█ Hijo de la Luna [Kaisoo] █

CAPITULO 14

-KIM JONGIN-

Esperaba a que KyungSoo bajara sentado pacientemente en el sofá . Había decidido llevarlo a cenar fuera esta noche.

Estaba feliz de verlo salir de la casa y apesar de que estuvo fuera sólo por una hora yo estaba mas que feliz con eso.

Se habría quedado un poco más tiempo si DongWoo no hubiera venido sin ser invitado. Mis mandíbulas se apretaron mientras pensaba en ese bastardo. Había venido a cortejar a mi pareja. ¿Como se atreve?

Dejé escapar un gruñido de frustración mientras recordaba los diamantes que habìa traído. Era comprensible la expresión en el rostro de KyungSoo cuando vio los diamantes, más que codicia era de incredulidad. Él no era superficial.

El sonido de unos pasos me sacó de mis pensamientos y levanté la vista para ver a KyungSoo impresionantemente hermoso.

— Te ves hermoso — dije inclinándome para besarlo pero antes de que mis labios pudieran tocar los suyos, apartó la cabeza.

— Cena primero — él recordó y caminó más allá de mí. Parpadeé una vez antes de seguirlo.

La cena fue servida en la terraza de un lujoso hotel donde teníamos completa privacidad. Ninguno de nosotros habló una palabra y éramos como dos extraños sentados en una misma mesa y comiendo. Miré a KyungSoo que simplemente jugaba con su comida usando el tenedor. Él tampoco me miraba y eso me molestaba más.

¿Qué le ocurrió? Estaba bien esta mañana.

Mi lobo gruñó, empezó a caminar alrededor de mí y me preguntaba qué le pasaba a su compañero. La actitud de KyungSoo había sido un poco extraño en estos días, especialmente por la noche. Era como si estuviera enfadado y desconfiado de algo y lo que ese "algo" es ... No tenía ni idea.

Sacudiendo la cabeza, continué pensando en qué es lo que lo tenía asi hasta que recordé la llegada de un huésped no invitado.

— No tienes que preocuparte por DongWoo — dije tranquilamente.

— No estoy preocupado por él.

— Entonces, ¿por qué estás tan callado?

— Sólo estoy pensando.

— ¿Acerca de?

— Nada importante.

— ¿La Hermandad? — Pregunté. KyungSoo suspiró. —  No tendrás que enfrentarlos, contestaré todas sus preguntas estúpidas.

— Quiero enfrentarlos.

— ¿Por qué?

— Culpa — respondió y me estremecí.

— No es tu culpa — dije en voz baja y KyungSoo se burló. Suprimí un gruñido y casi aplasté mi tenedor. — Mírame — gruñí mirándolo. Él dejó caer el tenedor y el cuchillo, alzó la vista pero todavía no me miraba a los ojos. — Mírame a Los ojos — dije con los dientes apretados y luego sus ojos marrones oscuros chocaron contra los míos. — Sé que lo que sucedió es triste, pero tú y yo tenemos que seguir adelante con eso.

— Fácil de decir por ti, pero soy yo quien tiene que vivir con ella — dijo bruscamente y luego tragó saliva de forma audible.

— ¿Qué significa eso? — pregunté con desconcierto.

— Sé que es mi culpa, ¿sabes?, sé que esto nunca hubiera sucedido si no me hubiera comportado como un animal imprudente — se enfureció y se levantó.

Al escuchar sus palabras me volví una sombra. Él se culpaba a sí mismo. Nunca pensé en ello. Honestamente no lo culpaba porque sabía que los pícaros habían causado esto. Esto nunca habría ocurrido si esos vagos patéticos no lo hubieran cebado.