Pizza de peperonni

749 81 107
                                    

Una mano se pasaba por debajo de su camiseta, tocando y deteniéndose en cada músculo marcado. Aquellos dedos sabían donde y como tocar, le conocían y él los conocía. 

En su estado de semi-inconsciencia, se acomodó mientras trataba de despejarse de aquél sueño. Raramente, se sentía todo aquello muy real, incluso la erección que sentía que tiraba del pantalón de chandal le provocaba sensaciones muy reales. 

Sousuke comenzó a parpadear lentamente para despertar del letargo, sintió que la mano que lo acariciaba se detenía por unos instantes, para luego ser seguida de un sonoro beso en la mejilla y otro en el cuello. 

Abrió los ojos de golpe, y fijándose en la claridad que había en su habitación, presintió que la mañana estaba bastante avanzada. Giró su cabeza para mirar con cara de odio a aquél que había osado despertarlo después de la farra de la noche anterior.

-Ryuchi, apártate -le sacó la mano que había estado entre sus ropas y le dio la espalda- es muy temprano, tengo sueño.

-Sou-chan, ya es pasado mediodía- le recriminó el hombre mayor mientras hacía un mohín y trataba de llamar la atención de Yamazaki.

-Es fin de semana, no me interesa. Piérdete.

-Tengo hambre y sed.

-Cocina algo, toma agua -le respondía de forma monótona y aburrido el moreno que trataba de seguir durmiendo. 

-No quiero cocinar y no quiero tomar agua -Sousuke solo soltó un bufido y lo ignoró- ¿Makoto-kun es tu novio? -La espalda del nadador estilo mariposa se tensó- Te llamó hace un momento, por eso traté de despertarte Sou-chan.

De inmediato el chico de ojos turquesas se sentó de un solo movimiento en la cama y buscó con la mirada por la habitación, dónde se encontraba su móvil. Lo que le resultaba un tanto complicado ya que la mayor parte del piso tenía ropa esparcida por el. 

-Estaba bajo mis pantalones -el hombre a su lado le tendió el aparato- no te preocupes, no contesté, no podría hacerte eso, Sou-chan.

Yamazaki prácticamente le arrebató su celular de la mano y comenzó a revisar las llamadas emitidas y recibidas, al igual que los mensajes. Efectivamente tenía una llamada perdida de Makoto, suspiró de alivio al ver que el tipo a su lado no había contestado. 

Iba a presionar el botón de discado, pero una perforante mirada azul oscuro estaba fijo en él. Con otra mirada que decía claramente "si no sales ahora de la habitación, yo mismo te sacaré a patadas", Sousuke esperó a que Ryuchi se alejara. 

Este con un cansado suspiro se destapó, tomo su ropa interior esparcida por el suelo para colocársela mientras se dirigía al baño para darse una ducha. 

El moreno esperó a que este se hubiera cerrado la puerta detrás de sí para llamar a su novio, alrededor del tercer timbrado, la voz que hacía que su corazón se saltara un brinco se escuchó al otro lado.

- ¿Aló, Sousuke? 

- Hola Makoto, acabo de despertar y tengo una llamada tuya, ¿sucedió algo? -preguntó Yamazaki mientras se acomodaba de vuelta en su amplia cama, completamente desordenada.

- ¡Oh, eso! Bueno pues... -por el tono de voz, Sou podía decir que su novio se encontraba nervioso y de forma inconsciente apareció una sonrisa en su cara- yo, solo... quería hablar contigo. 

Ahí estaba, lo que hacía que los días fueran más brillantes. La sonrisa se hizo más marcada.

- Ya veo, pues, te aseguro que esta es una muy buena manera de despertar -le aseguró el chico de la mirada turquesa.

Ya Somos Adultos (SouMako) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora