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— ¡Shawn! ¡Shawn! ¡Shawn!— Nash lo movió bruscamente.

— ¡Dios, Nash! ¿Qué pasa?— lo miró irritado.

— ¡Kimberly!— dice sonriendo.

— ¡Baja la voz!— dice a regañadientes—. ¿Ella qué?

— ¡No está! La vi salir de la escuela después de ver las fotos— lo mira ansioso—. ¿Comprendes eso? Ella se fue para romper con Finn o lo que sea.— sonríe.

— ¿De verdad?— dice con un brillo en los ojos.

— Te apuesto a que sí, no se pudo ir porque sí. Él tampoco vino a la escuela.— lo agita de los hombros con cierta felicidad—. ¡Ellos van a terminar! ¡Van a terminar!

— ¡Oh por dios! ¡Esperemos que sí!— sonríe.


Shawn ahora se encontraba más que feliz, deseaba con todas sus ganas que Kim terminara con Finn, ella no merecía seguir viviendo engañada.

Mientras Kimberly se dirigía a casa de Finn, echaba más que humos, creo que parecía más enojada que dolida ¡Finn no podría estar engañándola!— eso era lo que ella pensaba.
Ella se negaba a creerlo y en el fondo sentía un poco de esperanza a que esto no fuera verdad, ellos se aman, se aman y no tiene que haber ninguna infidelidad en esta relación, Finn no puede mentirle, esto es una equivocación pero él tiene que explicárselo.

Por fin tocó el timbre y especialmente Finn fue quien le abrió la puerta.



— ¡Kim! ¿Qué haces aquí, amor?— miró a todos lados buscando a alguien más. Salió al porche y cerró la puerta detrás de él.

— Primero que nada...¿Por qué no fuiste hoy a la escuela?— lo mira aguantando la rabia de tan solo recordar las fotos que trae escondidas en su espalda.

— Em..pues yo, realmente llegue cansado de ayer y no quise ir hoy.— le sonrío leve.

— ¿Estás seguro?— lo miró fijamente.

— Sí...— la miró—. ¿Por qué lo preguntas? ¿Por qué tanto misterio?

— ¿Qué hiciste ayer?— le cambia el tema.

— Ya te..lo dije, salí lejos y...— Kim lo interrumpe.

— ¿Seguro?

— ¡Sí!— la mira—. ¿Sucede algo?

— Por favor dime que no me haz estado mintiendo todo este tiempo.— dijo con voz temblorosa.

— ¿Qué? Pero...¿Cómo puedes estar diciendo eso? ¿Mentirte en qué?— la miró confuso.

— ¡Hablo de esto!— no pudo soportarlo más y le aventó las fotografías—. Este eres tú ayer.

— ¿Qué?— Finn tomó las fotografías y miró una por una. Sentía que su corazón se aceleraba muy rápido cada que pasaba esas fotos—. ¿De dónde sacaste estas fotos?

— ¡Ese no es el punto Finley! Quiero que me expliques que es lo que estabas haciendo ayer y agradece que estoy calmada, pero por dentro...por dentro nada está bien. ¿Qué dices en tu defensa?— dijo seria.

— Es que esto...esto es tan extraño, ella es...

— ¿Quién? ¿¡Quién es ella Finn!?— dijo desesperada.

— Es mi hermana.— la mira serio.

— ¿Qué?— dijo atónita—. ¡No me vengas con esto! No puede ser tu hermana, no se parecen y además a mi nunca me hablaste de ella.— dice molesta.

— ¡Mierda, que es mi hermana! ¿Te lo tengo que repetir?— Finn se molesta también.

— ¿Finn, ya vienes?— una voz los interrumpe. Al dirigir su vista a la puerta se encuentran con una rubia chica y con el cabello desordenado.

— Me..— Finn se adelanta.

— ¡No! Ni lo pienses, no saques conclusiones que no son. ¡Es mi hermana! ¿Cuándo lo vas a entender?

— ¿Está todo bien?— la chica los mira.

— Sí, no es nada...pero antes de que regreses a casa ¿Le puedes explicar a Kimberly por qué estamos en pijama y que somos?— mira a la chica.

— Em, de acuerdo...— los mira—. Estamos en pijama porque la hemos pasado todo el día viendo películas y somos..hermanos.— dice confusa.

— Gracias, ahora ve a dentro a poner otra película, enseguida voy.— la chica se fue sin más que decir y después Finn miró a Kim completamente serio.

— Finn...— Kim pronunció con la voz baja.

— ¡No me vengas con "Finn"! Estoy muy molesto Kimberly.

— Yo..lo siento, yo creí...

— Sí, sí, creíste lo peor de mi, creíste que te he estado engañando todo este tiempo con ella o varias chicas y me he burlado de ti todo este tiempo.

— Sí, pero yo...

— Y todo eso pasa porque nunca confías en mí, a la primera cosa vienes y me reclamas sin antes hablarlo civilizadamente conmigo ¡Vienes a gritarme!— ahora él alzaba mucho la voz en tono duro.

— Pero Finn...lo siento, es que...es que yo...

— ¿Tú qué?

— Tú ni siquiera me presentas a tu familia ¿y cómo iba a saber que ella es tu hermana? ¡Llevamos saliendo mucho tiempo y nunca he visto a tu familia!— alzó la voz también.

— ¿Sabes qué? cuando aprendas a confiar en mi y a no dudar de lo que te digo, vienes y hablamos de lo que quieras.— suspira—. Ahora no quiero verte.

— Pero Finn...

— Por favor entiéndeme Kimberly, acabas de lastimarme y hacerme quedar como un patán, un infiel, alguien quien no soy...no quiero verte.

— Lo siento, te creo Finn.— dijo al borde del llanto.

— Ahorita no Kimberly, mañana hablamos, adiós.— le cerró la puerta en la cara.





Kim había quedado con la boca abierta, no podía creer que por una mentira como esa hayan peleado, casi nunca peleaban, trataban de mantenerse bien y contentos.
Ahora por una mentira tal vez su relación terminaría.

Finn después de cerrar la puerta soltó un enorme suspiro y se dirigió a aquella chica.




— ¿Ella es Kimberly?— lo miró y asintió.

— Estuvo tan cerca.— le dio las fotos que hace unos momentos Kim le había aventado.

— Sí, ya lo creo.— dijo al verlas—. ¿Quién crees que pudo tomar esto?

— No lo sé, pero a quien descubra que lo hizo, está muerto, pero mientras...tenemos que ser más cuidadosos ahora porque otra foto de estas y estamos fritos.— la chica asiente.

— ¡Mira esta!— le enseña una foto—. Salgo muy bien ¿No crees?

— ¡No digas tonterías!— la fulminó.

— Es la verdad, me veo hermosa, aunque...esa Kimberly no está tan mal...

— Lo sé.— suspira—. Pero sabes que no es mi tipo.


La chica ríe.


— ¡Por supuesto que no lo es! Sólo alguien si lo es.— sonríe coqueta.

Mi Fotógrafo Personal  ➛  Shawn Mendes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora