé del invernadero muy feliz y regresé a Miator.
-que veo, estabas inpaciente por volver a ver a la señorita Etoile, lo puedo notar en tu rostro- dijo Tamao la cual me estaba esperando en la entrada de los dormitorios
-asi es, le queria dar un pequeño detalle que traje de la escuela de verano, ya que despues de todo, pude ir a la escuela de verano gracias a ella- dije muy contenta.
-me alegra volver a ver a la Nagisa carismatica y energica de siempre, tienes razón, todo fué gracias a la señorita Etoile, bueno ahora vamos a nuestra habitación- respondió Tamao.
Las dos fuimos a nuestra habitación en donde tomamos un baño y despues nos acostamos cada una en nuestras camas.
-siento como si la amistad que teniamos se hubiera fortalecido mas que antes despues de la escuela de verano, ¿que opinas?- preguntó Tamao.
-yo igual siento lo mismo Tamao, a proposito queria preguntarte algo, ¿fuiste tu la que nos hacía asustar en la prueba de valor a Chiyo y a mi?, digo, ese es el mismo esqueleto que nos asustó aquella vez- pregunté mirando un esqueleto en la maleta de Tamao.
-bueno, me descubriste, asi es, quería hacerte asustar aunque fué mas facil de lo que pensé, ambas eran unas miedosas- dijo Tamao riendo.
-je, entiendo, por esa razón es que Chiyo y yo teniamos mas espantos que el resto de estudiantes- dije riendo.
-ademas, pude grabarte mientras gritabas, Dios, que octava, que grito tan de primera clase, eres fabulosa, tengo un tesoro mas para mi libreta de apuntes sobre tí- dijo ella muy contenta.
-eso es algo vergonzoso que me hayas grabado mientras gritaba, Tamao, je se ve que volviste a ser la misma de antes- dije avergonzada escuchando mis gritos en una pequeña grabadora.
-bien Nagisa, ahora vamos a dormir, desde mañana empezarán las verdaderas vacaciones de verano- dijo Tamao.
-vale, hasta mañana- respondí.
Ambas nos fuimos a dormir, y asi terminó aquel dia y el fin de la escuela de verano, por fin habian empezado las vacaciones, un mundo de aventuras que proseguian en mi futuro que poco a poco iré contando.

Strawberry Panic - Novela CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora