Capítulo 2 - Un Discurso

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       Comienzo a escribir el discurso, sinceramente, no se porque el Director Fausto, me eligió a mi para escribir el discurso de despedida, no soy buena hablando ante las personas, me paralizó o vomito ante la situación. ¡Dios!" solo de pensarlo me da terror, y si salgo huyendo, todos pensarian que soy una cobarde, pero realmente eso es lo que soy, no se si algún día podré superar este miedo. Bueno, mis miedos, Pero este discurso deberá salir bien, según mi papá tengo talento para la escritura, algo que realmente creo que es una mentira, nunca he escrito un libro a parte de mi diario y nunca ha visto lo que escribo en el, al menos, que lo haya leído. -¡Diablos lo leyó!. -¿Pero porque lo leyó, cuando lo hizo? mi padre si es molesto,  ¿con que fin lo habrá leído?. -Me pregunto a mi misma un poco molesta por la situación, pero finalmente, me dio cuenta que lo hizo para saber que es lo que pienso, ya que, no hablo mucho con ellos, creo que debería de hablar un poco más y decirles como me siento.

-No, no, no, esa no es buena idea Janne. -Dice mi subconciente, asomada detrás de la pared. Creo que ella tiene razón, tengo miedo de decirles lo que siento, no quiero que se sientan mal por mi o yo los haga sentir culpables a ellos, es mejor que me quede callada.

Estoy concentrada escribiendo el discurso de despedida, cuando de pronto entra mi mamá por la puerta de mi cuarto, haciendome saltar del susto.

-¡Mamá!, Me asustaste ¿Por que no llamaste a la puerta?. -Digo sobresaltada por el susto que me dío mamá.

-Lo siento hija, no quería interrumpirte, pero me gustaría contarte una historía, que quizas te interese.- Dice, sentandose en la esquina de mi cama.

- Está bien mamá, al fin me contarás como papá y tu se conocieron, por favor quiero saber, ustedes nunca hablan de eso. -Le digo a mi mamá haciendo pucheros.

-Si Janne, de eso quería hablarte, sabes cuando tu padre y yo nos conocimos, el era típico chico misterioso, las chicas de la secundaría decían que le tenían miedo, por el simple hecho de que él no tenía amigos, fumaba, y conducía una motocicleta Harley Davidson, lo cual lo hacía un chico malo pero sexy para mi. -Dice guiñandome un ojo.

-¡Mamá por favor, sin efectos visuales, si!. -Le digo mi mamá con una mueca en la cara.

-Está bien Janne, ¿continuo hablando?. -Me dice mamá para que la deje hablar.

-Por favor Señora Walts continue. -Digo a mi mamá prestando atención a su historía.

-Cuando por fin tu padre y yo nos conocimos, era un día en el que estaba lloviendo, el agua estaba muy fría al igual que los vientos, los árboles se movían de un lado a otro, ni muy rápido, ni muy lento, a un ritmo preciso. Mis amigos se fueron a sus casas dejandome a mi sola con algunos que otros estudiantes en la Secundaría.

-Cuando salí a tomar un taxi, porque aún no tenía carro, mejor dicho, no tenía edad para conducir, en fín, como seguía diciendo, iba en camino a tomar un taxi, cuando Kevin ahora tu padre, se cruzó frente a mi en su Harley Davidson. Me preguntó si quería que me llevará a mi casa y como no tenía como irme, decidí aceptar su propuesta.

-Espera, ¡Mamá! Te fuiste con un desconocido a tu casa, realmente estás loca. Y si no hubiese sido papá donde estarías ahora.- Le digo a mamá regañandola por lo que hizo, gracias a dios  no paso nada malo.

Ella soltó una pequeña carcajada y continuó diciendo. -Janne por favor, como se te ocurre que me hubiese pasado algo malo. Solo tu puedes creer eso hija.- Dice mamá tratando de aguantar las risas.

-Es verdad mamá, y si papá hubiese tenido ¿otras intenciones?.- Digo a mamá un poco preocupada por su actitud.

-Deja terminar de contarte y luego sacas tus propias conclusiones. -Dice mamá con cara de recrimanarme por no dejarla hablar.

-Entonces, acepte su propuesta de que me llevará a mi casa, me dio un casco y subí a su moto, aferrandome fuertemente a él para no caerme, me dio una calída y sincera sonrisa, sinceramente, no me esperaba eso por parte de él, pero aprendí a no juzgar a las personas por su apariencia, sino por su corazón.

Entre Tus Alas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora