█ Hijo de la Luna [Kaisoo] █

CAPITULO 10

- DO KYUNGSOO -

Había un sonido en algún lugar en el fondo. Quise abrir los ojos y mirar alrededor, quería ver quién estaba sentado a mi lado porque sabía con certeza que estaba durmiendo.

Hubo un sonido de algún objeto de plástico cayendo en el suelo seguido de un "KyungSoo"

Esa voz dulce y familiar me dio todas las municiones que necesitaba. Cuando mis párpados se abrieron, mi mirada se centró en los pacíficos ojos de JongIn que tanto amaba.

Él sonrió cuando me vio y yo repetidamente abrí y cerré los ojos para adaptarme a la luz brillante en la habitación. Mi cabeza se sentía pesada y traté de sentarme.

— JongIn — lo llamé.

— ¿Sí? — preguntó sosteniéndome la mano y ayudándome a sentarme.

— ¿Dónde estoy? — pregunté mientras el colocaba un suave beso en mi frente.

— Estás en una clínica — murmuró. — ¿Como te sientes? — preguntó JongIn mientras me frotaba los ojos con el talón de mi palma.

— Mi cabeza se siente pesada, como si alguien me hubiese golpeado con una vara — contesté colocando las palmas de mis manos a cada lado de mi cabeza. Mi memoria era demasiado nebulosa para que pudiera recordar algo. Se oyó un gruñido bajo de JongIn tan pronto como me oyó y me volví para mirarlo.

Fruncí las cejas cuando finalmente lo miré. Parecía cansado, como si no hubiera descansado durante días, su cabello estaba desordenado, sus ojos estaban rojos debido a la tensión e incluso tenía ojeras alrededor.
Estaba perfectamente bien ayer cuando fue a Luna de Piedra, ¿qué le pasó?

— ¿Qué te ha pasado? — Le pregunté con cólera. Las entrañas de mi garganta estaban ardiendo y tuve gran deseo de rascarlas con mis uñas. Limpié mi garganta y volví a concentrarme en JongIn que ya me estaba entregando un vaso de agua.

— Bebe — instó colocando el vaso cerca de mi labio. Todavía mirándolo con confusión, abrí la boca y bebí un sorbo de agua. Mientras lo sentía corriendo por mi garganta, el alivio me invadió.

Vacié el vaso entero. JongIn la llenó y una vez más vacié el vaso. Parecía que no había bebido agua durante siglos.

— ¿Mejor? — preguntó y me volví para mirarlo. Me miraba fijamente con un rostro inexpresivo y mientras mi corazón latía con fuerza, supe que algo andaba mal.

Le respondí con un gesto y como me preguntaba: ¿Quieres más agua? Sacudí la cabeza en negación sin quitar mis ojos de su cara. Quería saber qué había pasado. Por un momento, eché un vistazo a la habitación y me di cuenta de que estaba en un territorio desconocido.

Inhalé profundamente y fruncí el ceño cuando noté que no podía captar olores familiares. Traté de salir de la cama cuando sentí un dolor en mi estómago. Haciendo un gesto de dolor, descansé mi palma en mi estómago. En ese momento, me di cuenta de que estaba sangrando pesadamente. Un grito doloroso escapó de mis labios y JongIn inmediatamente agarró mi mano.

— ¿Dime qué te duele? — preguntó. — ¡¿Que puedo hacer?!

— Me duele el estómago — dije sosteniéndolo muy fuerte. — Mucho — agregé frotando mi mano sobre mi estómago. Miré a JongIn y fruncí las cejas cuando vi que sus ojos estaban brumosos.

— ¿JongIn? — dije en un susurro. Tragó saliva y apartó la mirada.

— Hablaré con el médico sobre esto —  Asentí en respuesta respiré hondo y mentalmente empecé a contar las horas que había estado dormido, JongIn me miraba confundido pero lo ignoré y continué.