Capítulo 16 - Confesiones

190 16 0
                                    

Patrick me llevó un restaurante llamado "Le Petit Chateau" que significa El pequeño castillo, y como su nombre lo dice, la estructura era como un pequeño castillo, por dentro estaba alumbrado con velas y rosas rojas, había un hermoso candelabro de cristal y la atmosfera era relajante y seductora al mismo tiempo, me alegro de haber traído el vestido rojo.

         Caminamos a través de un pasillo muy largo y el cual solo lo alumbraban las velas. Llegamos a una habitación y adentro esta una pequeña mesa para dos, habían pétalos de rosas por todas partes y una hermosa vista que daba a la ciudad iluminada por la noche.

         -Antes habías dicho que veníamos solo como amigos. –Dije mirándolo a los ojos.

         -Muy cierto, pero nunca estuve seguro de hubieses venido y menos por lo que paso en tu sueño. –Dije tomando de la cintura. -¿Lo recuerdas o quieres que te ayude a recordarlo? –Dijo entre mis labios, su beso fue increíblemente hermoso.

         El tiempo se detuvo delante de nosotros, éramos él y yo en la habitación, solo nosotros, y por medio del beso, era como si nos estuviésemos conociendo uno al otro, lento y dulce, fue simplemente mágico.

         Separándome de su beso le susurre ¿Qué estás haciendo conmigo?

         -No lo sé, pero creo que es exactamente lo que tú provocas en mí. –Dijo dándome un último beso mientras me llevaba a mi silla.

         Nos sentamos en la mesa, uno enfrente del otro y el mesonero nos ofreció el menú, Patrick decidió escoger la cena por los dos y se retiró.

         -¿Siempre haces esto? –Pregunte liberando la tensión que había entre los dos.

         -No acostumbro llevar a cenar a las chicas, simplemente me acuesto con ellas y las llamó la noche siguiente para poder estar seguro de que usaron protección. No quiero ser padre, ni ahora, ni nunca. –Dijo con un tono relajado.

         -Lo dices en serio o es otra de tus bromas de mal gusto. –Le dije poniendo los ojos en blanco.

         -No es broma, querías conocerme, y te estoy mostrando quién soy en realidad. –Dijo tratando de observar mi reacción.

         -Me diste una mal primera impresión y una segunda pésima impresión, pero creo que de todas las anteriores, la tercera es la peor ¿Tú crees que las mujeres solo somos un objeto sexual, con el cual puedes jugar cuando quieras? –Dije molesta por su confesión, como puede tratarnos así, espero que solo sea un sueño más.

         -Estamos aquí porque quieres saber el significado de Flyer. –Dijo mientras tomaba su servilleta y la colocaba sobre sus rodillas, el mesonero entro con nuestra comida y la coloco sobre la mesa.

         -¿Camarones? –Pregunte confundida.

         -Dicen que los camarones son afrodisíacos, es decir, son buenos para las relaciones sexuales. –Dijo en un tono tímido pero su sonrisa hacia que todo lo que hubiese dicho tuviera un doble sentido.

         -Te equivocaste de chica, te acepto los camarones, pero eso no significa que me vaya acostar contigo, te lo dije antes y lo repito "No quiero nada contigo."-Dije con un tono de firmeza.

         -Lo sé y eso es lo que me gusta de ti, que eres decidida en tus decisiones, y muy inteligente. –Dijo mientras tomaba un camarón y se lo metía a la boca de forma provocadora.

"Como odio esto"  -Me dije a mi misma.

         -¿Qué significa Flyer? –Pregunte tratando de calmar mis pensamientos.

         -Flyer es una persona que es mitad ángel, mitad humano, es decir, tiene todos los poderes que un ángel puede poseer, pero sigue siendo humano, y la única manera de que se vuelva inmortal es teniendo un hijo con otro Flyer. –Dijo sutilmente, como si lo que me estuviese contando, era un cuento de hadas, y realmente eso creía yo, o eso pensaba.

         -Esto debe ser un chiste y muy malo debo decirte ¿Por qué razón me dices Flyer, si mis padres eran humanos? –Pregunte confundida.

         -¿Estás segura de que eran humanos?, bueno, creo que tu madre si lo era, pero tu padre era un Flyer, y muy bueno si me permites decirlo. –Dijo acercándose a mí.

         -¿Recuerdas cuando tu hermano quiso hablarte acerca de algo ocurrido en Bucarest y no lo dejaste hablar? –Dijo mirándome a los ojos.

         Asentí un tanto nervioso por su mirada.

         -Hace mucho tiempo en Bucarest – Rumania, era la época de Drácula, aunque no lo creas el existió, y también los Flyers. En esa época murió una hechicera llamada Cloé, que dio su vida por amor. –Dijo ahogando las lágrimas y tratando de seguir con la historia.

         >>Las personas en Bucarest no querían a las Flyers, los discriminaban sin siquiera conocerlos, no les daban otra opción que morir para acabar con nuestra especie.

         >>Algunos de nosotros éramos muy diferentes al resto de los Flyers, con un solo Flyer bastaba para poder matar a más de diez personas, yo por otro lado estaba perdidamente enamorado de Cloé. –Dijo mirando el techo pensativo.

         -Entonces, perdiste a la mujer que amabas. –Dije tratando de contener el nudo en mi garganta.

         El asintió con la cabeza en forma positiva, pero él estaba hundido en sus pensamientos, tratando de escapar de un pozo vació, oscuro y con mucha profundidad ¿Cómo poder ayudarlo?

         -Como decía, somos capaces de hablar con la mente, de correr a máximas velocidades y pelear con una gran fuerza a nuestro favor, pero también somos capaces de morir, por dentro seguimos siendo humanos, capaces de ser heridos por palabras, y apuñalados por miradas. –Dijo mirando fijamente.

–Por eso, cuando te conocí, también morí, porque tu fuerza de voluntad y tu mirada, van más allá de todo lo que buscan los humanos ahora. –Dijo tomándome de la mano.

-Vas más allá de mis fronteras Janne,  estás más allá de mi alcance, todo lo busco, es paz, esperanza y... Amor, y todo eso lo tienes tú. –Dijo tomándome de mi mejilla y dándome un beso desesperado, dulce y tierno a la vez, es como si estuviese buscando una salida, pero creo que la ha encontrado en mí.

-No puedo ayudarte –Dije zafándome de su beso. –No soy nadie para ti, soy solo una chica más que perdió a sus padres y que le demuestran que están con ella de verdad pero solo lo están por lastima. –Dije entre lágrimas.

-Ya sufrí una vez Patrick, no volveré a estar en un rincón de mi habitación llorando, mientras recuerdo cada momento que pasamos juntos, no ahora, ya me cansé de recibir lastima, estoy bien por mi cuenta. –Dije entre lágrimas dándole la espalda y levantándome de la silla.

-Tienes que creer en mí como yo creo en ti. –Dijo alcanzando mi mano izquierda.

-Creí demasiado en personas como tú y termine lastimada, créeme que no me gustaría pasar por eso de nuevo. –Dije mirándolo a los ojos.

-Janne, tú apenas me conoces, no sabes nada de mí, pero a diferencia de esto, yo sé mucho más de ti de lo que puedes llegar a imaginar. Pero necesito que confíes en mí y todo estará bien. –Dijo agarrándome de la cintura y acercándome a él con un fuerte abrazo, del cual no nos separamos en varios minutos.

-Tengo miedo. –Dije susurrando en su oído.

-No deberías, estoy aquí para ti. –Dijo dándome un dulce y caluroso beso.

"Creo que esta historia apenas comienza". –Me dije a mí misma

Entre Tus Alas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora