Capítulo 24

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(Jared)


Hacía días que no veía a Selene, por lo menos dos semanas, tanto mi lobo como yo estábamos que nos subíamos por las paredes de la desesperación por no poder tocarla, ni oler su dulce olor, ni verla de lejos siquiera.

No sabía nada de ella, además ninguno de sus amigos daba señal de vida, incluso fui a la mansión que Nelly me dijo que era donde vivía Selene, pero no había nadie. Incluso de un día a otro uno de sus coches desapareció, eso quería decir que seguía por aquí pero no la había visto.

-¿Estas bien? –me pregunto Nelly, entrando sin picar a mi despacho.

-Si... -dije con hastío.

-No se nota, además estás súper triste desde hace varios días. También tienes mala cara y...

-Vale, gracias –interrumpí irónicamente.

-Y siempre estás de muy mal carácter –siguió como si no me hubiera escuchado- Te tienes que animar.

-No puedo –confesé por primera vez.

-Sí que puedes, vamos a la cocina y robamos chocolate como cuando éramos pequeños.

-Gracias pero no me apetece –dije levantándome y abracándole- creo que me iré a dar una vuelta con mi lobo. Dile a Oli que me voy, que se quede a cargo.

Salimos del despacho y me fui a la entrada para salir, pero me topé con que mi abuelo también iba a salir.

-¿Dónde vas? –me pregunto sonriendo.

-A dar una vuelta ¿y tú?

-Pues... iba a llevar esto a la cabaña –dijo señalándome dos carros de comida- Podrías acompañarme, así te distraes un poco que te veo tristón.

Me quede mirando los carros, era mucha comida, como para comer un mes.

-¿Y toda esa comida? ¿Estas preparando un mes romántico con la yaya? –pregunte.

-No... aunque esa no es una mala idea. Te lo explicare si me ayudas.

-Vale –dije cogiendo los carros.

Los lleve hasta el coche, seguido de mi abuelo. Nos subimos al coche en la parte de atrás, el chofer puso el coche en marcha.

-¿Por qué estas triste, niño? –me pregunto mi abuelo.

-Pues que he conocido a mi mate, pero una humana.

-¿Si? –Pregunto emocionado- deberías de estar contento aunque sea humana.

Le conté la historia de cuando me vio siendo lobo, y como huyo de mí.

-Oh... pobre, pero tu tranquilo, ten paciencia, habla con ella hazle entender cuéntale lo que somos...

-Pero hace tiempo que no la puedo localizar, la he ido a buscar a su casa, ya no viene por la escuela, ni la veo en la calle... estoy deprimiéndome por momentos.

-Bueno... ¿Cómo es?

Le explique lo hermosa que era, le describí su dulce olor, mientras me abuelo sonreía contento porque había encontrado a mi mate.

-Me recuerdas a mi cuando conocí a tu abuela, sonaba como si viviera en las nubes y llovieran corazones.

-¿Tan cursi e sonado?

Mi abuelo solamente empezó a reírse.

-¿Y toda esta comida para qué es?

-Es para unos amigos nuevos.

-¿Es una fiesta de la tercera edad? –pregunte en broma.

-Muy gracioso. En verdad son los chavales de un amigo que hace poco que ha fallecido.

-Pobres –dije.

La conversación se paró ahí ya que me puse a pensar en los niños que estaba cuidando mi abuelo, los que seguramente estarían con una cuidadora. No entendía porque no los había traído a casa, pero luego pensé que somos demasiado impulsivos y podríamos habernos transformado delante de ellos.

Llegamos a la cabaña, bajamos del coche y yo cogí los carros mientras mi abuelo iba a la puerta y en vez de abrirla toco al timbre.

En ese momento la puerta se abrió y Niki apareció en el umbral de la puerta y saludo a mi abuelo, dejándome con la boca abierta. No entendía que hacia él aquí.

-¿Niki? –pregunte sorprendido.

-¡Hey! ¿Qué haces por aquí? –pregunto acercándose para estrecharme al mano.

-¿Ya os conocéis? –pregunto mi abuelo sorprendido también.

-Si... yayo ¿Me puedes explicar esto?

-Pasa y os explico.

Entramos y fuimos los tres al salón, podía oler un ligero dulzor, por eso entre rápidamente mirando a todos lados.

-¿Esta Selene? –pregunte con urgencia.

-¿También la conoces? –me pregunto mi abuelo sentándose en el sofá.

-Si yayo, es la chica que te decía.

-¿En serio? ¿Selene es tu mate?

-Yayo –le llame llamándole la atención.

Para que se diera cuenta de que estábamos delante de Niki, que es humano, no sabe lo que somos nosotros.

-Tranquilo Jasper, ya sabe todo –dijo mi abuelo como si nada.

Mire a Niki y levante la ceja.

-Es verdad, ya sabemos que existen los hombreslobo y que Selene es una.

-¿Una? ¿Una qué? –pregunte confuso.

-Una mujer lobo –dijo Styles apareciendo por el lado- Me llevo esto ¿vale?

Sin decir una palabra más se fue a llevar la compra a la cocina.

-No puede ser huele a humana –dije.

-Eso es por la medicina ¿no? –pregunto Niki.

-¿Qué medicina?

-El amigo que te he comentado antes, había adoptado a Selene cuando era pequeña, ella aún no se había transformado por primera vez, pero sus ojos cambiaban de color con sus emociones y vino a mí y yo le di la medicina que hace que mantenga nuestro lobo oculto, por eso no lo podías oler.

-Por eso olía a químico... -dije para mí.

-Y ahora que mi amigo a fallecido le ha dicho que contacte conmigo si quería información y ayuda, por eso está aquí con sus amigos.

No entendía muy bien de que iba todo esto, mi lobo no me dejaba pensar con claridad, no paraba de reclamarme el ir a por mí mate, necesitaba verla.

-¿Dónde está? –pregunte con urgencia.

-Se ha ido a correr como loba –dijo Niki confuso por el cambio de tema.

Sin decir una palabra más salí de la cabaña, me trasforme sin tener en cuenta mi ropa y corrí al bosque. Mi lobo aulló de felicidad y en cuanto me llego el aroma dulzón lo perseguí hasta que vi a una loba negra.

La loba de Selene estaba realmente hermosa en su forma de loba, no tenía palabras para describir su belleza. En cuanto entro en mi campo visual no pude despegar mis ojos de ella.

En cuanto notó mi presencia se paró de golpe y me miro. Ahora era cuando su loba le decía que yo era su mate y vendría corriendo a mí.

Me fui acercando a ella, pero de un momento a otro, me enseño los dientes de manera agresiva y gruñendo muy enfada.


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