La maestra Cecilia observaba de reojo a Andrea en el recreo y Emilio sensei estaba con un balón de básquet en la mano.
Emilio sensei: Quieres jugar un poco?
Maestra Cecilia: No, gracias. Estoy viendo por un rato a Velasco. Algunas alumnas me han contado que por poco y Julca la agarra a golpes en el salón.
Emilio sensei: Ahora como la estás viendo, es una chica inofensiva. No hará nada malo a menos que la provoques. Mírala, ahí está en un rincón sentada.
Maestra Cecilia: Bueno...entonces iré a beber algo. Aprovechare que estas aquí. Ya vuelvo.
Andrea estaba sentada en una carpeta vieja, mirando como un grupo de chicas jugaban voleibol. Cerró los ojos por un momento, y al hacerlo recordó algo.
"Te esperare sin importar cuanto tardes. Te quiero mucho".
Andrea (con los ojos cerrados): Yo también, pero mi sentimiento es más profundo del que crees.
Su mente estaba tan centrada en Anais que no se dio cuenta de que alguien estaba delante suyo.
Julca: ¿Que rayos haces ahí sentada? ¿Acaso olvidaste tu entrenamiento de avivamiento?
Andrea: No, no lo olvide. ¿Acaso vas a golpearme delante de todas las alumnas?
Julca: No soy tan estúpida como para entrenarte aquí, y será mejor que camines rápido y me sigas.
No le quedo de otra más que seguirla y se fueron al auditorio. Julca se las había ingeniado para entrar, ya que dicho lugar paraba cerrado. Andrea volvió a recordar el día de la ceremonia, cuando todas las alumnas la miraron con indiferencia.
Julca: Ahora que estoy aquí...me vas a demostrar tu fuerza. Tuviste suerte la última vez, porque me tomaste desprevenida, pero ahora va a ser diferente.
Andrea: No es verdad. Tú no te defendiste.
Julca (empujándola): ¡No mientas! ¡Te voy a dejar sin ganas para desafiarme otra vez!
Andrea: Entonces... ¡¿Qué esperas?! ¡Mátame de una vez!
Julca la agarró del cuello y estaba por golpearla, pero sintió que la tierra se movía, como si se tratara de un temblor. Andrea observo a Julca con una cólera desmedida sin estar asustada por el movimiento telúrico. Hizo que la soltara y se invirtieron los papeles. Ahora Andrea sujetaba a Julca del cuello.
Andrea: ¡Lo único que haces es juzgarme cuando no sabes nada de mí! ¡Quizá no sirva para ser defensora, pero no soy una mentirosa!
Sin pensarlo, Andrea le asesto un golpe en la cara mientras la tierra seguía temblando. Stephany llego al lugar, pero al ver a Julca sangrando en el suelo, el terror se apodero de ella. Andrea seguía ahí parada, bastante molesta como para retractarse. Stephany sentía miedo de terminar como Julca. Dio unos pasos hacia atrás, pero fue demasiado tarde, porque ambas se vieron las caras.
Stephany: ¿Que le has hecho a Julca?
Andrea: Tu también fuiste la responsable de que todas las demás se pusieran en contra mía.
Stephany: Te va a ir muy mal, Velasco. Te van a sacar del colegio por esto.
El aire estaba muy pesado y le era difícil respirar, cosa por la que Andrea no se preocupaba, ya que esto no le afectaba ni en lo más mínimo.
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In Search of the Rainbow
RandomEmpecé a escribir esta historia desde 2009, pero quizá ya la tenía en mi mente desde hacía tiempo, pero no sabía cómo expresarlo o como ordenar mis ideas. Ahora que puedo materializar esto, siento que hay parte de mí que libero cada vez que lo escri...