10.

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Mi jefe comenzó a moverse en la cama.

Hice una mueca de molestia mientras comenzaba a abrir los ojos.

Estiró su mano hacia el reloj de la mesa y fruncio el ceño.

-es jodidamente temprano, ven a la cama- habló abriendo las mantas para que me metiera.

-S-Señor... yo...- me puse de pie y note que estaba con una camisa, que no era la mía y ropa interior.

-métete de una vez, hace frío- gruño comenzando a cerrar los ojos.

-no puedo... señor... me... me iré a casa...- el se sentó el la cama cuando dije eso y jaló mi brazo para meterme en la cama.

-es tarde para ser tímido ahora, Kurt- paso su brazo por mi cintura y me pego a él- ahora duerme, aún es temprano para que te levantes.

Estaba completamente avergonzado. Sentía el rostro caliente y su respiración en mi nuca hacía que mi corazón latiera más y más rápido.

No se en que momento me quedé dormido, pero sentí una mano acariciar mi vientre logrando que despertara de inmediato.

-ya es hora, ve a darte una ducha, te llevaré ropa para que te cambies.

Mi jefe estaba con una toalla en su cintura y algunas gotas de agua se deslizaban por su cabello hasta llegar a su torso.

Asentí sin ser capaz de pronunciar una sola palabra y me puse en dirección a la única puerta que parecía ser el baño.

Entre y comencé a quitarme la poca ropa que traía.

Cuando estaba por quitarme la ropa interior, mi jefe entró al baño.

-te traje ropa y las toallas están aquí...- asentí dándole la espalda completamente avergonzado.

Me duche rápidamente y me cambié por un traje negro con camisa azul marino y corbata negra.

Me quedaba perfecto, como si fuese a mi medida.

Cuando salí en busca de mi rubio jefe, estaba en la cocina, preparando lo aparecía ser el desayuno.

-oh, bien, te queda perfecto- habló con una sonrisa- ven a desayunar.

Me senté y puso un plato con huevos y tocino.

-¿Café?- habló con una taza en sus manos.

-por favor- dije intentando sonar lo más cortes posible.

El se sentó frente a mi con una sonrisa, ambos comíamos en silencio, sin embargo, yo necesitaba saber algunas cosas.

-anoche... ¿Qué pasó anoche?- dije bajando la mirada.

-bueno, en la comida bebiste mucho, estuvimos hablando de algunas cosas luego.

-¿Por qué... Estaba en su cama?- dije aún más avergonzado.

-bueno, no sabía dónde vivias y no te iba a dejar ir así de ebrio... aunque pasaron algunas cosas interesantes...- le miré fijamente.

-¿Qué fue lo que hice?- con un demonio, ¿Qué había hecho?

-bueno, no se si deba contarte... -él estaba con una sonrisa- lo único que se es que nunca imaginé que harías algo así...- luego de esa frase por más que intentara sacarle información a mi jefe, no hubo caso.

Llegamos a las empresa como a las 8:40, Ángel abrió grande los ojos cuando me vio entrar con el jefe pero no dijo nada.

Al menos era viernes y era el último día.

Al llegará nuestro piso, mi jefe paso a su oficina y antes de que pudiera decir algo, Raven y Jean habían aparecido junto a Ángel frente a mi.

-¿En que andan tu y el jefe, Kurt bonito?- pregunto Ángel con una sonrisa.

-en nada... sólo... me trajo al trabajo- si claro, ellas no eran idiotas.

-te trajo al trabajo, hueles a su perfume, llegas tarde y Warren entra con una gran sonrisa, eso no es nada- Raven me miraba fijamente.

Pero, ¿Cómo podría decirle que ayer bebí de más y termine en la misma cama que mi jefe?

Escuche un grito que me hizo dar un gran salto.

-no puede ser...- habló Jean con las manos en su rostro- ¿De verdad? Oh, Kurt, esto es increíble.

No entendí bien hasta que recordé como ella podía adivinar lo que pensaba... Oh, no.

-no es lo que parece...- Raven miró a Jean y está le sonrió- no lo digas.

-Kurt se emborracho ayer y nuestro querido jefe muy amablemente le llevó a su casa y durmieron abrazados.

Se escuchó un grito colectivo por parte de las chicas. Yo me quería morir.

-¿Y qué pasó? Debes decirnos, Kurt- Ángel me miraba con una sonrisa.

-nada pasó... sólo estaba ebrio y el no sabía dónde vivía, eso es todo- las tres se miraron.

-¿Recuerdan a Kate? Ella se emborracho en una fiesta de la empresa, nuestro jefe la dejó en un hotel con una carta de despido- las tres sonrieron- parece que el jefe tiene otras intenciones contigo, pequeño.

-no, eso no puede ser cierto.

-bueno, si se puso celoso de Tony Stark, al punto de besarte, es probable, corazón- las chicas miraron a Jean y luego a mi.

-por favor, sal de mis recuerdos- dije tapando mi rostro.

-tú piensas muy fuerte- dijo con una sonrisa.

-sin duda el jefe quiere contigo, aunque era de esperarse- las chicas y yo le miramos- no me digan que no les parece extraño que Kurt vaya a todas las reuniones de trabajo con él, con ninguna secretaria ha hecho eso, ninguna, además le trata mejor de lo que trata a cualquiera.

-¿Mejor?- ellas asintieron.

-Raven tiene razón, la mayoría de las secretarías eran tratadas a gritos desde la oficina, incluso muchas se fueron porque no soportaban los malos tratos de Warren.

-pero...- si bien mi jefe me gritaba, por lo que decían ellas... podría ser peor.

-por cierto ¿Cómo es que te emborrachas en una reunión de trabajo?- las tres me miraron.

-bueno, se suponía que veríamos al Sr. Coulson, pero le envió un correo al Sr. Worthington para decirle que no podría asistir porque se le había presentado algo.

Ellas se miraron y sonrieron.

-y ¿Donde fueron?

-a un restaurante francés.

Nuevamente tuvieron una sonrisa cómplice.

-Kurt, pequeño, tuviste una cita romántica con el jefe.



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Espero con esto estar perforada por el retrasojejeje

Saludos!!

Secretario personal (Nightangel Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora