Un Juramento

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Bucarest - Rumania

11 de Diciembre de 1476

          -Estoy muy cansada Patrick, no creo que pueda seguir corriendo, nos alcanzarán de todas formas. –Le dije con lágrimas en los ojos y soltando un leve suspiro.

           -Tenemos que continuar Cloé, no te dejaré a manos de ellos, acabarán contigo en menos de lo que piensas. –Dijo mientras me tomaba en brazos y salía corriendo a través del bosque.

 Recuerdo que Patrick corría tan rapído que los árboles solo se podían distiguir como sombras largas, oscuras y puntiagudas que pasaban a mi lado como pequeños destellos.

Todo sucedió en un instante. Caímos y rodamos sobre el lodo y la hierba húmeda. Patrick ahogó  un pequeño grito mientras que yo quedaba estupefacta viendo esa mirada que tanto terror me causa.

-Pero. ¿Qué tenemos aquí chicos? Una pareja muy sigular de Flyers. ¿Qué hacen acá?, no se si recuerdan, pero este bosque está prohibido para fenomenos como ustedes. –Dijo Nicholas mientras sacaba una espada plateada y muy brillante de su cinturón.

-No te atrevas Nicholas, ella no tiene nada que ver. Asesinaste a toda su familia. ¿Para que quieres Asesinarla a ella también?. -Patrick se levantó mientras que su rodilla sangraba, sabía que estaba mal, pero en estos momentos no se que hacer.- Los pensamientos me inundaban. La persona que está frente a mi, asesinó a mi familia sin ningún pudor. Que haría conmigo?

 -No te metas Patrick, recuerda que eres mitad ángel, mitad humano y aún puedes morir, este es un asunto entre ella y yo. – Nicholas se abalanzo contra Patrick haciendo que se cayera y gritará del dolor mientras avanzaba hacia mi.

Acorralada por el gigantesco árbol, podía correr, ya que, me había lastimado las piernas en la caída. Mientras Nicholas estaba más cerca de mi y está vez apuntandome con la espada, decidí tomar una piedra que estaba cerca de la raíz con la que habíamos tropezado, la tome y se la arrojé, dandolé en la cara, pero no pareció haberle hecho nada, porque la única marca que le pude hacer, se desvaneció al instante.

-Lamentarás con sangre haber hecho eso. –Dijo Nicholás tocándose la mejilla, que ahora solo dibujaba una pequeña linea.

Estaba aterrorizada, estaba completamente segura que había llegado la hora de morir, pero en ese preciso momento cuando Nicholas se dispuso a clavarme la espada, se interpuso Patrick, clavandole la espada en él corazón.

 -¡Patrick!. –Grité con lágrimas en los ojos, no puedo creer que lo perderé, no ahora y no así.

Me senté a su lado, aun con lágrimas en los ojos, me sentía esperanzada. Él estaba recostado de la gran raíz, mientras trataba de seguir consciente.

-¡Imbécil!, debiste matarme a mí, no a él, ¿Quién demonios te crees que eres? ¿Por qué lo hiciste?. –Dije lanzandole piedras a Nicholas mientras las lágrimas ensuciaban mi rostro. - Lo estoy perdiendo, ya no lo volveré a ver.  - Dije mientras caía de rodillas y llevé mis manos a mi cabeza, miraba al vacío, estaba en shock, no puedo creer todo lo que estaba pasando.

-Tienes razón debí matarte a ti, pero al hacerlo, sabía que él iba a interferir, así que moriran los dos. –Dijo Nicholas mientras una sonrisa burlona apareció en su rostro.

-Patrick... Patrick, mi amor respondeme, no me dejes, por favor. –Me arrastre hacia donde estaba él e intenté sacar la espada que le perforaba el pecho por culpa de Nicholas. Había mucha sangre y era muy evidente que se trataba de una mala señal.

 -Estaré bien Cloé, eres mi princesa y los caballeros dan la vida para salvarla, eres todo lo que necesitaba para vivir esta vez me tocó a mi sentir todo lo que tu has sentido –Dijo Patrick entre susurros y las lágrimas comenzaban a precipitarse.

-¡No! Tu debes vivir y lo vas hacer, lo prometo, mi abuela me enseño a ser hechizos ¿Lo recuerdas?, pues, me enseño hacer un hechizo de salvación, doy mi vida a cambio de la tuya. –Le dije tomándolo de la mano. Lo necesitaba con vida, él puede terminar con todo esto.

-¡No te dejaré hacerlo Cloé! ¡No por mi!, no lo merezco. –Dijo Patrick tomándome sosteniendome fuertemente y dandome un beso, que al principio fue suave y tierno, pero después, pude sentir que lo estaba perdiendo. Estaba desvaneciéndose frente a mis ojos.

  -Esta escena, es donde los protagonistas de una novela de amor y terror mueren por salvarse uno al otro, ¡Me encantan los finales felices!. –Dijo Nicholas sentandose en una raiz del árbol, sonriendo mientras nos veía.

Maldito todo es tu culpa. Pensé para mis adentros.

  -Te estoy perdiendo Patrick, y no podré aceptarlo de nuevo, recuerda como nos conocimos, y que nuestro amor fue imposible, pero, a la final terminamos amandonós.... Hasta el final. –Le dije safandomé de su agarre, tome su mano y le dije: -Te amo Patrick Cross, como nunca amaré a nadie más, eres todo para mi, y quiero que seas feliz, con otra mujer que te ame tanto como lo mereces, pero, siempre haz lo posible para que siempre sean felices, aúnque el amor no sea perfecto, merece ser mágico. –Dije mirandolo a los ojos.

    -¡No!, no, no, no te despidas, Cloé, no por favor. –Dijo entre lágrimas.

No puedo permitir que mueras, puedes sobrevivir, puedes vivir, amar... Llorar, ante mis ojos, eres y serás siempre el amor de mi vida, a pesar de tantos obstáculos, logramos sonreír  sin final alguno, eramos felices, y debemos recordarlo así, un trágico y pasional amor.

  L -Lo siento amor. –Le dije, sentandome sobre mis rodillas, frunci el ceño ante el dolor que sentía en éstas,  me incorporé y subí mi mirada al cielo.

- ¡No, no, no!. –Dijo Patrick tratando de detenerme, pero era demasiado tarde.

"Azura, toma mi alma y mi cuerpo como símbolo de salvación y devuelve la vida del hombre que amo. Azura me entregó a ti."
-Dije antes de que una luz de un azul muy brillante saliera de mi pecho y entrasé en el cuerpo de Patrick.

 -!Necesito volver a verte, no puedo perderte! Maldito Nicolás, toda está mierda es tu culpa –Dijo Patrick entre sollozos, elevó su mirada y la dirigió hacia Nicholas, éste tenía una mirada de satisfacción, al menos logró deshacerse de mí.

Mi cuerpo se desvanece. Ya acabó.

Cuando volteó ya no estaba Nicholas, se había ido, sabiendo que Patrick lo buscaría para matarlo. –Algún día te encontraré Nicholas Black, lo juró.- Dijo Patrick mientras se iba camino de vuelta al bosque.

           "Cloé, en donde quiera que estés, cumpliré tu promesa y vengare tu muerte. Lo juro" . -Susurró Patrick.

Entre Tus Alas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora