Una marca

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-¿Sabes lo que es?- pregunto Angie.
-Es la marca de Zalgo- dije observando los tres lunares rojos que indicaban la marca.
-¿Un bastago de Zalgo?- pregunto Nina.
-No estoy segura pero creo que si- dije dudosa.
-¿Que te ha pasado?- preguntó Ann cogiendo mi cara.
-Te pareces a mi, ya se que soy extremadamente bello y te quieres parecere a mi pero te falta la otra parte de la sonrisa- añadio Jeff poniendo pose de diva.
-No os precupeis, no es nada- contesté quitando importancia, no quería que se preocuparan por mi, teníamos un problema más importante del que ocuparnos como para estar pendiente de un corte insignificante.
-Ven conmigo- insistió Ann.
-Que estoy bien enserio- respondí intentando persuadirlos.
-Toby- dijo Ann como dándole una seña.
-Vas a venir con nosotros a que te curemos- dijo Toby cargandome en su espalda.
-Odio que me hagas eso- dije sin poner  resistencia pues sabía que era inútil.
Me llevo a una casa de de color ocre con las ventanas rotas al haber entrado en ella Eyeless y Nina, el factor sorpresa en ellos no existe.
-Quédate aquí- dijo Toby soltandome en la mesa del comedor.
-Tampoco es que me pueda escapar- gruñi molesta.
-He encontrado el botiquín- dijo Ann abriendo una pequeña caja con una cruz roja y sacando hilo y aguja.
-Ni de coña- dije retrocediendo, puede que sea una asesina pero odio las agujas, bueno, corrijo, odio las agujas en mi.
-Si te mueves te dolerá mas- añadio Ann.
Toby me cogió con fuerza cerrandome entre sus brazos, notaba su respiración en mi nuca.
-Quieta- añadio Ann amigable con una aguja en la mano, pero me intentaba zafarme del agarre de Toby con todas mis fuerzas.
-¡Jeff!- grito Ann.
-¿Que pasa?- pregunto desganado entrando por la ventana.
-Cogela- dijo señalandome .
-Hazlo y estas- Toby me tapo la boca antes de que pudiera acabar, le mire con odio.
-Tranquila pequeña- dijo Jeff cogiendome las piernas y la cara para que no la moviera.
-Relájate sólo será un momento- dijo Ann comenzando a suturar las heridas.
Intentaba gritar pero la mano de Toby hacia que se escuchará un insignificante gruñido.
Cosió primero el corte de mi comisura y luego el de la barbilla que era más pequeño.
-Ya está- dijo Ann cortando el hilo.
Toby apartó la mano de mi boca.
-Te vas a quedar con las ganas durante mucho tiempo- dije mirando a Toby.
-Y tu, no pienso volver a cocinar para ti en tres meses- añadi furiosa mirando a Jeff.
-Pero era por tu bien- dijo Toby nervioso.
-Lo mío también, es para que no te canses- dije con una sonrisa falsa.
-Aún me queda curarte los otros cortes- añadio Ann.
-¿¡Más puntos!?- chille intentando huir pero otra vez Toby me volvió a coger.
-No tranquila, sólo es agua oxigenada- dijo sacando una pequeña botella del botiquín.
-Esta bien- contesté quedándome inmóvil.
-Respira hondo- añadio pasando un pequeño algodón impregnado con aquello por las heridas.
-Ya esta- dijo apartando el agodon de mi rostro.
-Gracias- respondi dolorida.
-No hay de que- dijo amigable.
Me mire al espejo que había en el salón, sentí un cosquilleo en mi espalda, un impulso nervioso hizo que me empezará a combulsionar a causa de la risa incontrolable que me estaba entrando, sentía perder el control de mi cuerpo al ver una imagen de mi muy diferente, tenía la piel blanca como la nieve, llevaba un vestido negro con escote, era largo hasta la rodilla con un corte lateral, el pelo largo hasta las rodillas, mis alas eran de demonio con acabados rojizos y mucho más grandes de lo normal, la chica que estaba en el reflejada comenzó a sonreír, retrocedi asustada pero otra vez la senti sensación de perder el control en mi misma.
-Es...tan....JA..JAJAJA...JAJAJAJAJAJA-no pude evitar reirme como una desquiciada de aquella imagen reflejada, el cristal se fracturó con el impacto de mi puño en el.
Salí sonriendo de la casa, las voces de mi cabeza volvieron a hablar.
-"Pronto serás como nosotros"- dijo una voz grave.
-"Tu verdadero ser saldra"- añadió,  aquellas voces hacian desaparecer la poca locura que me quedaba.
-¡Callaros!- chille desquiciada.
-¿Estas bien Laira?- pregunto Toby.
-Claro, ja....jajajaja...JAJAJAJA- la risa nerviosa me invadía.
Mire a Angie que estaba meciendo el bebé en sus brazos
-"Matalo"- dijo una voz.
Sonríe haciendo que se rompiera uno de los puntos de sutura y sacando mi cuchillo me aproxime hasta el bebé.
-No lo hagas- dijo casi suplicante Angie.
-No es ella- añadio Sadie.
-El blanco de sus ojos ahora es negro- comentó Sally abrazando a Ben.

Lo que hay en ti (creepypasta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora