23.

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Eran las 4 de la madrugada y Pete estaba en su cama escuchando unos ruidos provenientes de la sala, salió de su habitación y se quedó viendo a todos lados desde la puerta, hasta que vio qué era.

-¡Hemingway! ¡No! -gritó Pete al ver que se había caído un florero.

-¿Hemingway? Ah sí, perdón por no recoger eso por ti... tu perro está loco.

Pete escuchó eso y sentía que venía de la cocina, le parecía que era la voz de Michael.

-¿Mikey?

-Ya veo en quién piensas siempre, pero no, soy Patrick. -dijo Patrick saliendo de la cocina.

-¿Qué haces aquí? ¿Que no te habías ido? -preguntó Pete levantando una ceja.

-Vine porque quería irme un momento de mi casa, siento que quiero ver a alguien y ese alguien eres tú.

-¿Eh? -dijo Pete confundido.

-Me siento solo, y así me la paso todos los días Pete, solo -dijo Patrick y suspiró.- creo que aún debo acostumbrarme al hecho de que vivo solo y de que así será por un largo tiempo...

-Pat, si deseas puedes quedarte aquí por unos días... o te buscas una mascota y listo.

-No lo sé Pete, he pensado en una mascota pero la verdad que necesito es hablar y ser respondido, alguien con quien pueda hablar con comodidad, alguien que pueda aconsejarme o con quien pueda contar, una mascota podrá ser linda pero necesito alguien para hablar...

-Pues ya sabes, acabo de decirte que puedes pasar el tiempo que quieras aquí.

-Gracias Pete. -dijo Patrick sonriendo.- si me permites iré a dormir.

-Claro, buenas noches Pat... -dijo Pete y se fue hacia su habitación.

                     *** ***

Eran las 3 de la tarde, Frank se había ido a su casa y Gerard y Michael estaban paseando en el auto mientras discutían.

-Sé que este auto es tuyo, pero yo conduzco mejor... así que cambiemos de puesto. -dijo Gerard viendo a Michael.

-Olvídate de eso, yo conduzco mejor.

-Lo dices y un día casi atropellas a un niño con su madre y la mujer esa te dio la cachetada de tu vida.

-Tú sólo sabes conducir la moto... ohh ¡Pero es cierto! ¿Sabes de qué me acabo de recordar? De que Bob te quitó la moto.

-Yo le presté la moto.

-Exacto, y como este es mi auto eso significa que puedo manejar yo si eso quiero. -dijo Michael y Gerard le hizo una mueca de desagrado.

-Di lo que quieras Mike, ya de tanto discutir no tienes ni pronta idea de por dónde vamos. -dijo Gerard señalando al frente y Michael paró el auto.

-Claro que si sé hacia donde voy.

-¿A dónde? Habíamos dicho que iríamos a una galería de arte y ahora estamos al lado de un zoológico el cual por alguna razón nunca había visto en mi vida y seguro tú mucho menos.

-Cállate, -dijo Michael retrocediendo el auto.- ten ya el auto, no quiero seguir escuchando tus quejas.

-Dame el puesto.

Gerard y Michael cambiaron de puesto y Gerard conducía hacia la galería de arte, Michael estuvo en silencio todo el camino viendo por la ventana hasta que su teléfono sonó, era Frank llamándolo.

M: Hola enano.

F: Hola Mikey, dile a Gerard que lo espero aquí a las 5.

M: Sí, le diré eso.

F: No le has dicho nada, ¿Cierto? Porque sabes que debe ser una sorpresa.

M: Por supuesto que me he callado, no quiero arruinar algo por más que me empieces a caer mal. -dijo Michael y Frank se rió.

F: Eres una basura Mike, nos vemos en unas horas.

M: Nos vemos.

Michael guardó su teléfono y miró a Gerard.

-Frankie dijo que te esperaría a las 5.

-A las 5... -dijo Gerard en voz baja.- Michael, ¿Qué se supone que has callado?

-Nada, pasa que él me había dicho que... le iba a regalar un perrito a su hermana pero me dijo que no dijera nada. -dijo Michael y Gerard frunció su ceño.

-Michael, no me mientas.

-¡No te estoy mintiendo!

-Pues espero que así sea, porque tú ya sabes que no soy un imbécil y tú no tienes porqué mentirme. -dijo Gerard.

Luego de esa conversación llegaron a la galería de arte, bajaron y entraron al lugar, muchas pinturas y esculturas se veían en el lugar y también miles de personas.

-Si tu interés por el arte no se fuera ido tú seguramente estarías mostrando tus pinturas aquí y serías muy famoso, mira toda esta gente. -dijo Michael y Gerard volteó a verlo.

-Ja, mi interés por el arte no se ha ido Mike... ¿Por qué crees que sigo estudiando eso? Lo único que ha cambiado es que he dejado de dibujar y pintar seguido, ahora no tengo mucho tiempo para eso.

-¿No tienes mucho tiempo? Lo único que haces todos los días es dormir, comer, hablar, tocar la guitarra y salir a la cafetería, entonces Frank y yo somos quienes cocinan, acomodan y limpian la casa.

-Dios Michael, dejemos de hablar así, la cosa es que no he perdido el interés en esto. -dijo Gerard y se dirigió hacia una pintura.

Michael fue hacia donde estaba Gerard y se quedó viendo la pintura, era un retrato de una mujer con vestido y ojos rojos y su fondo era negro, de pronto Michael sintió que alguien tocó su hombro y él se giró a ver quién era.

-Hola Mikey. -saludó Meagan con una sonrisa y le dio un beso en la mejilla.

-Hola. -dijo Michael devolviéndole la sonrisa.

-¿Que tal estás? No sabía que te gustaba venir a estos lugares.

-En realidad vine porque mi hermano quería venir conmigo ya que a él le encanta estas cosas y pues yo pienso que...

-Ah que bien, yo amo el arte y de hecho casi siempre vengo, -le interrumpió Meagan.- y, ¿Dónde está tu hermano?

-Es él, -dijo señalando a Gerard y tocó su hombro, haciendo que volteara.- hey Gee, saluda a Meagan.

-Hola Meagan. -dijo Gerard y Meagan le sonrió.

-Michael me dijo que te gusta el arte, ¡Yo lo amo! Y de hecho yo estudiaba eso.

-Oh genial, igual amo el arte y pues eso estudio pero estoy de vacaciones y tenía tiempo sin venir a este lugar. -respondió
Gerard y sonrió de lado.

-Sí... oye Meagan ya que estás aquí quiero hablarte de algo.

-¿Sí? Igual pensaba en hablarte, para no lo sé... conocerte más. -dijo Meagan y Gerard le hizo una seña a Michael de que se fuera.- Salgamos un momento, aquí hace demasiado ruido, muchas voces.

-Bueno.

Fragile [Petekey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora