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Shawn.










Shawn, 18 años.
Último año de preparatoria, buenas calificaciones, tímido, no muy sociable, nada atractivo para ella, amante de la fotografía y la música.

Mejor amigo: Nadie por el momento
Hermanos: Aaliyah Mendes
Situación sentimental: Nadie me interesa más que ella desde los 12 años


















¡Shawn, hijo!— escuché desde mi habitación. Dejé mi guitarra de lado y bajé a la cocina.

— Dime mamá.

— Toma.— estiró su mano dándome dinero.

— ¿Que quieres que vaya a comprarte?— le dije.

— Nada, es para ti. Para que compres lo que quieras, no sé, tal vez más cartuchos para tu cámara.

— ¿Hablas en serio?— sonreí.

— Sí hijo.

— ¡Muchas gracias!— la abracé y empecé a darle muchos besos en su mejilla, adoro a esta mujer.







Al separarme rápido subí a mi habitación y me cambié de ropa, pues todo el día llevaba puesta la pijama.
Salí de mi casa y fui caminando hacia la tienda de artículos, quería despejarme.

Iba muy tranquilo pensando en todos los cartuchos que me alcanzarían comprar con lo que me dio mi hermosa madre hasta que se me vino alguien a la mente, ella. La razón por el cual me acabo rápido esos cartuchos.
Kimberly Howland, la persona más bella que he conocido en este mundo, es tan risueña, tan talentosa y tan coqueta. Ella era una chica popular junto a su hermano Charlie, aunque él resultaba no importarle pues se había unido al equipo de ciencias en el cual de vez en cuando participaba, varias veces entablaba una conversación con él pero no siempre; no solía hablarle a mucha gente ¿Por qué? Por pena.
Incluso me da pena llegar a salir en fotografías tomadas con mi cámara, prefería tomar a otra cosa o persona, pero más a Kimberly.
¿Por qué?
Porque como dije, me parece la persona más bella de este mundo y estoy enamorado de ella desde que tenía 12 años pero jamás he podido siquiera decirle un Hola y fue ahí donde decidí meter mi habilidad por la fotografía en ella y tomarle fotos cada vez que ella esté cerca de mi y se distraiga, no quiero que se de cuenta y hasta el momento no lo ha hecho.
Cada que le tomo una foto y la revelo, escribo atrás de ella la fecha y lo que llegué a pensar en el momento en que la vi para tomarle esa foto. Sé que eso no ayudará en nada para que ella se fije en mí, pero al menos tenerla de recuerdo en fotografías.



Llegué a la tienda y logré comprar 5 cartuchos, sobraba un poco de dinero pero decidí ahorrarlo para ir a comprar algo a la cafetería, moría por comer no uno, muchos muffins. De regreso a mi casa una voz me llamaba.








— ¡Shawn!— giré mi vista y me encontré con Charlie.

— Hola Charlie.— saludé amable pero con un poco de timidez.

— ¿Cómo estás?

— Bien ¿Y tú?

— Bien, un poco cansado nada más.

Mi Fotógrafo Personal  ➛  Shawn Mendes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora