Todo iba bien entre ambos mientras los preparativos de la boda se realizaban sin problemas, solo había una cosa que el rubio podría sentir que estaba... mal... y eso era el humor que estaba trayendo Kurt hace un par de semanas.
No era algo tan terrible, pero si era muy extraño cuando el chico no le quería dejar ir a una reunión o le besaba muy pasionalmente cuando las meseras o meseros venían a pedir su orden.
Le sentía mas posesivo, nada extremo, pero si era extraño en Kurt.
-cariño, llegaron las invitaciones- sonríe caminando hacía el con una caja en sus manos- hay que revisarlas por...- su frase se ve interrumpida cuando ve una imagen que amaría el resto de su vida.
Kurt estaba sentado en el sofá, acariciando su vientre suavemente mientras veía la televisión, cantaba una canción de cuna casi en un susurro y con un tono de voz tan cariñoso que a Warren le conmovió por completo.
Se acerco para abrazarle por la espalda, besando su cuello.
-¿Cuándo me lo ibas a decir?- pregunta el rubio mientras Kurt suelta una pequeña risa.
-luego de la boda, iba a ser tu regalo- susurra y Warren acaricia en vientre de Kurt- ¡Sorpresa!- habla con una gran sonrisa mientras siente pequeñas gotas en su hombro.
Al girarse, nota que el rubio lloraba con una gran sonrisa.
-es el mejor regalo de toda mi vida...- susurra besando su frente- gracias...
Kurt, conmovido igual que el, le abraza para besar su cuello, ambos, soltando pequeñas lágrimas y sonriendo como nunca.
-¿Cuanto tienes?- pregunta el rubio luego de separarse para acariciar su vientre.
-casi siete semanas- sonríe poniendo su mano sobre la de Warren- lo supe hace casi tres...
-debiste decirme...- susurra mirándole con cariño- hubiese ido contigo.
-quería que fuese una sorpresa...- sonríe besando sus labios- nuestro pequeño fruto de amor, aquí está...- susurra acariciando su apenas abultado vientre.
-es perfecto...- sonríe para besar su vientre sobre la tela- nuestro bebé...
Kurt sonríe acariciando su cabeza mientras Warren ''hablaba'' con su hijo.
Ambos estaban más que encantados con ello, y Warren comprendía mejor el ánimo de Kurt.
Estaba más ansioso que el mismo Kurt por el embarazo, cada día, se encargaba de que comiera bien, se preocupaba de que no apretada su vientre, ni se pudiese golpear, estaba ciento por ciento enfocado en cuidar a sus amor es y Kurt solo disfrutaba de ello.
De haber sido por Warren, Kurt estaría recostado todo el día, no saldría nunca, ni a comprar, con tal de que nada pasará.
Aunque no puede evitar que su amor se mueva de un lado a otro apenas se da la vuelta.
Las preparaciones para la boda terminan y sólo resta una semana antes de que se deba realizar.
-estoy nervioso- susurra Warren abrazado a Kurt.
-¿Y eso?- pregunta divertido mientras preparaba la cena.
-me preocupa que el novio quiera correr y me deje plantado en el altar.
Kurt suelta una pequeña risa para luego mirarle con una sonrisa.
-amor, eso no pasará, te lo prometo- susurra acariciando su mejilla.
Se quedan así hasta que todo está listo, aunque el rubio aún está ansioso y nervioso.
El día llega y Kurt siente náuseas, al punto, que piensa que no llegará al altar antes de vomitar.
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Secretario personal (Nightangel Yaoi)
Hayran KurguKurt Wagner era un chico muy culto en busca de un buen empleo, cuando su amigo Peter le informa que en las empresas W.W. están en busca de un secretario ejecutivo, no duda en ir a presentarse a la entrevista. Su jefe, hará de su vida tanto un infier...
