█ Hijo de la Luna [Kaisoo] █

CAPÍTULO 15

- DO KYUNGSOO-

Me desperté para oír a JongIn gritando a todo volumen desde abajo. Empujando hacia atrás las cubiertas, corrí a ver qué es lo que le enojo tanto.

— Esta es la segunda vez, la segunda vez que alguien ha tratado de atacar el templo bajo tu guardia — Tronó ante un guardia tembloroso.

Me detuve a mitad de camino y jadeé audiblemente.

El guardia Klaus se volvió para mirarme.

— ¿El templo ha sido atacado? — Pregunté en shock. — ¿Por qué no me informaron la primera vez? — añadí mirando a JongIn.

— Ya estabas tenso, no quería preocuparte — susurró y me estremecí.

— Yo merecía saberlo — dije débilmente. — ¿Que pasó exactamente?

— La primera vez, alguien quemó el césped y anoche, alguien dejó un mensaje en la puerta del templo — dijo Chen agitado. — No sé cómo pueden llegar tan lejos en el territorio sin ser detectados.

— Klaus jura que no vio a nadie cruzando el territorio — agregó Suho y miré a Klaus.

— Hago bien mi deber Alfa, no duermo por la noche y tampoco lo hacen mis muchachos — Klaus, un guardia jefe de cuarenta años habló en un susurro.

— Lo sé, confío en ti, has estado haciendo un gran trabajo durante los últimos siete años — dije suavemente y Klaus suspiró. — Nadie fue capaz de atacar el templo en la noche de los últimos siete años porque Klaus y su equipo son realmente buenos — le dije a JongIn.

— Entonces, ¿es un trabajo de información privilegiada? —  Preguntó.

— No lo sé — dije con un encogimiento de hombros. — Por favor, sólo ... sólo llévame al templo. Quiero ver qué pasó — le pedí y JongIn asintió.

Cuando llegué ahí, encontré a Chen gritando a alguien. Parecía furioso, sus ojos eran negros y sus manos estaban apretadas para formar un puño. Sora, que estaba a su lado, miraba a los guardias con el ceño fruncido.

Mientras caminaba hacia el templo con JongIn y SuHo de cerca, todos se separaron para dejar paso a nosotros. Mis ojos se agrandaron al ver el césped frente al templo. Las hermosas manchas verdes de hierba fueron quemadas y el suelo ahora estaba cubierto de hierba seca.

Tragué saliva cuando lo vi. ¿Quién se atrevió a hacer eso a mi manada?

— KyungSoo — Sora me llamó y desvié mi mirada para mirarla. Cuando mis ojos chocaron con los de ella, Sora se volvió para mirar la puerta del templo.

Me detuve en mis huellas mientras mi mirada caía sobre la puerta del templo.

La magnífica puerta del templo, hecha de pura madera de sándalo, tenía un mensaje escrito en ella con pintura en aerosol negro. No pude leer el mensaje mientras la puerta estaba abierta.

— Cierra la puerta — ordené y dos guardias se adelantaron para hacerlo.

LA PRÓXIMA VEZ SERÁ LA ESTATUA.

— La próxima vez — dije con los dientes apretados mirando el templo. Una sensación familiar de rabia se llenó dentro de mí. ¿Quién tuvo la audacia de entrar en mi territorio y hacer eso a la puerta del templo?
¿Cómo se atreve a amenazar con atacar la estatua? No sucederá mientras esté vivo.

— ¿Cómo llegó esa persona tan lejos en el territorio? — repuse furiosamente.

— ¿Estás seguro de que no es nadie de la manada? — preguntó JongIn en un susurro, de pie a mi lado.