Capítulo 17- Una ida al Pasado

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Han pasado tres semanas desde que empecé a salir con Patrick, y realmente ha sido increíble, siento que no puedo separarme de él, porqué si alguna vez lo llegará hacer, una parte de mí se iría junto con él.

         En mi diario comienzo a escribir como de costumbre:

         "Cada día que pasa se detiene el tiempo por un segundo, y a mi mente vuelven los recuerdos del día en que mis padres murieron, sigo tratando de hallar un culpable, y por el momento solo tengo a una persona en mente, mi tío Jackson, se comportó de una manera muy extraña, pero tengo miedo a equivocarme y a juzgarlo mal.   

         >> Por otra parte, estar con Patrick es muy hermoso, no puedo explicar la sensación tan agradable que me provoca el estar cerca de él, pero es inolvidable.

         >> Además, estos últimos días ha estado muy extraño y por más que le pregunte, no quiere decirme, y lamentablemente, no soy la única que se da cuenta que algo le pasa, porque Jake también lo puede notar. Tendré que investigar más a fondo, aunque sé que al final, no me gustará lo que encontrare."

         Termine de escribir en mi diario y me vestí para salir a caminar junto con mi tía, ¡De compras! Pensé por un momento, pero luego me dispuse a preguntarle a mi tía acerca de los Flyer.

         Me puse un jeans y una camiseta de cuadros azul marino que me regalo mi hermano el día de mi cumpleaños, arregle mi horrible cabello castaño y como no sostuvo las ondas, me dispuse hacerme una trenza.

Me coloque mis zapatillas y corrí hacia la sala en donde debería estar esperándome mi tía, pero fue todo lo contrario lo que encontré allí.

-¿Qué está pasando? – Pregunte alterada al ver a mi tía de rodillas mientras lagrimas caían por su rostro, ella estaba frente al cuerpo de mi hermano que estaba tendido en el piso.

 -¡Jake! ¡Jake!. –Dije mientras corría a donde estaba tirado, pero antes de llegar alguien me tomo del brazo y me haló hacia atrás.

-Sorpresa, sorpresa. Al fin te encontramos Janne. – Dijo con un tono amenazante, su voz parecía conocida pero mis recuerdos eran pocos, mejor dicho, no puedo recordar su voz, pero lo que si sabía, era que esta persona no estaba aquí de visita y que algo malo le había pasado a mi hermano, ya que, no reaccionaba.

-¿Quién?... ¿Quién eres?... ¿Tú? –Pregunté nerviosa mientras una lágrima caía por mi rostro.

-¿Ya no te acuerdas de nosotros querida Janne? –Dijo soltando una carcajada. –Pobre niña, creo que necesitas ayuda para recordar. –Dijo el hombre detrás de mí, a su vez le hizo señas a uno de ellos que estaba parado frente al cuerpo de mi hermano inmóvil.

-¡Por favor! Necesito saber cómo está mi hermano, déjame verlo. –Dije con lágrimas en mis ojos.

Levanté la cabeza y observe al hombre acercarse lentamente hacia mí, traté de zafarme pero era inútil su agarre era muy fuerte y no sabía que me dolía más si era su agarre o ver a mi hermano casi muerto.

El hombre tomó mi frente y cerró los ojos, lo último que pude escuchar fueron sus palabras.

"Estrellas del Universo, hagan que está chica viaje más allá de sus recuerdos".      

No supe cuánto tiempo estuve dormida, pero desperté en medio de un bosque, me dolía todo el cuerpo, sobretodo el cuello, hacía mucho frío, los árboles eran gigantes, creo que eran pinos, estaban muy frondosos, y el césped estaba seco, no había un rastro de vida en él.

Camine a través del bosque y agradecí haberme puesto zapatillas, pero maldije no tener un abrigo en estos momentos, al final del camino, estaba una pequeña cabaña de madera, pensé que habría alguien dentro de ella, porque de la chimenea salía humo.

Entre y había una enorme escalera en medio de la que parecía ser la sala, las paredes eran de madera y las decoraba hermosas fotografías que parecían ser tomadas hace mucho tiempo. Tomé un pequeño atajo hacia la izquierda y me encontré un extensa sala, tenía ventanas panorámicas de donde se podía ver el hermoso paisaje del bosque iluminado por los primeros rayos del sol, frente a ellas, estaban tres sillones, uno en forma de L y los otros dos eran individuales, eran de color negro y muy acogedores, me encontré con la hermosa chimenea que estaba hecha con acero, era increíble y por fin me topé con la cocina.

No podía creer lo que estaba viendo, pero justo allí, enfrente de mí, estaba él, con sus perfectos ojos azules, sin camiseta pude notar su musculoso cuerpo, tenía tatuajes como unos cinco aproximadamente, algo que no pareció sorprenderme porque ya había notado uno pequeño en su mano, pero lo que si estaba segura era de que estaba perfectamente en forma, solo traía unos jeans desgastados y su cabello estaba rebelde "Como de costumbre"  -Dije en mi mente.

-¿Qué haces aquí? –Pregunté con una sonrisa de oreja a oreja.

Pero, para mi sorpresa, él no respondió, solo se quedó cortando unas frutas y lanzándolas en un envase.

-¿Patrick?, ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo llegue aquí? -Volví a preguntar, pero fue inútil, era como si no me escuchara.

Decidí acercarme a él y le di un puñetazo en el abdomen, pero no se movió.

Después de varios intentos fallidos, tocaron él timbre, él se giró y salió corriendo abrirle a la persona que estuviese tocando.

Lo perseguí hasta la entrada, abrió la puerta y me quede horrorizada al ver que la persona que estaba parada justo delante de mí, era yo. -¿Cómo puede ser esto posible? ¿Cómo me puedo estar viendo a mí misma? –Me pregunté.

-Al fin llegaste ¿Sabes lo mucho que te extrañe? – Dijo él abrazando a mi doble y dándole vueltas en el aire. -¿Por qué él no me hace lo mismo que ella? –Susurre a mi sub consiente.  –Si te dio vueltas en el aire, el problema es que no lo recuerdas o mejor dicho no lo quieres recordar –Respondió mi subconsciente, lo que me hace pensar es ¿Por qué no puedo recordarlo o por qué no quiero recordarlo?

Entre Tus Alas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora