Capítulo 15

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(Selene)


Aún estaba en la azotea fumando, mi segundo cigarro cuando sonó mi móvil. Es Niki, seguro que era algo importante, ya que sabe que a esta hora estoy en clase.

-Hola guapo, ¿qué es esto de llamarme en horas de clase? –digo burlona cuando acepto la llamada.

-Si me has contestado, dudo que estés en la clase -ahí me ha pillado- te llamaba porque me han dado el chivatazo de que Louis se va a mover en persona.

-¿Cuándo? –pregunte seria.

-Dos horas y sale de su casa.

-Vale me da tiempo. Dime donde tengo que ir.

Después de darme las indicaciones me despedí de él. Le convencí de que me dejara ir sola, a por Louis.

Estaba yendo por los pasillos hacia el aparcamiento, cuando Nelly me paró cogiéndome del brazo.

-Selene ¿Qué ha pasado en clase?

-Nelly, no tengo tiempo de verdad –digo volviendo a mi camino.

-Pero... -dice volviendo a pararme.

-De verdad que tengo prisa.

Me fui corriendo antes de que pudiera pararme otra vez. Como comprenderéis no tenía tiempo como para entretenerme hablando con Nelly sobre lo que ha pasado en la clase de inglés.

Oliver y Jasper estaban a la salida, así que para evitar que me pararan para alguna chorrada suya, me puse a correr para que no me vieran.

Me subí al coche sin ninguna otra interrupción por suerte para mí. Conduje lo más rápido que pude a la mansión del viejo, cuando entre me di cuenta que él no estaba. Mejor así no me hará preguntas de adónde iba y no me impedirá ir a por Louis.

Me fui a mi habitación y me cambie de ropa por unos pantalones militares estrechos y con cintas para sujetar cosas, donde coloque una navaja a cada lado, y una camiseta de tirantes negra, y como savia que tendría que meterme en el bosque me puse unas botas negras. Me hice una coleta y me fui cogiendo un furgón del viejo.

Llego a un camino de tierra que no me deja avanzar más con el coche, así que me bajo y sigo a pie, internándome en el bosque ocultándome en los árboles y matorrales, caminando poco a poco.

Entonces lo veo apoyado en un árbol mientras se fuma un cigarrillo.

Louis, no es el tío tirillas que me había imaginado, la verdad es que esta fuerte, o por lo menos lo parece. Tiene la cabeza rapada al uno, ojos claros, barba cuidada. Diría que es algo más alto que yo.

-No hace falta que te escondas niña, te he visto –dije con un acento francés muy marcado, mirándome.

Salgo de mi escondite con los brazos cruzados

-Flamecourt –digo haciendo un gesto de saludo con la cabeza.

-¿Por qué no me sorprende que sepas mi nombre? –Yo solo sonreí- que te parece tan gracioso.

-Tu.

-¿Y eso? –dice acercándose a mi poco a poco.

-Me hace gracia que pensaras que te dejaríamos vender esa mierda de droga mortal.

-Solo es mortal, para los que se la merecen.

-¿Y tú decides si se lo merecen o no?

-Son ellos mismos los que vienen a cogerme mercancía.

-Si pero seguro que no les avisas que puede ser mortal.

-¿No todas las drogas son mortales?

-Solo si haces mal uso de ellas.

-Seguramente la usaran mal. Además vosotros tampoco avisáis de los riesgos de tomar droga ¿A qué no?

-Pero hay una diferencia entre lo que vendemos nosotros a lo que vendes tu ¿no crees? –Digo levantando una ceja- nosotros no manipulamos la mercancía.

-Bueno quería ser diferente ¿Eso es malo?

-Juegas a ser el ombligo del mundo y no llegas ni a agujero del culo –digo con sarcasmo.

-Te crees graciosa ¿no es así? Te voy a enseñar que de mí no se ríe nadie.

Me da un puñetazo en la boca. La cual empieza a sangrar. Hijo de puta.

Me lanzo contra él y le doy puñetazos y patadas y esquivo algunos de sus golpes e igual que él algunos de los míos. Logro darle algunos golpes buenos pero él consigue más que yo.

-Te rindes –me dice cuando caigo al suelo.

Pero mientras me levanto cojo las navajas y me lanzo y le hago algún tajo. Pero me tira las navajas lejos y sigue pegándome igual que yo a él.

De repente Louis se puso pálido, incluso dejo de moverse, mirando detrás de mí. No sé qué será lo que le tiene tan entretenido, pero aprovecho su distracción, para darle una patada en sus partes nobles, haciendo que se doble y le doy un gancho con la mano derecha haciendo que cayera de lado al suelo.

Cuando me iba a tirar sobre él para seguir pegándole, escuche un aullido a mi espalda.

Me quede quieta, y me fui girando lentamente, hasta dar media vuelta y encontrarme frente a cinco lobos enormes.

Mis ojos se abrieron como platos, y empecé a temblar como si fuera un flan. Sentía como los latidos de mi corazón se aceleraban cada vez más.

Uno de los lobos aulló y dio un paso hacia mí. El caso es que me sonaba, entonces caí en la cuenta de que podía ser el que vi el día que fui a por mercancía con Niki.

-No me comas ¿Vale? Te voy a decir una cosa mi carne no vale la pena, mejor comeros a él –digo señalando a Louis.

-Qué coño dices niña –grita Louis.

De repente Louis se levanta y se va corriendo, pero es perseguido por tres de los cinco lobos que había.

Los dos lobos que había empezaron a andar hacia mí, así que yo iba dando pasa hacia atrás.

Tropecé con algo, seguramente una rama o una roca, haciendo que cayera de espaldas y me golpeara la cabeza contra algo duro.

Empecé a ver puntos negros y a no poder moverme, me estaba poniendo nerviosa, mi vista se volvió negra por completo.

Me parece una forma absurda de morir, yo pensaba que moriría en algún tiroteo no por un tropezón, seguro que el viejo se sentirá decepcionado de mí, pensé antes de perder el conocimiento.


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