𓆩𝑪𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𓆪꒱࿐ [윤민]

26

Después de haber llegado de la casa de Jimin, no pudo evitar chillar y poner música con letras cursis para celebrar y expresar la emoción que sentía.

Al siguiente día estuvo estudiando bien las habitaciones y los diferentes accesos que había en el local de su padre, agradecía haber encontrado un plano entre los cajones una de las veces que fue a "aprender" a llevar el negocio. No supo cuánto tiempo estuvo tomando notas e ideando planes y mucho menos cuándo se quedó dormido.

Tras despertar de su pequeña siesta, salió a comprar papel y plumón comestibles en la repostería de la esquina. "¿Para qué?", se estarán preguntando.

Pues, para su plan, obviamente.

Si bien Yoongi podía parecer muy descuidado y tonto, aunque la mayoría de las veces lo era, en cuanto a su plan para derrotar a su padre estaba siendo más cauteloso que como nunca había sido en su vida.

Una vez compró lo que necesitaba, volvió a su departamento y cortó un pedazo pequeño del papel para luego escribir con el plumón comestible en él. Teniendo eso listo, tomó sus cosas y salió rumbo al prostíbulo.

"Agárrate las arrugas, viejo asqueroso, porque muy pronto vas a caer"

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Miró fríamente a los guardias de la entrada y una vez estuvo dentro, comenzó a caminar en busca de algún subordinado de su padre.

ㅡ Oh, joven Min, ¿qué hace por aquí? Su padre no lo ha llamado... ㅡ un hombre beta que quizás se encontraba en sus treinta, o más bien cerca de los cuarenta, se acercó al pelinegro con una sonrisa claramente fingida en su rostro.

ㅡ ¿Acaso debo pedir permiso para venir? Te recuerdo que este será mi negocio pronto, así que ve haciéndote la idea de verme seguido por aquí.

ㅡ Claro, mis disculpas por mi atrevimiento, joven Min. ㅡ el beta se inclinó, con sus labios torcidos en una mueca muy bien disimulada.

ㅡ Iré a una sala vip, tráeme al chico ese que se llama Sunoo.

El hombre lo miró con una ceja alzada y una sonrisa ladina ㅡ Veo que al igual que su padre, le gusta tener lo mejor para pasar un buen rato. En seguida enviaré al omega, joven Min. Con su permiso. ㅡ dio una última reverencia y desapareció por uno de los pasillos hacía probablemente la habitación donde tenían a los pobres omegas.

"Como mi padre, sí, claro" su mente sintió simplemente una tremenda repugnancia ante la idea de que la gente lo comparara con su padre. Él y ese hombre todo lo que compartían era únicamente el apellido.

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Entró en la habitación vip y se sentó en uno de los sofás, moviendo su pierna con impaciencia. Cuando la puerta se abrió, vio al chico que ahora era su aliado en su plan.

ㅡ Yoongi, volviste ㅡ el chico se acercó con rapidez hacía él junto a una pequeña sonrisa en su rostro ㅡ ¿Qué pasó? ¿Necesitas algo?

ㅡ Así es, Sunoo, necesito algo ㅡ el alfa le sonrió también y palmeando el espacio que había a su lado, esperó que el omega se sentara a su lado para pasarle un billete con algo envuelto en él.

ㅡ ¿Qué...? ㅡ por un segundo, el miedo se apoderó del omega, pensó que quizás el mayor le estaba pagando para que tuviera algún tipo de relación sexual con él.

ㅡ No es lo que crees. Yo ya tengo mi omega. ㅡ al notar la expresión del chico, se apresuró a aclarar su actuar ㅡ Dentro de ese billete hay un mensaje, cuando salga de aquí, léelo y come el papel. No te preocupes, tanto eso como el plumón con el que escribí son comestibles. Pero asegúrate de recordar bien el mensaje que escribí, porque necesito que pases la voz a cada uno de los omegas que hay aquí.

Sunoo asintió con su cabeza, jamás se hubiera imaginado estar en esta situación como de espía infiltrado. Aunque obviamente no era así, estaba muy agradecido con Yoongi por haberle dado una esperanza de salir de aquel lugar. Y algo en él le decía que el alfa lo sacaría a él y a todos los demás de ese horrible infierno.

ㅡ Necesito impregnar algo de mi olor en ti, lo siento, seré rápido. ㅡ dicho y hecho, el pelinegro dejó en el muchacho unas cuantas feromonas para aparentar haber tenido algo con él ㅡ Nos vemos pronto, Sunoo.

El chico únicamente susurró un leve "Sí" y a penas Yoongi dejó la habitación, abrió el billete encontrándose un pequeño papel algo arrugado.

"Diles a todos que Min Yoongi será el que los saque de aquí, solamente deben confiar en mi. Cuando sea el momento, te daré una señal."

Lo leyó rápidamente un par de veces más para luego llevarse el papel a la boca y comenzar a comerlo. No sabía si era por el sabor dulce que este tenía o por la emoción que sentía, pero de cierta manera su ánimo se incrementó.

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Caminando por los pasillos de aquel edificio, se encontró a su padre junto al beta que había visto hace poco y dos guardias que supuso eran sus perros falderos.

ㅡ Hijo, que grata sorpresa encontrarte, Shindong me comentó que habías venido a una habitación vip. Me alegra que te haya gustado tanto la vez anterior como para que hayas vuelto por segunda vez.

ㅡ Sí, me gustó bastante...Ya me estaba yendo de todas formas. ㅡ trató de avanzar, más su padre se colocó frente él.

ㅡ ¿Tan rápido? ¿Por qué no te quedas un rato más y de paso te enseño un par de cosas del negocio?

ㅡ Preferiría que no, solamente vine por un rato para pasarla bien. ㅡ ¿se habrá escuchado la arcada interna que hizo al pronunciar eso?

ㅡ Espero que no estés solamente enfocándote en las cosas buenas de esto, Yoongi. El negocio no se trata únicamente de esto. ㅡ el semblante del hombre cambió a uno serio y sombrío, haciendo que el pelinegro tardara en responder por unos segundos.

ㅡ Por supuesto que no, tengo muy claro el porqué me contactaste después de tanto tiempo. Permiso. ㅡ y sin más, se hizo paso entre su padre y los hombres que lo seguían para salir de aquel lugar.

ㅡ Este mocoso cree que está jugando...creo que deberíamos darle un incentivo. Shindong, manda un par de alfas al restaurante de esa mujer y tráiganla. Ustedes dos, síganlo y aseguren de dejarle claro el mensaje.

ㅡ Sí, jefe.

ㅡ ¡Pero para ayer! Rápido, carajo. ㅡ al escuchar las palabras firmes del hombre, el beta sacó su teléfono rápidamente para hacer llamadas y los dos alfas que estaban ahí salieron rápidamente tras el alfa menor. ㅡ Que no se te olvide quién es el que manda, niñato.

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Esta vez, Yoongi decidió irse caminando a su departamento. Se sentía bien a comparación de las veces anteriores que había venido al prostíbulo y eso era debido a que su plan estaba yendo excelente.

Dobló en una de las esquinas, llegando a un parque que se encontraba desolado debido a la hora que era. Sonrió mirando lo tranquilo y lindo que se veía la vista nocturna del lugar, pero todo se volvió negro cuando recibió un golpe en la cabeza.

Estando en el suelo, con la visión algo nublada, trató de ponerse de pie para defenderse. Sin embargo al haber sido atacado de forma sorpresiva y que sus atacantes tuvieran el triple de masa muscular de la que él tenía, lo único que pudo lograr fue caer nuevamente al suelo y recibir más golpes.

Sentía como su interior ardía y la sangre no tardó en salir de su boca y nariz, cuando pensó que habían terminado, uno de los hombres tomó de sus cabellos y lo obligó a mirarlo.

ㅡ Espero te quede claro el mensajito que te manda tu papi, mocoso. ㅡ soltándolo bruscamente, ambos hombres lo patearon haciéndolo caer bajo un pequeño puente que había en el sitio golpeándose nuevamente la cabeza con el suelo.

Y de ahí, no supo nada más.