Alexandra:
Después de lo que pasó con Elettra no pude seguir el día de clase , así que decidí irme para casa. Al llegar me encerré en mi cuarto y me tiré en la cama antes de comenzar a llorar. Las lagrimas salían de mi rostro y yo no sabía exactamente porqué estaba llorando, hasta que caí en la cuenta de que lo hacía por la acumulación de sentimientos. Me quede dormida de esa manera y horas después me desperté por unos golpes que sentí en mi puerta.
- Alex, cariño, la comida está lista- dijo mi tia.
Al verme con la cara echa un poema, por el lapiz de ojos que cubría mis mejillas se acercó a la cama y se sentó a mi lado mostrando preocupación y sorpresa en su rostro.
- ¿ Que te pasa cielo?
- No tengo hambre tita. Id comiendo Deyi la abu y tu.
- Sabes que puedes confiar en mi para cualquier cosa ¿no?
- Lo sé.. es solo que.. la he cagado con una persona que me importa.
- Cariño, sabes que casi todo en esta vida tiene solución. ¿ Por qué no intentas arreglarlo?
Lo que me dijo mi tía me hizo pensar. Tenía que solucionar la situación, y cuando digo la situación no me refiero únicamente a Elettra sino a todo lo que estaba pasando por mi cabeza. Era evidente que no podía seguir así y lo que pasó en el baño me abrio los ojos de nuevo a la realidad.
Decidí llamar a Andrés y pedirle un tiempo. Era obvio que si había hecho aquello con Elettra era porque no estaba tan enamorada como creía. Andrés no entendió nada, como es normal y su reacción fue la que me esperaba. A mi No me dolió tanto como pensaba que lo haria porque la sensación de alivio fue mayor que la tristeza de terminar aquella etapa.
A media tarde decidí comer algo y descansar, y cuando se hizo de noche, me preparé para hacer la siguiente cosa que había planeado. Caminé un kilometro y medio hasta llegar a casa de Elettra y me adentré en el jardín como pude. Una vez dentro cogí pequeñas piedras y las tire a su ventana para que se asomase al balcón.
Todo esto era una locura, y yo estaba completamente acojonada por si alguien me pillaba en aquel lugar.
Al cabo de un rato salió al balcón. Cuando me vio su cara era totalmente de sorpresa. No se esperaba para nada mi visita y parecía que no era de su agrado.
- ¿ Que cazzo hases aquí tía?
- Elettra dejame entrar por favor quiero hablar contigo - dije en bajo pero suficientemente alto para que me oyese.
- Vete no quiero hablar contigo Alexandra, no hay nada que hablar.
- Por favor. es solo un momento.
Ella me miró dudosa, y le sonrei creyendo que surgiria algún efecto en ella y me abriría la puerta. Para mi sorpresa, se metió a dentro y cerró la ventana.
No me quedó otro remedio para conseguir que me abriese, así que comencé a gritar.
- ELETTRAAAA ABREME LA PUERTA. POR FAVOR HACE FRIO ABAJO. TENEMOS QUE HABLAR Y LO SABES. NO HUYAS DE NUEVO ELETTRA.
Como me imagine que haría salió de nuevo al balcón con una cara de enfadada increible y se dirigió a mi.
- ¿ No piensas callarte nunca? Vas a despertar a toda mi casa.
- Sólo si me abres la puerta, me iré pronto de verdad, será solo un momento.
Ella cerró de nuevo la ventana y decidí rendirme. Me senté en el suelo de su jardín apoyada en un arbol cuando sentí que abrian la puerta trasera de la casa. Ella salió con su pijama y me hizo un pequeño gesto para que entrase en la casa.
Me hizo un gesto de silencio y subimos a su habitación sin decir nada. Una vez dentro cerro la puerta y se cruzó de brazos
-¿ Que quieres? - me dijo
- Siento que hayan pasado así las cosas.
- Alexandra, ya está, ambas hicimos mal, a partir de ahora las cosas deben cambiar y punto, así que si has terminado...- dijo mientras abría la puerta y hacía un gesto como para indicarme que me fuese.
Al instante cerré la puerta - He cortado con Andrés- solté de golpe dejandola con los ojos abiertos como platos.
Ella no respondía, estaba casi paralizada delante de la puerta.
- ¿ No vas a decirme nada?
- ¿ Lo has he..? ¿Lo has hecho por m-mi? - Dijo poniendose evidentemente nerviosa e incluso un poco incomoda.
- No, no ha sido por ti, tranquila.
- ¿ Entonces?
- Lo he hecho porque me he dado cuenta de que es lo que quiero sentir cuando besé a la persona con la que estoy.
Al decirlo mis mejillas se encendieron. Ella me miró con un cierto brillo en sus ojos.
- ¿ Y que es lo que quieres sentir?
- Esto - dije y justo después la besé. El beso no fue pasional, sino tierno, sincero y lleno de cariño.
Lo hice sin planearlo. Pero mi yo interno sabía que eso era lo que llevaba deseando hacer todo el día. Al separarnos pegué su frente a la mía como estaba acostumbrada a hacer.
- Solo quiero ser tu amiga Alex - susurró Elettra sin separar su frente, con los ojos cerrados y su boca a dos centimetros de la mía.
- No te creo - le dije- No te creo porque siento tu corazón latir muy fuerte cuando te abrazo. No te creo porqué tu piel se eriza con mi tacto y no te creo porque aun cuando tu boca me grita que me vaya tus ojos me ruegan que me quede. Y nadie se 'puede negar a esos ojos.
Elettra sonrío, de la manera más sincera y profunda que había podido ver nunca.
- Alex.. creo que te estoy empezando a querer.
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Young
FanfictionElettra lamborguini se traslada a Barcelona, por el trabajo de su familia. En su instituto conoce a muchas personas que formaran parte de su nueva vida durante un tiempo. Entre ellas, Alexandra.