Andrea quedó en shock al leer ese último párrafo de la carta.
Andrea: ¿Eso quiere decir que solamente la veré por un tiempo para luego irse? Tiene que ser una broma. Ahora que pensaba en ir más a diario a verla...
Andrea's Sister: ¿Qué haces ahí?
Andrea se giró inmediatamente con la carta detrás de ella. Su hermana no entendió por qué se sobresaltó así.
Andrea: ¿Q-que quieres?
Andrea's Sister: ¿Yo? Nada, pero... ¿Por qué te espantaste así?
Andrea: ¿Qué no ves que estoy leyendo? ¿Qué no sabes avisar cuando entras?
Andrea's Sister: Ay, ya deja de ser tan renegona que te van a salir canas antes de tiempo.
Andrea agarró una almohada y se lo tiró en la cabeza.
Andrea: Mejor vete porque o si no gritaré.
Andrea's Sister: Si, claro.
Andrea: ¡Mamá, tu hija me está...
Andrea's Sister: Ya, está bien. Me voy.
Después de que su hermana se fue, Andrea suspiró tranquila. Por prevención, guardó la carta en un cuaderno y lo metió en su maleta, ya que nadie se atrevía a rebuscar sus cosas.
(DESPUÉS DE DOS DÍAS...)
El fin de semana pasó rápidamente y Andrea desayunaba mientras la preocupación y la angustia se apoderaban de ella.
Andrea's Mother: Aquí están tus cosas. Hay ropalimpia, papel higiénico, una navaja, comida enlatada por si no hay algo paracomer, todos tus cuadernos y tus demás útiles, aparte de hojas blancas quetenías guardadas. El resto de cosas están en tu mochila y por cierto...tu padre te envía 100 soles. En cuanto pueda te enviaré algo más.
Andrea: Es la primera vez en 16 años que recibo 100 soles.
Andrea's Mother: Y no lo despilfarres en tonterías, ya que ese dinero es primordial para tus trabajos y tú comida.
Andrea: Bueno... (Terminando su desayuno) entonces saldré afuera a llamar un taxi, porque es imposible ir en colectivo con todo esto.
Andrea's Mother: No será necesario. Tu sensei vendrá hasta aquí para que te lleve al colegio.
Andrea (ò_ó): ¿Qué? ¿Él va a venir?
Andrea's Mother: ¿Y que querías? ¿Qué te dejara ir sola para que te roben?
Andrea: Está bien.
Andrea's Mother: Ve sacando tus cosas afuera y espéralo para que te vayas.
Primero sacó lo que era más pesado, para sacar el último su mochila. Su mamá salió afuera y de pronto un taxi de color negro se estacionó en frente de la casa. Andrea ya presagiaba de quien se trataba, porque la puerta principal se abrió, dando paso a un hombre alto y de tez blanca, con un poco de sombra de barba y lentes oscuros.
Emilio sensei: Buenos días, señora. ¿Está todo listo?
Andrea's Mother: Si, todo está listo. Mi hija ya ha desayunado, además de haberse cepillado los dientes.
Andrea: Ya deja de tratarme como si tuviera cinco años.
Andrea's Mother (jalándola de la oreja): Ya déjate de estupideces, mocosa malcriada. Deberías estar agradecida de que te vas a largar a otra parte.
Emilio sensei: Ella estará bien. Mientras yo vea lo que está haciendo, todo marchará sobre ruedas.
Andrea: ¿Tú también estás de acuerdo en que sea defensora?
Andrea's Mother: Pues ya era hora de que te dedicaras a algo bueno en vez de vagar y dormir.
Andrea: Lo de dormilona te lo acepto, pero eso de vaga no.
Andrea's Mother: A mí me respetas (le dio un manotazo en la cabeza).
Andrea: ¡Au, eso dolió!
Andrea's Mother: Esta mocosa puede ser muy testaruda, pero no es mala. Para eso soy su madre. Ahora vete de una vez, para que llegues allá a buena hora.
Andrea subió al auto de mala gana. Emilio sensei se encargó de poner sus cosas en la parte trasera del auto.
Andrea's Mother: Los fines de semana tendrá que venir para acá. De ese modo no estará del todo ausente en casa.
Emilio sensei: No se preocupe. Sé que también debe compartir tiempo con su familia, pero si ocurre alguna misión larga en la que no pueda estar aquí, se lo haré saber.
Andrea's Mother: Ya sabes, pórtate bien.
Andrea se despidió con la mano mientras su mamá miraba el auto alejarse, para luego ingresar a su vivienda.
Ya en el camino, Andrea miraba el cielo mientras Emilio sensei conducía en camino al colegio.
Emilio sensei: Al menos deberías decir algo alentador. Vas en camino al colegio y estoy seguro que será un buen día.
Andrea: Bien...entonces diré algo muy sencillo... ¡Quiero morirme!
Emilio sensei (ú_ù): Eso no es alentador. Es más...aterrador.
Andrea: ¿Qué otra cosa podría decir? No tengo nada alentador que dar.
Emilio sensei: Pudiste haber dicho algo como: "Este va a ser un buen día" o "Me siento feliz porque soy defensora".
Andrea: No puedo mentirle a usted.
Emilio sensei: Entonces miénteme. Así me animarás. Que quieras morirte no es nada positivo.
Andrea: Lo siento pero no me gusta mentir. Si quiere créame o si no, no. Tiene que entender que no estoy animada por ser defensora. No voy andar por ahí presumiendo lo que no soy.
Emilio sensei: Mira...no entiendo por qué siempre andas molesta, pero lo que si entiendo es lo de no presumir. Solo debes ser como has sido siempre, y si alguien te mete una patada, devuélvesela. Puedes ser mansa, pero no mensa.
Andrea: Este...y una cosa más. Hábleme como peruano que es, porque parece haber sacado esa frase del Chavo del 8.
Emilio sensei: Y por último deja de decir que te quiero violar y toda esa sarta de tonterías. Harás que mi reputación como maestro se vaya por el piso.
Andrea: Está bien. Ya no lo diré. Y... ¿Por qué rayos se ofreció hacer todo esto? Hubiera dejado que lo hiciera yo. Ahora mi mamá me está enviando lejos de mi vecindario. Parezco prófuga de la justicia.
Emilio sensei: Porque si no te presentas a hacer tus responsabilidades, el colegio quedará como si fuera el peor centro estudiantil...por culpa tuya.
Andrea (ò_ó): ¿Ahora me echa la culpa?
Emilio sensei: Ahora estoy siendo sincero contigo. Si las tres no se presentan, te culparemos directamente a ti. Así que ya estás advertida.
Andrea (pensando): Anaís, no creo que pueda soportar todos estos dos meses que me quedan en secundaria.
Emilio sensei: Hemos llegado. Yo llevaré tus cosas al lugar donde vivirás. Ahora entremos al colegio.
Andrea: No me irá bien. Eso ya es un hecho.
Ambos entraron al colegio. Desde ese momento nada sería tranquilo para ella.
Continuará...
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In Search of the Rainbow
RandomEmpecé a escribir esta historia desde 2009, pero quizá ya la tenía en mi mente desde hacía tiempo, pero no sabía cómo expresarlo o como ordenar mis ideas. Ahora que puedo materializar esto, siento que hay parte de mí que libero cada vez que lo escri...