15.

3.2K 333 49
                                    

La chica se fue molesta pero mi jefe no me soltaba.

Sus manos estaba firmes en mis caderas mientras sus labios se movían de la manera lenta sobre los míos.

En algún punto había comenzado a responder a sus movimientos y también ignoraba todo a mi alrededor.

No note los cientos de cámaras fotografiarnos hasta que mi jefe se separó de mi.

Me miro con una encantadora sonrisa para luego tomar mi mano y acomodar mi silla para luego sentarse frente a mi.

La sonrisa no desaparecía de sus labios y yo sentía el calor de mis mejillas aumentar.

Quise cubrir mi rostro con mis manos pero él las apartó.

-no, Kurt, no te tapes, eres hermoso así- me sonrió de manera encantadora mientras acariciaba mis manos con su pulgar.

-jefe- me interrumpió.

-Warren, amor, ya te dije que cuando estemos solos me llames Warren- sentí que me había sonrojado aun más.

-Warren... -dije bajando la mirada- ¿A que hora veremos a Tony? Tengo todo organizado y planificado por- pero fui interrumpido otra vez

-Kurt, amor, no te preocupes por eso, Tony nos dirá cuando quiere que nos veamos, por ahora sólo Relájate y disfruta de la deliciosa comida, la bella vista... la buena compañía...- me sonríe soltando una de mis manos y tomando de su café con la otra.

Sólo asentí sonriendo comenzando a comer mi pastel y beber mi café.

Luego de algunos minutos, mi jefe tomo mi mano y me comenzó a arrastrar fuera del lugar, le dijo al chofer que no nos esperara y comenzó a caminar ignorando a los paparazzi.

-¿Quiere ver algo en especial?- me pregunto entrando al centro comercial.

-no... pero si quiere ver algo, yo no tengo problema, le sigo...- el se volteo y tomo mi cintura con sus brazos.

-cuando estemos solos, debes hablarme de tú, no de usted, se supone que eres mi novio, no mi empleado- susurró para dejar un beso en mi mejilla.

-entiendo, lo siento- susurró bajando la mirada.

-bien, no importa- pasó uno de sus brazos por mi cintura y comenzamos a caminar.

Entramos a algunas tiendas con muebles de cocina y esas cosas.

Mi jefe reviso un comedor y algunos sofás, me pregunto mi opinión con respecto a eso y se la di de manera sincera.

Ordenó algunas cosas y me llevo hasta el lugar de las camas.

-y bien, ¿Cuál es la que quieres para nuestra habitación, amor? -le mire muy sonrojado.

-¿N-Nuestra habitación?- dije un poco alarmado.

-así es, recuerdas que debemos cambiar la cama, y necesitamos una... resistente...- escuché un chillido cerca de nosotros y vi a algunas personas sonrojadas a nuestro lado.

-Warren... yo...- dije mirándole mientras el rodeo su cintura con sus brazos y me sonrió.

-no te averguences, mi amor, tu sabes lo apasionado que me pones y lo insaciable que puedes ser...- hablo pegándome a su cuerpo y dejando algunos besos en mi cuello.

-no... aquí... no...- intente separarme de él pero no quedó conforme hasta dejar una mordida en mi cuello.

-bueno, amor, luego me encargaré de ti- dejó un rápido beso en mis labios y me arrastró a mirar las camas.

Cuando la vendedora se nos acercó no podía ni mirarla, estaba muy avergonzado por lo que no pude decir mucho acerca de la cama.

Mi jefe termino por comprar una color negro, con un gran respaldo y un muy hermoso diseño.

Le dio la dirección de su hogar y firmó un cheque con el valor, todo sin soltar mi cintura.

-bien, amor, ahora iremos por algo de ropa- me arrastró a una tienda muy exclusiva y comenzó a entregarme muchas prendas.

Cuando tenía ya una montaña de cosas, me arrastró a los vestidores.

-prueba con esas, amor- me dio un pequeño beso antes de empujarme dentro.

Comencé por probarme unos jeans, eran muy ajustados y me quedaban a la perfección.

Me probé una camiseta y también me quedaba bien.

Me estaba quitando los pantalones cuando la puerta fue abierta.

-oh, entonces ¿Te queda?- Como podía me cubría de que me viera.

-si... Me queda bien... -desvíe el rostro esperando que se fuera

Escuché la puerta pero sus manos estaban sobre mis muslos subiendo la prenda lentamente.

-si, te queda perfecto...- a como do mi ropa y me miró con una sonrisa.

-me... Me quiero cambiar... ¿... podría salir un minuto?- el sonrió y se pegó a mi.

-ambos somos hombres, Kurt, puedes tener confianza frente a mi... -paso su mano por mi costado subiendo un poco mi camiseta- incluso... podría ayudarte...

Acercó su rostro al mío y sin que pudiese decir algo comenzó a besarme.

No era como los besos anteriores, era un beso más lujurioso, apasionado.

Pegó su cuerpo al mío mientras sus manos sostenían mi rostro, me tenía acorralado contra la pared sin detener el movimiento de sus labios.

Con su lengua abrió mi boca para hacer más profundo el beso.

Sus manos bajaron a mis muslos y los puso alrededor de mi cintura para meterse entre mis piernas.

Su cuerpo comenzó a friccionarse contra el mío y yo no podía hacer más que suspirar entre besos.

Sus manos comenzaron a acariciar mi cuerpo de manera lenta hasta llegar a mis muslos. Apretaba y soltaba luego de cada movimiento.

Nos separamos con un suspiro y comenzó a besar mi cuello, empujaba su cuerpo contra el mío y sentía sus caderas rozar mi entrepierna... y parte posterior...

-Kurt... -susurró contra mi cuello dejando algunos besos húmedos- Kurt... yo...

Pero se detuvo cuando la voz de la vendedora se escuchó al otro lado de la puerta.

Me miro y luego me bajo para salir junto a ella.

Estaba con la respiración irregular y sin poder comprender bien lo que había sucedido.

O el porqué.

Me termine de probar todo y mi jefe estuvo con una gran sonrisa en sus labios.

No fue hasta la noche que note que me había dejado una notoria marca en el cuello.

Y que yo no había logrado notar hasta que me había duchado...

Secretario personal (Nightangel Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora