Mis ojos se empezaron a abrir lentamente tras escuchar el teléfono sonar. Intente levantarme, pero un brazo me detenía.
–No contestes. –dijo una voz grave atrayéndome a él.
Voltee a mirar, Zack estaba con los ojos cerrados abrazándome con su brazo derecho. Era la primera vez desde hace más de cuatro años que despertaba y miraba a otra persona en mi cama, junto a mí. Era mi tercera relación amorosa, desde hace 2 meses, cuando Zack me invitó a salir. Sé que es estúpido, ya que aún amo al bobo de Geyer, pero… por mi bien, tengo que intentar olvidarlo.
–Tengo que hacerlo. –dije tratando de quitarme su agarre.
–No. No tienes. –dijo arrastrando las palabras.
–Puede ser importante.
–Bien, pero luego regresas a la cama. –murmuro soltándome.
–Hecho. –dije para luego levantarme y caminar hacia el teléfono, que se encontraba en la mesa de la cocina. – ¿Hola? –dije al contestar, sentándome en una de las sillas de la mesa.
– ¡Katrina! –dijo Julie al otro lado de la línea. – ¿Ya sabes lo que haremos el viernes?
– ¿El viernes? Es un día después de la graduación.
–Así es, el viernes haremos una party de celebración por la graduación. –dijo emocionada.
–Una fiesta…, creo que ese día ya lo tengo ocupado. –dije con pesadez, tratando de zafarme de ir.
–Katrina no me vengas con eso, Zack ya me confirmo la llegada de ambos. Ahora no me puedes….
–No. Espera. ¿Zack hizo qué?
–Me confirmo que ambos vendrían.
–Pero…
–Por favor, Katrina. Hazlo por mí.
Odiaba que me dijese eso con esa voz chillona, hacía que lo pensará otra vez.
–Bien, pero solo si me dejas ir con mis vaqueros ajustados.
– ¡Nunca!, es un baile de graduación. –murmuro exaltada.
–Pero no tengo vestido, o tacones, o algo parecido. Pero si quieres me pondré una cortina y diré que es un vestido. –dije riendo.
Julie rió.
–Pasaré por ti en dos horas, iremos de compras. –dijo antes de colgar.
–De compras… –dije sin ánimos. –Lo mejor que le pudo pasar a mi día. –dije con sarcasmo.
Me puse de pie dejando el teléfono en la mesa y camine nuevamente a la habitación, tome una punta de la sábana y me metí debajo de ella, junto a Zack. Al acostarme, me abrazo y me dio un beso en la frente.
– ¿Era importante? –, dijo abriendo sus parpados, dejándome ver sus hermosos ojosverdes, para mirarme fijamente.
–Era Julie. ¿Por qué no me dijiste lo de la fiesta?
–Lo siento. Lo olvide. –dijo a recostando su cabeza pegando con la mía.
–Siempre olvidas todo. –dije sonriendo.
–Tú me haces olvidarme de todo. –dijo cerrando los ojos.
Era tierno, cuando no estaba con sus hermanos a solas. La leyenda cambio, los trillizos se empezaron a separar, lo cual era bueno para los demás, ya que no tenían que huir cuando los veían hablando, ahora se reunían y se ponían al tanto de todo, ya que Andrew se enamoró de Rosse, una compañera de la universidad, lo que provocó su separación, justo después del funeral de mi madre, se casarón, y Zack empezó a separarse de Micke, alquilando cerca de mi inmenso departamento, pronto Micke lo acepto y siguió su propio rumbo, ahora ya no hacen tantas bromas pesadas.
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La historia de Katrina
Novela JuvenilAllí estaba yo, en el edificio más alto de Nueva York, apunto de dar mi último paso, a la nada, al olvido de mi vida, de mis perjuicios. Cerré mis ojos y extendí mi pie para dejarme caer y entonces...