Fragile [Petekey]

Un final feliz.

Ya había pasado una semana desde que Mikey despertó, y su vida, según él... seguía siendo estúpidamente aburrida y triste.

Gerard volvió a estudiar artes y aún soñaba con tener una banda, sin embargo como Mikey estuvo en coma por 6 meses (Sí, otra cosa que Mikey no podía creer) él tuvo que atrasar todas sus ideas y sólo volver a sus estudios.

Michael volvería a ir luego de unos cuantos meses, ya que él no se encontraba tan calmado, su mente cada vez se iba olvidando de lo "soñado" y le era difícil, es que ni Donald se había ido de sus vidas.

Y ahí estaba él, en una disco junto a su hermano y sus amigos, Frank, Ray y Brendon, también se puede mencionar que Brendon invitó a Ryan, su novio.

Estaban hablando acerca de lo tanto que se había perdido Mikey, Brendon y Ryan consiguieron un contrato con Fueled By Ramen gracias a Pete Wentz, noticia que le causó un deja vú a Mikey. También de que Frank había conseguido empleo y en tan poco tiempo logró comprarse un auto, eso hizo que Michael estuviera más que feliz... pero él mismo se lo preguntaba.

¿Realmente era feliz? Todo lo que soñó fue prácticamente su vida tal como la deseaba, la perfección para él, él mismo no estaba seguro de si su vida realmente iba bien... sólo apostaba a lo que fuese que ocurriera el día siguiente, mientras esperaba poder encontrarse con Pete e intentar algo como lo que soñó... cosa que prácticamente le era imposible.

Esa se supone era una noche para pasarla bien, pero Mikey seguía inundado en la depresión, el solo hecho de pensar en aquél día en la mañana cuando ingirió todas las pastillas de aquellos envases, el simple hecho de pensar en cuando cerró los ojos y justo cuando perdía la conciencia escuchó a Gerard, el hecho de recordar las varias veces que planeó su muerte.

¿De esta forma es que quería vivir Michael? No, era obvio.

Él aunque sintiera dolor por su madre, su hermano, e incluso sus amigos... estaba seguro de querer hacerlo, igual su vida no cambió mucho.

-Hey Mikey, ¿Estás bien? Te ves algo triste. -Ryan le habló al ver que estaba más callado de lo normal

-Tiene pinta de necesitar una novia. -dijo Frank.

-¿Novia? No no, no estoy pensando en eso...

-¡Vamos, anímate! Tienes mucho tiempo sin novia, creo que incluso ni has tenido. -Gerard intentaba animar a Mikey, pero este seguía negándolo.

-¿Para qué una novia? Seguro yo sería el peor nov...

-Ya vas a empezar, ven conmigo de una vez. -le interrumpió Frank y se lo llevó lejos de la mesa en la que estaban.

Frank vio a dos chicas sentadas en la barra y le susurró a Mikey que se sentara al lado de alguna de ellas, él sólo le hizo caso e intento entablar una conversación con la chica que le pareció más linda. Luego "Por arte de magia" Frank ya no estaba ahí con él.

-¿Y cómo te llamas?

-Alicia, pero mejor dime Ali. -le respondió la chica guiñándole, ella era atractiva y algo tierna... o eso comenzaba a pensar Mikey.

Oh, Mikey ya estaba arrasando y eso que sólo le había saludado.

Lo peor es que teniendo o no algo con esta chica, Mikey no se podía quitar la idea de que igual se mataría, y si ella terminaba gustando de él tan solo sería otra persona que él haría sufrir.

-Oye, Ali... eres muy linda ¿Sabes?

-Puedo decir lo mismo de ti, eres un chico muy lindo.

Él no quería nada con ella, sólo lo decía por sinceridad y sólo le hablaba porque Frank lo llevó hasta ahí, él no tenía mucho interés en ella, pero sin embargo sonrió ante su respuesta.

-Sé que prácticamente no hablamos nada, y perdón por eso... pero tengo que irme.

-No te preocupes, luego tendremos tiempo para hablar ¿No? -Mikey se limitó a simplemente asentir.- ¡Genial! Deja te dicto mi número telefónico.

Mikey simplemente lo anotó y lo mismo hizo ella, después de eso él fue con los chicos para decirles que se iría a casa por sueño... no tuvieron problemas ya que ellos se irían con Frank.

*** ***

Y este era Michael Way en su habitación, acostado viendo el techo mientras pensaba en qué hacer... en su mente ya no había más remedio que hacer lo que tanto quería. Se le ocurrió escribirle una nota de suicidio no a todos, sino uno a Donna, otro a Gerard y otro a sus mejores amigos, por alguna razón también pensó en despedirse de Pete, por más que este no lo conociera en absoluto. Esto último lo hacía porque aunque él no lo conociera, siempre fue una inspiración para él... aunque ¿Realmente Mikey estaba bien de la cabeza?

No, el dolor y las malas experiencias lo obligaron a cambiar, tanto que ni él mismo se reconocía a veces.

Mikey dejó las notas en el escritorio de Gerard y le envió un correo a Pete Wentz, también se despidió de Alicia aún si hace pocas horas le dijo que hablarían. Él igual nunca lo prometió.

Por última vez iba a estar en ese mundo, ese asqueroso mundo con esa asquerosa vida.

Mikey entró de nuevo a su habitación y buscó entre los cajones de su escritorio aquella pistola que le quitó a su padre.

-Perdóname mamá... no quiero que sufras, pero papá tenía razón... merezco morir, tan sólo míralo de esa forma... seré feliz, estaré tranquilo.

Aún con algunas lágrimas saliendo de sus ojos Mikey apuntó decidido a su cabeza, y...

Apretó el gatillo.

Ahora él se encontraba en el suelo con un charco de sangre apunto de formarse por la parte de su cráneo, y pobre de Gerard quien sería que lo encontraría así.

Mikey podría haber sido inexpresivo, honesto, tierno, el chico que todos adoraban en la familia, el mejor amigo de todos, era como un ángel.

Pero sobre todo, también era inseguro, triste, dependiente, miedoso, frágil.

Sí, es lo que él era, sus emociones eran tan frágiles que con sólo un cambio o respuesta que él no quería su humor ya cambiaba por completo, era tan frágil que se preocupaba por todo pensamiento que tuviesen acerca de él, era tan frágil que no pudo enfrentar las cosas...

Tan frágil que se rindió.

Este fue Michael Way... esta fue su vida.