Capitulo 15

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Bostece y me empecé  a estirar, tome mis maletas y seguí a mi madre fuera del aeropuerto, tomamos un taxi y después de un viaje de más o menos una hora y media llegamos a un hotel, naturalmente muy lujoso y bonito, entramos y nos atendió la recepcionista, obviamente en inglés, yo gracias a mi padre que me daba sesiones (torturas) de horas y horas  de inglés manejo muy bien el idioma.

-Buenas noches, bienvenidas al hotel Skhrom, ¿en qué le puedo servir? –decía amablemente la  recepcionista con una dulce sonrisa pero una mirada cansada, pero claro quien no estaría cansado al trabajar en altas horas de la noche.

-Buenas noches señorita, me gustaría rentar una suite para mi hija, ella estará aquí temporalmente hasta encontrar un departamento adecuado para su estatus.

-Por supuesto, será un gran honor para nosotros atender a su hija señorita Delmonth, su cuarto ya está preparado, la hemos estado esperando gustosos desde que recibimos una llamada de su parte. –Me entrego la tarjeta llave, yo inmediatamente me fui a la suit correspondiente dejando sola a mi madre en la bonita platica con la recepcionista, al abrir la puerta bufe, más que una habitación parecía el interior de una casa, para que voy a querer tanto espacio en todo lado, yo me conformo perfectamente con un pequeño cuarto, nunca me han gustado los lugares enormes  que solo sirven para desperdiciar espacio, todas mis maletas estaban al lado de mi cama, bastante curioso que hayan llegado antes que yo y no con migo ¿Cierto?.

Después de una semana mi madre se fue con la excusa de que tiene una empresa que manejar y no puede depender de Esperanza para siempre, pues claro, me quede completamente sola en un país extranjero y a  mi madre poco le importaba, siempre y cuando este matándome estudiando para tomar las riendas de su cadena de empresas, yo estaba completamente sola, al igual que siempre, solo que ahora lo notaba, los días pasaban y pasaban hasta llegar al segundo mes desde que note mi soledad, mi madre no se tomaba la molestia de distraerme al llamar.

-¡Katrina! – se oía la contestadora con una voz realmente desesperada –Por favor, te lo suplico, por lo menos contéstame una vez, necesito saber de ti, sé que hice  muchas cosas estúpidas, pero te lo juro, ¡todo tiene una razón!

-Pues no entiendo tus razones –me contestaba a mí misma mientras que la persona al teléfono sollozaba, me di media vuelta, quería  seguir durmiendo, tal vez a ellos les quede bien llamar a esta hora pero en Londres son la dos de la madrugada.

-Katrina, Evans tiene razón, todo tiene sus razones, hace unos meses  yo también me sorprendí con lo de aquella vez, pero Evans me lo explico y… – Así que ahora estás de acuerdo con Evans, yo realmente a ti tampoco te comprendo Jacke -…¡Pero que contestes de una puta vez la mierda de teléfono, que nada te cuesta maldita zorra!, no tienes idea de cuánto estamos preocupados por ti… – y tú no tienes idea de lo poco que me interesa, aunque claro se nota el amor en tus palabras Jacke.

-¡Maldita sea Jacke, contrálate!

– ¡Pero si es ella la que no hace por donde!

– ¿Y  tú crees que así lo hará? –Preguntaba con ironía Evans.

- ¡Evans, Jacke! cayesen de una vez y lo intenta otro día.

– Ok, ok. –contestaban los gemelos al unísono ante la llamada de atención de su madre, y así fue como termino una de las tantas llamadas de  ellos que nunca conteste, yo seguí durmiendo e iba tanto al colegio para mi educación común y también a la universidad, regresaba al inútilmente enorme apartamento que mi madre compro en un segundo 3 días después de llegar al hotel junto con un montón de ropa y seis uniformes, tres del nuevo colegio y otros tres de la universidad, ambas instituciones eran privadas y por eso utilizábamos uniforme, aunque los de la universidad casi no se usaban a excepción de ocasiones especiales, el del colegio era bastante común para mí, idéntico al de mi anterior colegio pero en turquesa, y el de la universidad tenía un pequeño cambio, este utilizaba un chaleco sin mangas de cuello “V” muy elegante de color purpura, el resto era igual que los otros uniformes, la camisa de manga larga a botones blanca, la enagua y zapatos negros, el lazo del color del uniforme, entre otros detalles. Tanto en el colegio como en la universidad les hablaba a todos aunque no tenía ninguna relación con nadie, solo era intercambio de saludos, aparte de cuando me pedían algo o asíamos tareas grupales, nada más ni nada menos aparte de eso, de vez en cuando me invitaban en alguna actividad pero casi nunca aceptaba porque siempre tengo cosas que hacer más importantes, mi madre se encargó de crearme un horario muy cerrado que se concentraba básicamente en estudio, incluso me tenía preparado los horarios para dormir y comer,  a veces me daban descansos de diez minutos cada dos horas, realmente es agotador.

La historia de KatrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora