-05-

77 9 2
                                    

                    

El seguía sin disparar, y yo seguía recordando viejos tiempos. Decidí hablar con el, pero no me dejo empezar la conversación a mi:

– ¿Tienes miedo? – me dijo con voz temblorosa – yo también, nunca había matado a una persona...

– Entonces dejame marchar – le dije intentando no parecer asustada – yo me voy y no tendrás que matarme.

El hombre, no, el chico, por juzgar por su voz de adolescente, aunque no le podía ver la cara, todos ellos tenían la cara tapada hasta los ojos, estuvo unos minutos mirando a la nada, pero seguía apuntándome con la pistola. Decidí no hacer nada, y al final vi como el chico bajó la pistola. Su respiración era acelerada y la mano le temblaba. No sabía si correr o quedarme allí, en el suelo, indefensa. 

– Tu. No, vosotros – dijo entre sollozos – vosotros nos llevasteis a esto, yo no quiero matar a nadie, pero tengo que hacerlo.

Vi como subía lentamente el arma, otra vez, así que nos se me ocurrió nada mas que abalanzarme contra el e intentar cogerle la pistola. El, como suponía, tenía mas fuerza que yo, pero conseguí tirarlo al suelo, supongo por que resbaló con la sangre que había en el suelo. Lo inmovilicé por unos segundos, mientras intentaba quitarle la maldita pistola, pero el me dio un puñetazo en el estómago, lo que hizo que perdiese fuerza. Me cogió por el cuello y me tiro contra la pared. Un poco aturdida conseguí levantarme y correr, pero me volvió a agarrar por la pierna y me caí. Intente escapar, le di patadas a todo: a los pupitres, al aire, a el, a la pared, a el cadáver de una mujer. Le di un puñetazo en la cara, pero el ni se inmuto. Finalmente me inmovilizó, y me apunto con la pistola.

Caía agua encima de mi, lagrimas, las de el. Estaba en estado de shock, oía como el chico gritaba, me gritaba, pero no entendía nada de lo que decía.

Respiraba aceleradamente, un montón de cosas se me pasaron por la cabeza, todo en un segundo. 

Todo paso muy rápido. 

Gritos, lágrimas, oscuridad, un disparo, quietud, sangre, mucha sangre, mezclada con mis lágrimas, mezclada con sus lagrimas. Mucha mas sangre, la de el. 

Y el cadáver del chico se desplomó encima de mi.





¡Hola! Se que el capítulo es corto, pero me gustó el final así...

¡Espero que les guste! Por cierto, si hay muchas faltas ortográficas, lo siento mucho :(

La Otra RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora