Mi Fotógrafo Personal ➛ Shawn Mendes.

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Shawn.

Habían pasado 3 días...

3 días del enfrentamiento que tuve con Charlie.
3 días que seguía enviándole fotos a Kimberly y ella cada día parecía encantada pero había un pequeño problema, todavía estaba con Finn y se veía muy feliz; eso hacía que cada día sintiera como un remolino en el estómago , me daban ganas de golpear a ese tipo y alejarlo de ella pero no era tan fuerte. Pero tenía una idea mejor...

Estos 3 días también me la había pasado espiando a Finn aunque Charlie no me acompañara más, lo hacía por mi y más que nada por ella. Quería desenmascararlo y proteger a la que será mi chica, después de todo tendría tal vez una ventaja con esas fotos que le enviaba. Pero para la maldita suerte de ese idiota, no lograban atraparlo pues sólo lo veía de repente con Tom y era todo.

— ¡Ay, aquí anda el enamorado Shawny!— Nash llegó a interrumpir mis pensamientos, como siempre.

— ¿Qué quieres Nash?

— ¡Relájate! Sólo venía a ver cómo te ponías por ella que ni siquiera te mira.

— ¿Sólo a eso vienes? ¿A molestar?- y en efecto dije con molestia.

— También vine a preguntarte el cuando le dirás la verdad a Charlie.— me miró serio.

— ¡No! Nash, entiende que no se lo diré.

— ¿¡Por qué no!? Así no lograrás que vuelva a hablarte ¿Cómo quieres que te ayude? si no le dices la verdad, yo digo que no hay otra forma.

— Tengo otra forma de hacer que me hable sin decirle la verdad.

— Pues no te entiendo nada...

— Sólo di que sí y apóyame.

— Sigo sin estar convencido.

— Sólo yo me entiendo.— suspiré y tomé mis cosas para irme a clases, por suerte me tocaba una con Kimberly y como era de esperarse... la miraba cuando podía pues es que es tan bella.

Mi día no fue tan interesante que digamos, sólo en esa clase había podido ver a Kim y un poco en el almuerzo; por supuesto que no a mi lado pero recibía el constante fastidio de Nash diciéndome que le dijera la verdad a Charlie ¿No se cansaba?
Claramente sí quería decirle la verdad pero no sabía cómo y no creo que sea momento, así que no me importa, esperaré hasta que esté listo.

También me había tocado la ocasión de ver una vez más a Kim en el taller de música, pues seguíamos practicando el coro y ella por supuesto era la corista mientras yo la voz principal, aún no comprendía como pasó. Ese día me sentí tan avergonzado que me escucharan, pues pensé que cantaba para mí y tengo cierta timidez en que me escuchen cantar, por eso recurro a la guitarra.
Pero ahora esto era algo incómodo pero a la vez era fascinante pues ya casi no se burlaban de mí y empezaban a acercarse, admirándome y felicitándome por mi voz, todos lo hacían... menos ella.

— Bien chicos, eso es todo ¡Nos vemos la siguiente clase!— el profesor habló y todos dimos un último aplauso para después ir por nuestras pertenencias.

— ¡Bien hecho, Shawn!— dijo un compañero antes de colgarse la mochila e irse no sin golpear mi espalda un poco.

— ¡Gracias Brent!

— ¡Nos vemos, Shawn!— una chica la cual no sabía de su existencia, se despidió de mí ¡Qué raro!

— Adiós...— susurré.

— ¡Felicitaciones! Hoy estuviste... genial.— dijeron a mi espalda ¡Oh no! Esto no puede ser posible ¡Que alguien me pellizque! Seguro estoy soñando...

— Aaah...— me giré y ahí estaba ella ¡Maldición, di algo Mendes!— Gra...gracias...— ¡Idiota! sólo dices gracias, dile ¡Te amo! ¡No, eso no! dile gracias tú igual... ¡Ay, ya cállate Mendes! lo empeoras más - pensé.

Mejor me quedé callado y decidí mirarla tan perfecta que es, al parecer quería decir algo más pero siempre tienen que arruinar nuestros momentos ¡Tengan consideración! En mis pensamientos ya nos estábamos besando con mucho amor.

— ¡Hey, Kim! ¿Nos vamos?— dijo la cotorra de su amiga. ¡Jamás se calla!

— ¿Qué? ¡Aah, sí!— ella sólo tomó su mochila y salió de ahí sin volver a mirarme más. Suspiré. ¿Cuándo será el día en que le guste? Me doy cuenta que ni los 11:11 funcionan.

Tomé mis cosas una vez más fastidiado y salí de ahí justo en el momento indicado. Kim ahora se encontraba con Finley el pendejo.

— ¿Qué? ¡Finn, prometiste salir conmigo hoy!— se quejó.

— Mi amor, de verdad lo siento pero tengo cosas que hacer. Mamá quiere que la ayude en algo.— se disculpó.

— ¿Puedo ir?

— Ehh... no, es que no será en mi casa, será en casa de mi abuela la que vive al otro lado de la ciudad.— Que sospechoso se mira.

— Bromeas ¿Verdad?

— No, es en serio y perdón mi amor. Prometo que lo compensaré ¿Sí?

Primiti qii li cimpinsiri, ¡Idiota! ¡Quisiera golpearlo!

— Bien, será a la otra.— le dio un beso haciendo un puchero y después se fue. Finn al verla irse soltó un suspiro y también se fue ¡Shawn, tu momento ha llegado!

Esperé un minuto más y fue así como tomé camino hacia su casa, hoy tengo que desenmascararlo. Sé que hoy va a hacer de todo, menos a ir con su abuela como tanto dice.

En cinco minutos estuve frente a su casa escondido en el mismo arbusto de siempre, tenía suerte que nadie me haya visto en todo éste tiempo. Saqué de inmediato mi cámara lista para capturar cualquier momento cuando mi teléfono sonó en mensaje.

¡Hey Shawn!
Vamos a jugar boliche con Jack ¿Qué dices?

Nash, Nash... ¡No molestes ahora!
Guardé el teléfono y saqué de una pequeña bolsa un muffin, nunca pueden faltar en estos momentos mientras espero.
Le iba a dar la primera mordida cuando el idiota por fin apareció, no me dio tiempo de reaccionar bien que dejé caer el muffin y preparé mi cámara. Veía por el lente que bajaba de su auto junto a Tom ¿Acaso nunca de separaba de él? Parecían novios...
¡Alerta roja! Dos chicas más bajaron del auto y a una de ellas Finn la abrazó del hombro ¡Por fin te tengo pedazo de idiota!
Tomé dos fotos de diferentes ángulos ¡Al fin vas a caer Finn! Ellos entraron a su casa y fue mi momento de correr a casa lleno de felicidad para revelar esas fotos. Era tanta mi felicidad que no me dije por donde caminaba y choqué con alguien.

— ¡Auch!— fue lo que pude decir después de caer al suelo sobre mi retaguardia.

— ¿Qué haces aquí?