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Era lunes y otra vez comenzaban las clases. Seis de la mañana.

Muchos ya estaban en pie a esa hora, ya sea para ir a la escuela o el trabajo. Todos odian los lunes, es algo normal en la gente.

Pero para Park Jimin, la palabra odiar quedaba corta. Lunes para él significaba burlas e insultos otra vez. Lunes significaba el fin de su paz durante sus vacaciones y el inicio de su tortura.

No, no estoy exagerando. No es como un típico berrinche de adolescente. Volver a la escuela para Jimin significaba volver a ser el blanco de las burlas.

Soltó un suspiro y se puso su ropa. Un pantalón gris ancho y una camisa negra muy grande.

Recordó el bochornoso momento que paso cuando estaba comprando su ropa.

" ㅡ Lo siento pero...¿no tendrá una talla más grande? ㅡ su rostro estaba rojo de la vergüenza, era el quinto pantalón que se probaba y seguía sin poder cerrarlo.

ㅡ Joven, es la talla más grande que tenemos. ¿No le parece mejor ir a ver a la ropa americana? Seguramente allá haya ropa de su...comodidad. "

Sacudió la cabeza y se miró al espejo, quizás los demás tenían razón en que su físico no era el más atractivo. Pero se sonrió. Sabia que tenía lo suyo por dentro y que algún día llegaría ese chico indicado.

¿Chico? Claro que sí. Jimin no esperaba a esa chica dulce que le dijera que era tierno siendo rellenito y que su olor era perfecto. A Jimin le gustaban los hombres.

Por un segundo se imaginó a Min Yoongi diciéndole eso, sonrió pero luego frunció el ceño.

"¿Que estoy pensando? ¿Acaso me volví loco? Él nunca nunca volvería a decirme eso, de su boca solo salen insultos y apodos vergonzosos.."

Jimin hace mucho tiempo había tenido un tipo de crush con Yoongi, quién actualmente es el encargado de molestarlo día y noche. 

Cómo te pudo gustar alguien que ahora te molesta deben estarse preguntando. Pues, Jimin había conocido a Yoongi hace mucho tiempo atrás. Cuando solamente tenía once y el mayor doce.

Siempre lo defendía de todo e incluso era el encargado de decirle que era hermoso tal y como era.

Pero lamentablemente Yoongi se fue a Seúl y dejo a su pequeño amigo en Busan. Tras suplicas y un cambio de trabajo por parte de su madre, se mudaron a Seúl.

Al pequeño Jimin, de tan solo trece años en ese entonces, le brillaban los ojos al ver la gran escuela donde sabía que estaba su mejor amigo. 

Pero con el tiempo, la gente cambia. Y Yoongi no fue una excepción. Apenas Jimin puso un pie en esa escuela obtuvo la mirada de todos, sabía que era algo gordito pero no le importaba mucho las miradas de los demás.

Se acercó a una chica y le preguntó si conocía a Min Yoongi. La chica lo miro raro, pero le dijo su salón. 

El menor se lo agradeció y con una sonrisa comenzó a correr hasta el salón de su mayor. Antes de poder hacerlo se topó con un grupo de chicos riendo y con uniforme de básquetbol.

Se detuvo por un segundo y los miro, entre ellos estaba Yoongi, su Yoongi. Para Jimin, él seguía igual que cuando tenía doce. Su cabello ahora era rubio en vez de castaño, pero seguía teniendo los mismos pequeños ojos que tanto le gustaban en secreto a Jimin.

¡Yoonie! Ha pasado mucho tiempo. ¡Soy yo, Jiminie!

La sonrisa del menor se fue borrando al ver los rostros de asco de todos los chicos, pero la mantuvo hasta que su preciado amigo lo reconociera.

𓆩𝑪𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𓆪꒱࿐ [윤민]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora