"Hoy se cumplen dos años desde el arresto al narco más grande y temido de nuestro país, Min Kyung Hoon un hombre que no solo perpetraba sus crímenes a nivel nacional, sino que también internacionalmente. Y además, también se comprobó que estaba detrás de la ola de secuestros de omegas, no solo prostituyéndolos, sino que también traficando los órganos de estos cuando ya no le eran de mayor utilidad.
Hasta el día de hoy, las fuerzas policiales no han dado mayor información de cómo se llevó a cabo el arresto, lo único que dijeron fue que un infiltrado fue la pieza clave en toda esta historia. El narcotraficante hoy cumple su cadena perpetua detrás de las rejas, pero eso no resuelve todas las dudas e incertidumbres que dejó en el pueblo coreano. Como por ejemplo, aquel rumor que decía que Ming tuvo un hijo hace veinte años, pero de quién no se ha logrado encontrar información. ¿Será verdad, que el terror de Corea tuvo un progenitor? ¿Estará esperando en las sombras, para cuando menos lo esperemos, ataque en busca de venganza por la caída de su padre? De estas y muchas cosas más hablaremos hoy en..."
ㅡ Woah, realmente nunca van a soltar esa noticiaㅡ dijo el omega, ahora con el cabello negro con unos suaves visos, apagando la televisión.
Se paró del cómodo sofá que hace un par de meses había comprado con Yoongi, dejando la taza de café en la pequeña mesa de centro. Taza que, por cierto, era a juego de la taza de café del alfa.
Camino por la casa que solo hace un par de meses habían comprado, topándose con algunas cajas que todavía no habían desocupado. Abrió la puerta de la habitación que compartía con el alfa y lo vio durmiendo, se acercó lentamente hacia él para luego depositar besos por todo su rostro despertándolo.
ㅡ Amor, despierta, ya casi es la hora de que lleguen los chicos. Necesitas estar arreglado.
ㅡ Mhm, de inmediato...
ㅡ Tengo que salir ahora, nos vemos luego ㅡ dejó un último beso y antes de salir de la habitación, se detuvo para dejarle una pequeña advertencia ㅡ Cómo no estés despierto y aseado cuando vuelva, Min Yoongi, ya verás lo que te va a suceder.
Y sin más, salió.
Dos años habían pasado desde que ocurrió todo, años en los que, unas cuantas cosas habían cambiado. Después de que Yoongi despertó, tuvo que asistir a terapia tanto física como emocional, lo que no solo le ayudó a curar la herida que quedó en su corazón por el ataque directo a sangre fría que le hizo aquel hombre, sino que también muchas otras que había tenido por tantos años.
Taehyung habló con su madre, la cual terminó su relación con ese asqueroso engendro, pero bien eso no significó que volvió a vivir con ella. El omega había quedado profundamente lastimado y aunque sabía que con el tiempo quizás la perdonaría, no se sentía listo para volver a convivir con ella. Y tal como había hablado con Hoseok en un inicio, se quedó a vivir con él.
Jungkook terminó sus estudios en corea y vivió con su hermano Seokjin durante un tiempo, hasta que no aguantó más lo cursi y meloso que eran con su esposo, comprando un departamento en el centro de la ciudad. Digno de un hijo proveniente de una familia con dinero.
Tuvieron un par de problemas a la hora de retomar sus actividades escolares, los profesores no querían dejar graduarse a Jimin ni a Yoongi, ya que según ellos "no estaban preparados para el mundo real" a lo que, después de enfrentarse a un alfa gritando "Mundo real mis cojones, hijos de puta" mientras mostraba las cicatrices de las balas y a dos madres furiosas por tal injusticia, no les quedó más opción que entregarles el diploma de graduados.
Ahora, la prueba de admisión a la universidad fue otro dolor en el culo. Todos estaban estresados y cansados. Taehyung estudiaba y recibía apoyo emocional por parte del alfa pelirrojo, y por alguna razón Jungkook se había colado en esas sesiones de estudio. Mientras tanto, Yoongi y Jimin estudiaban juntos para luego tener una sesión de besos y caricias, para intentar minimizar el estrés y la ansiedad que sentían.

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𓆩𝑪𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𓆪꒱࿐ [윤민]
أدب الهواة"Gordo asqueroso", "Deberías irte de este mundo", entre esos y muchos más insultos eran los que el pobre Park Jimin escuchaba diariamente. No podía ser feliz, no podía ser feliz por su tamaño ni por sus gustos...ni por él. Park estaba decidido, se...