Fragile [Petekey]

3.

-Oh... bueno...

-Hey, ¿Tienes hambre? Iré a hacer algo, no tardaré tanto. -Dijo Michael.

Tenía que admitirlo, llevaba todo el día sin comer, y si algo había comido Pete habían sido sus lágrimas.

Se sentó en el sofá y se dedicó a ver las fotos que habían en la casa mientras esperaba a Mikey, 30 minutos después había vuelto Michael con un plato lleno de pasta.

A lo que él le había dejado la pasta Pete comió como si no hubiera un mañana, mientras que Michael seguía leyendo aquel libro que había dejado. Luego de que Pete terminara de comer le llevó el plato a Michael.

-Siendo tú yo diría "muchas gracias". -dijo Michael mientras iba a su cocina.

Pete sólo se quedó callado mientras lo veía y decidió seguirlo.

-Oye, perdón si no lo dije antes, pero quiero que te sientas como en tu casa, si quieres puedes ir a bañarte, puedo prestarte ropa.

-Está bien, muchas gracias Mikey.

-Uhum...

-En serio, muchísimas gracias, estoy seguro de que otros no harían lo mismo... -dicho esto Pete fue hacia el baño para así bañarse.

Michael se sentó en el comedor y se puso a pensar en sus problemas actuales y lo último que había dicho Pete, últimamente todo le estresaba, Gerard tocando su puerta, dibujar, escribirle a Ray y que este le insultara cada 2 segundos, Brendon llamándolo a las 4 de la mañana sólo porque estaban pasando Harry Potter en TNT...

Pero lo que más le molestaba era el hecho de que no sabía que hacer en un futuro, Gerard había hablado con él y unos amigos de ellos para hacer una banda, pero él pensaba en que quizá también necesitaba hacer algo aparte, pensar en todo eso le estresaba, pero era importante y no tenía otra opción que intentar buscar una solución y volver a estar feliz... Porque la verdad aún se preguntaba si realmente lo era.

Entró a su habitación para dejar la ropa que usaría Pete en su escritorio, elegir la ropa le había costado, estaba seguro de que toda esa ropa le quedaría apretada, pero agarró un sueter de rayas y unos jeans que le había prestado (o quizá regalado) Gerard hace meses, al parecer él no lo recordaba y por eso no los buscaba o les parecía tan feos que prefirió dejarlos, como sea, Pete usaría esa ropa.

*** ***

Pete salió del baño, se secó y se puso la ropa que estaba ahí.

¿Me sequé mal o acaso me estoy poniendo gordo? Uhm... la verdad no me veo tan mal así.

Pete vio que a la izquierda de donde estaba la ropa había un diario, el diario de Mikey, aunque sabía que estaba mal leerlo sin permiso, a la vez sabía que él no le permitiría si le decía, pero él quería saber más acerca de este chico así que no lo pensó más y abrió el diario.

Michael James Way, New Jersey, 24 años, tiene un hermano mayor y el nombre de este es Gerard, sus padres se llaman Donald y Donna, hmm... interesante supongo...

Entonces Pete buscó la última cosa que había escrito Michael, era de hace casi una semana.

"Hoy fue el peor día de mi vida (sí, casi siempre lo digo pero este día en serio fue horrible) decidí decirle a mis amigos y padres que soy gay pero todo salió peor de lo que pude imaginar, mi padre casi me mata, no paraba de gritarme y cada vez que decía algo sólo me golpeaba y mi mamá gritaba y nos intentaba separar, Gerard le dio un puñetazo a Donald y de ahí salí corriendo hacia mi habitación, juro más nunca volver, mamá dice que me ama y que podía irme a vivir con Gerard todo el tiempo que quisiera, que Donald sólo necesitaba tranquilizarse y que un día me entendería, pero yo no lo creo, creo que él tenía razón cuando dijo que gente así merece morir, lo merezco...

17 - 04 - 2005"

No, no lo mereces, ni pienses en eso. -Pensó Pete.

Entonces pensó que ya había leído mucho y puso el diario a donde estaba, él luego hablaría con Michael sobre lo que recientemente había leído, le preocupaba que este chico hiciera algo, le conocía poco, desde hace unas horas, pero aunque fuese tan poco tiempo ya le había agarrado cariño.

Salió de la habitación y se sentó en el sofá viendo a Mikey, en la cocina, se veía cansado... algo estresado.

-Mikey, ¿Podrías prestarme tu teléfono un momento? Por favor. -dijo el pelinegro.

-Eh claro, tenlo. -dijo Michael mientras le extendía su teléfono.

Entonces Pete se fue a la cocina a agarrarlo y luego fue directo a un baño que estaba cerca de la sala, luego marcó el número de Patrick.

-¿Hola? ¿Quién es?

-Patrick, soy yo, Pete...

-¡Pete! ¿Dónde andas? Ya me han informado que temprano andabas como una cascada y que Meagan terminó contigo, ¡Necesito explicaciones! ¿¡Estás bien!? -dijo Patrick con mucha preocupación, Pete podía notar esa gran preocupación por parte de Patrick aún si no le estuviese hablando.

-Estoy bien, me desmayé en la calle y un tipo me trajo a su casa, pero tranquilo, es amigable y es un fan, me ha salvado la vida Pat.

-¿Un fan te ha salvado la vida? Uhh, ¿Cómo se llama?

-Michael, Michael Way.

-Pues ese Michael es un pan de Dios. ¿Por qué te ocurrió eso? Pensé en que deberíamos tener un descanso, ¿Te parece? Andy y Joe están de acuerdo, sólo será por un corto tiempo.

-¿Un descanso?... ahm de acuerdo, Si para ustedes está bien supongo que para mí también, lo necesito.

-Entiendo hermano, nos vemos, suerte.

-Nos vemos...

Pete colgó y fue a la sala, se encontró a Mikey frente a la ventana fumando.

-Me puedes dar uno? -dijo el pelinegro.

-Claro, ten.

-Gracias...

-Oye, te debo dar las gracias a ti. -dijo Michael.

-¿Y por qué tendría que ser así? -preguntó Pete algo confundido.

-Por confiar en mi aún siendo un desconocido para ti, por eso, además que puedo asegurar que este ha sido un gran día, el mejor que he tenido... -definitivamente era lo que Pete pensaba- Me hace sentir bien el hecho de que te caiga bien, lo he perdido todo.

-No digas eso, no has perdido todo Mikey.

-Mi familia, mis "mejores amigos", tengo pocos amigos, estoy solo... -decía Mikey y Pete lo miraba triste, realmente se sentía mal por él.

Michael apagó y tiró su cigarrillo para luego irse a su habitación, él quiso seguirlo y eso hizo, cuando entró vio que Michael estaba empezando a escribir en una libreta, se sentó al lado de él y notó que estaba escribiendo una canción.

-Me encanta esa letra... me parece muy profunda, y linda.

-Ja, muchas gracias... a veces cuando me siento mal escribo, me hace sentir mejor, al igual que escuchar música. -dijo Michael.

-Digo lo mismo...

Michael escribía muy bien, pero aún así Pete pensaba en que él era mejor, siempre lo había pensado. Esta vez este chico le había sorprendido, Michael miró a Pete y le sonrió.

-¿Si te gusta?

-Eh, sí.

-Pues he pensado en que podría cambiar algunas cosas, no me convence.

-No creo que necesite cambios, a mí me gusta como está.

-Bueno, esto lo escribí el día en que mi padre me dijo que me alejara de él y mi madre.

Con tan solo saber esas cosas que había hecho y dicho el padre de Michael ya Pete lo detestaba.