Andrea observó un reloj que había en el colegio y eran las siete y veinte. El salón estaba completamente vacío, y como siempre sintió la tranquilidad de ser la primera en llegar.
Andrea: Al menos agradezco al de arriba por tener el sentido de la puntualidad.
Mientras revisaba su mochila para saber si tenía todo, Emilio sensei tenía una caja en su mano.
Andrea: ¿Y eso?
Emilio sensei: Aun es temprano. Deja tu mochila allí y vamos al patio redondo. Tengo que mostrarte algo que será primordial para una defensora del viento.
Tuvieron suerte de que el patio redondo era extenso y solo habían algunos miembros del colegio en las oficinas. Emilio sensei se quedó parado a unos centímetros lejos de su ahora alumna.
Emilio sensei: Bueno...ahora que estamos aquí, tendrás que aprender a defenderte. Las cosas no serán fáciles a partir de ahora, ya que cuando culmines secundaria tendrás que ir por distintos lugares a cumplir misiones. Hay gente muy peligrosa allá afuera y los ataques de viento solo deben de ser usados para defenderte. Nunca uses tus técnicas de viento para matar.
Andrea: ¿Cómo rayos voy a utilizar ese poder si ni siquiera lo tengo?
Emilio sensei: Es por eso que te haré una demostración. A ver...trata de empujarme (se aleja un poco). Anda.
Andrea: ¿Qué está tratando de demostrar?
Emilio sensei: Yo no te caigo bien. Estoy dándote una pequeña ventaja para que te desquites conmigo ¿Qué dices?
Andrea no lo pensó dos veces y corrió a empujarlo con todas sus fuerzas, pero al estar cerca de él sintió que una capa transparente la hizo rebotar y cayó a tres metros del sensei, sintiéndose aturdida en el suelo.
Emilio sensei: Eso es lo primero que aprenderás hacer ¿Qué te pareció?
Andrea (algo mareada): Bastante real...muy real.
Emilio sensei la levantó y le sacudió la chompa de colegio. Empezó a reírse al ver que Andrea aun no salía del shock.
Andrea: ¿Ahora de que se ríe?
Emilio sensei: ¡Jajaja! Ya te acostumbrarás a sentir golpes como esos. No entendiste como lo hice ¿Cierto?
Andrea: ¡¿Cómo rayos voy a entenderlo si sentí como si un auto me hubiera atropellado?!
Emilio sensei: ¿Ves las palmas de mis manos? Son como las de cualquiera ¿Cierto? ¿Sabes qué diferencia podría tener si tengo ataques de viento?
Andrea: Este... ¿Son más mullidas?
Emilio sensei: ¡PLOP!
Andrea (mirando): A menos que usted tenga poderes de gato para hacer más mullidas sus manos.
Emilio sensei (ù_ú): Si serás torpe. Ahora observa bien. (De un momento a otro aparecieron dos agujeros en las palmas de sus manos).
Andrea (O_o): ¡¿Cómo rayos hizo eso?!
Emilio sensei: En cuanto termines tus clases te lo explicaré más detalladamente, ahora vete. Ah, por cierto...no me he presentado como debería de ser. Soy Emilio, pero te dirigirás a mí como "señor" o "sensei".
Andrea (mientras se sobaba la espalda): Y yo soy Andrea, la alumna más odiada del colegio a partir de este momento. Y no crea que por ser mi sensei me voy a portar bien. Si tengo que defenderme, lo haré.
Emilio sensei: Y no creas tú que porque eres mi alumna voy a ser menos severo por ser una principiante.
Ambos partieron por rumbos distintos, hasta que la hora de la salida volviera a unirlos para desgracia de ambos.
Cuando Andrea volvió a su salón, se dio con la sorpresa de ver a Elizabeth Venegas sentada en su lugar.
E. Venegas: Defensora del viento, he separado su asiento. Aquí lo tiene.
Andrea: P-por favor Venegas, no te juegues conmigo. No estoy de humor para estas cosas. No me trates como a una superior.
Stephany (detrás de ella): ¿Por qué tendrías que tratar como a un superior a una impostora como ella?
Andrea vio que Stephany estaba detrás suyo, con las cejas fruncidas. Venegas presagió problemas y se puso en un rincón.
Andrea (pensando): Ya me imaginaba. Lo peor está por venir.
Stephany: Y así te acepté como mi tomodachi (amigo/a). Debo reconocer que me equivoqué contigo, Velasco. Hiciste trampa para tener el puesto y así llamar la atención de las demás ¿Verdad?
Andrea (ò_ó): Número uno: yo no quiero tener este maldito puesto. Número dos: Esto me pasó de un momento a otro y número tres: No hice trampa, porque nunca estuve interesada en ser defensora.
Stephany: ¿Pues sabes que, Velasco? No te creo. Ni siquiera un poco.
Andrea: A fin de cuentas ya no somos amigas, porque fue decisión tuya y de Zaida. Deberías dejar de hablarme ¿no?
Stephany: Siempre supe que te gustaba llamar la atención de los demás. Antes no lo hacías porque deseabas pasar desapercibida, pero ahora que tienes el puesto de defensora has cambiado.
Andrea: ¿Y qué te importa si he cambiado o no? (Sentándose) Así cambie o no ese no es asunto tuyo.
Génesis observaba disimuladamente la discusión entre las dos, pero al ver que pararon, no dijo nada. Paola por su parte se dedicaba a mirar unas impresiones que había sacado ayer.
Génesis: Hey...Paola...escucha. Al parecer, todas se quieren poner en contra de Velasco.
Paola (acercándose): Espero que esto se acabe, porque si empeora, la podrían expulsar del colegio.
Génesis: Entonces esperemos a que Velasco no meta la pata.
Paola: Mira, yo estoy segura de que Velasco no quiere meterse en problemas, pero habrá gente que querrá provocarla y eso la puede perjudicar.
Génesis: Bueno...yo veo que Velasco no quiere que nadie se compadezca de ella. Tan solo quiere que la dejen tranquila.
Mientras Andrea sacaba sus útiles, Venegas la miró por breve momento, ya que su intención de guardarle asiento fue de buena voluntad, pero eso solo causó apenas el 1% de problemas para su compañera, pero sin saber el 99% que tendría que soportar después.
Continuará...
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In Search of the Rainbow
RandomEmpecé a escribir esta historia desde 2009, pero quizá ya la tenía en mi mente desde hacía tiempo, pero no sabía cómo expresarlo o como ordenar mis ideas. Ahora que puedo materializar esto, siento que hay parte de mí que libero cada vez que lo escri...