Capítulo 6

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(Selene)


En cuanto llegue toque el timbre hasta casi fundirlo.

-¡YA VOY! –se escuchó un grito que venía de dentro.

La puerta se abre de golpe y me encuentro con un Styles mosqueado y en ropa interior. Me entro la risa y le aparte para pasar.

-Serás capulla... deja de reír –dijo enfadado antes de mirarle fijamente- ¿Y a ti que te ha pasado?

-Nada, una pelea sin importancia.

-Metiéndote en líos desde que llevabas pañales –dice riéndose de mí.

-Y tu idiota desde tiempos inmemoriales.

-¿QUIEN ES? –pregunto a gritos Niki desde el salón.

-¿Qué pasa en esta casa que solo se escuchan gritos? –digo asomándome al salón seguida de Styles.

-Ahh... solo eres tu –dijo volviendo su cara a la televisión.

Tire mi mochila por ahí y me lance en el sofá al lado de Niki, Styles se sentó a mi otro lado.

-¿Cómo os ha ido buscando información de lo de la droga esa? –pregunto a los dos.

-Nada nuevo –comenta Niki un poco frustrado.

-Yo me he enterado de una fiesta mañana a la noche, en la que seguramente rularan la droga esa –dice Styles.

-Tenemos que ir –digo animándome de golpe.

-Ir vosotros, yo prefiero buscar por mi cuenta –dice Niki.

-¿Dónde es la fiesta? –pregunte.

-Es en una discoteca cerca de las afueras, dicen que es como territorio de paz –respondió Styles.

-¿Y qué quiere decir eso? –pregunte curiosa.

-Pues no tengo ni idea.

-¿Y tú, a parte de la pelea, has encontrado algo? –pregunta Niki.

-Digamos que he visto una escena algo interesante. Eran dos chicos y uno le quitaba una bolsa de droga que no era de las nuestras, así que cabe la posibilidad que sea de la mortal. La bolsa era gris medio transparente.

-Habrá que ir a la fiesta. ¿Quién avisa a Ale? –Pregunta Styles- Yo no.

-Ni yo –dice rápidamente Niki.

Odio este juego de que el ultimo en decir yo no le toca comerse el marrón. Siempre me toca a mí, estos dos tienen telepatía o algo.

-Ya lo hago yo, gallinas que sois unos gallinas -no acabe de decir esa frase que los dos me atacaron a cosquillas- Dejarme en paz –dije entre risas.

-Retira lo que has dicho –decían los dos.

-No –digo riendo- dejarme o llamáis vosotros.

Pararon en seco de hacerme cosquillas, y me pasaron mi mochila para que cogiera mi móvil. Marque al viejo.

-Dime Sel –dijo en cuando descolgó.

-Hola, te llamaba para decirte dos cositas.

-¿A pasado algo? –pregunta serio.

-¿Siempre que te llamo tiene que pasar algo?

-Tienes razón –dice riendo flojito- dime que querías.

-Me voy a quedar en casa de estos a dormir.

-¿Algún motivo en especial?

-Así encontramos como parar lo de la droga mortal más rápido. Y lo segundo que te quería decir es que mañana por la noche habrá una fiesta y vamos a ir a ver si encontramos algo nuevo.

-Vale, pero si hay movida tú no te metes. ¿Están por ahí Niki y Styles?

-Si.

-Pon el altavoz.

Les hice señas a los chicos para que se acercaran a escuchar, y así lo hicieron.

-Vale... -puse el altavoz- ya te escuchamos los tres.

-Hola chicos.

-Hola señor –dijeron a la vez.

-Quiero que acompañéis a Sel a esa fiesta, y busquéis cualquier tipo de prueba.

-Señor, Styles ira con Sel a la fiesta yo voy a ir a...

-Niki es una orden.

-De acuerdo –dijo serio. En verdad le jodia no poder hacer lo que quería.

-Escúchenme atentamente, si Sel se mete en un lio o le pasa algo, vosotros seréis quienes lo paguen. Cuidarla como si fuera yo él que va con vosotros.

-No soy una niña –me queje antes de que ellos dijeran nada- puedo ir sola a la fiesta si quisiera.

-Sel eres mi sucesora empieza a comportarte como debes, y no me defraudes –dijo serio antes de colgar.

Estampe el móvil contra el suelo partiéndolo en mil pedazos. Me enfade más por haber roto mi teléfono.

-AAAHH –grite de frustración.

Me levante, me fui al jardín, me tumbe en una tumbona, del bolsillo cogí la caja de cigarro y el mechero, encendí el cigarro y le di una gran calada. A los dos minutos note una presencia a mi derecha y al girarme estaba Niki sentado a mi lado.

-Quiero estar sola –dije mirando al frente.

-Pero...

-Ves dentro, es una orden –dije seria.

-Vale pero antes de irme quédate con esto –dijo dándome un abrazo y yéndose a dentro de la casa.

Una lagrima cayo por mi cara, la cual quite de un manotazo. Me siento débil en este momento, odio esta sensación. Vale que el viejo me saco de la calle y que le debo todo lo que tengo a él pero eso no le da derecho a tratarme como si fuera de porcelana, por eso hoy me quedo a dormir aquí, porque si llego a ir a la mansión el viejo me echaría una bronca flipante.

Cuando era pequeña me enseñó a leer, a llevar las cuentas, luego paso a enseñarme a robar y también a llevar el negocio. Me deja fumar, fumar porros, beber alcohol. Pero es hacerme un rasguño y montar un pollo. Siempre hace que me pregunte porque no me puedo meter en peleas cuando él me enseña y me permite cosas peores.

En cuanto me acabe el cigarro, entre a dentro y de la mochila saque la cartera y las llaves del coche.

-Me voy –dije abriendo la puerta.

-¡Espera! –gritaron desde el salón.

Pero no les di la oportunidad de seguirme ya que salí, cerrando la puerta tras de mí y me subí al coche, arrancándolo y poniéndolo a todo trapo.

Me fui al centro comercial para comprarme un vestido para la fiesta, un móvil nuevo y a la farmacia para alguna crema o algo que bajara la hinchazón y curara las heridas. Esas chicas tienen una fuerza increíble, tendré que ir más al gimnasio y dejar la pizza y los helados una temporada, que asco... Adoro la pizza.


BangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora