Entre Tus Alas ©

Capítulo 20 - ¿Habrá alguna esperanza?

Antes de que ella pudiese seguir pidiendo ayuda, Flinn le clavó la inyección por la espalda, haciéndola caer desmayada.

Flinn la cargó y la llevo hasta la fuente, la acostó encima de esta y dio unos pasos hacia atrás.

Darshan sacó un cuchillo de la pequeña maleta y caminó hasta donde estaba mi doble desmayada.

-Nunca quise hacerlo, pero no me diste elección. –Dijo Darshan tocando el abdomen.

Darshan clavó el cuchillo en su estómago, seguidamente, la sangre comenzó a correr por ambos lados de su cuerpo, después le hizo una abertura lo suficientemente grande como para poder sacar al bebé.

Cuando finalmente, tuvo al bebé en sus brazos lo observó y le dio una cálida sonrisa, se lo entregó a Flinn quién tenía una cobija entre sus manos y se retiró a través del bosque, al parecer, ellos eran los únicos que podían atravesar la muralla de árboles.

Darshan cerró la herida de mi doble y se marchó, dejándome o mejor dicho a mi otra yo, completamente dormida por el tranquilizante que le inyectaron.

No podía creer que mi propio tío me haya hecho esto. Caí de rodillas horrorizada, no sabía qué hacer y mucho menos sabía en dónde estaría mi hijo en estos momentos, como pudo alejarme de Patrick y de mi hijo. Pero lo que si sabía era una cosa, tenía que vengarme, a mí hijo, a mis padres y sobre todo, a mí y al sufrimiento que pase al no saber nada acerca de mi hijo.

Minutos después, entró Patrick, ya la muralla había desaparecido y no me había dado cuenta de cómo desapareció.

-¡Janne! ¡Mi amor! –Dijo con ojos llorosos, cayendo de rodillas frente al cuerpo ensangrentado de mi doble.

-Por favor pequeña, respóndeme. –Dijo con sus manos en los ojos. Estaba inclinando llorando e inconsolable al igual que yo, ahora todo tiene sentido, bloquee mis recuerdos para no poder recordar este día, no quería recordarlo y tampoco podía, solo el pensar en donde estaría mi bebé o si estuviese vivo, era muy desgarrador para mí.

-¿Patrick? –Dijo finalmente mi doble con signos de dolor en su voz. - ¿Dónde?... ¿Dónde está mi bebé? –Dijo tocándose su abdomen.

Al sentir la herida, soltó un agudo gemido, símbolo del dolor. No le habían colocado anestesia para el dolor, solo un pequeño tranquilizante para dormirla.

-¡PATRICK! Mi bebé, mi amor ¿En dónde está mi bebé? –Dijo entre lágrimas.

Patrick solo la miró y le tomó la mano, luego negó con la cabeza y seguidamente, rompieron a llorar.

Aún no podía creer por todo lo que pasamos Patrick y yo. Pero ahora solo tengo una oportunidad para vengarme y no la desperdiciare.