Sorpresa.

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Se miraba en todos los reflejos que encontraba, pero su atención no podía durar más de unos cuentos segundos, la vergüenza lo invadía y sentía como la parte posterior del cuello se ponía color escarlata. 

Kisumi a su lado trataba de disimular sonrisas cuando alguna chica que pasaba al lado de él le guiñaba un ojo o lo miraba más de lo necesario, incluso unos cuantos chicos le habían hecho insinuaciones. 

Haru sin embargo, caminaba al otro lado de él, mucho más serio de lo normal. Makoto no podía entender como se sentía su amigo en ese momento.

Había llegado de correr cuando ellos todavía estaban discutiendo sobre la ropa que el castaño debería llevar, y había sido el primero en estar listo, su conjunto de ropa era simple, pero le hacía lucir bien, como siempre, era en tonos marinos y hacía resaltar el color de sus ojos. 

Tachibana suspiró por quinta vez desde que habían salido del departamento y habían comenzado a caminar hacia el lugar de la despedida. Shigino trataba de mantener una actitud relajada y animada, mantenía una conversación superficial y hacia reír a Makoto con sus comentarios. 

Pero Haru estaba más apático que de costumbre, el chico más alto se sentía mal por el pelirosa, lucía despreocupado, pero por lo que sabía, aquello también le dolía. Y ahí iba su sexto suspiro. 

La noche recién estaba comenzando y el clima era agradable, parecía que aquella noche sería perfecta. Makoto se estrujó los dedos de la mano al pensar en la cara que pondría Sousuke en cuanto lo viera. Solo por eso había accedido a vestir así.

Unas pantalones gastados y negros, que dejaban entrever parte de sus muslos por lo roto que estaban, habían sido encontrados por Kisumi en el fondo del armario antes de que Tachibana pudiera botarlos a la basura. Una camiseta sin mangas, también negra, que pertenecía a Haru y le quedaba extremadamente ajustada, sentía que cada músculo  fibra de su pecho se notaba a través de la -ahora- delgada tela. 

Sobrepuesto a eso llevaba una camisa de cuadros verde oscuro con líneas negras y toques café y dorados, apenas se había abrochado los botones más cercanos al pantalón, por lo que la camisa negra lucía casi en su totalidad. Y encima de eso, Una chaqueta de cuero negro que muy raramente ocupaba. 

Se sentía como un punk, un rockero o un gótico. Ya ni siquiera lo sabía. Pero por la cantidad de miradas que recibía, esperaba al menos lucir bien. 

Por otra parte, Kisumi no solo se había encargado de su ropa, si no que también, llevó ciertos artículos de belleza femeninos que luego procedió a utilizar en él. Por más increíble que pareciera, incluso Haru le había ayudado en convencer al castaño. 

Tampoco fue que lo maquillara en demasía, sino que se había limitado a encrespar sus pestañas, definirlas con un poco de máscara negra y unos leves toques de color en los labios. Con eso, el tono verde de sus ojos se hacía más profundo y penetrante, llamando más la atención hacia ellos.

Por fin llegaron al lugar señalado por Rin y vieron a mucha gente fuera, nuevamente se encontraron con ex alumnos del Samezuka, algunos compañeros de Sano y otros deportistas y amigos del pelirojo. 

Inmediatamente Makoto comenzó a buscar con la mirada a Sousuke, pero no lograba encontrarlo, Kisumi se había separado de ellos en cuanto habían llegado para ir a conversar con sus antiguos compañeros y la mirada de Haru se mantenía fija en nada en especial, pero el castaño sabía que estaba buscado a alguien también. 

- ¡Haru! ¡Makoto! -les llamó una voz desde sus espaldas. Ambos se dieron vuelta y se encontraron con una sonrisa semejante a la de un tiburón.

- ¡Rin! -le saludó el castaño mientras agitaba una mano y caminaba para encontrarse con él, seguido de su amigo- te estaba buscando.

Ya Somos Adultos (SouMako) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora